‘Avengers: Endgame’: el gran momento de Iron Man no estaba en el guión

Avengers: Endgame está repleta de instantes que cierran historias y ciclos del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU). Sería fácil pensar que todos ellos fueron fríamente calculados, planeados y escritos desde el guión. Sin embargo, de acuerdo a los directores Joe y Anthony Russo, no fue así con todos. Al menos no con Tony Stark/ Iron Man (Robert Downey Jr.) y su gran momento.

A continuación hay spoilers de Avengers: Endgame.

El clímax de Endgame ve una desesperada lucha entre Los Vengadores y Thanos (Josh Brolin), quien ha llegado del pasado para apoderarse de las Gemas del Infinito y aquiliar (de nuevo) a la mitad de los seres vivientes del universo. Tras quitarse de encima a Captain Marvel (Brie Larson), Iron Man es el único que puede detenerlo.

“Soy inevitable”, dice el Titán Loco luego de someter a Stark. Cuando todo parece perdido, las Gemas del Infinito ya no están en su guantelete.

“Y yo… soy Iron Man”, dice Stark al revelar que ahora están en su posesión. Su chasquido de dedos destruye a Thanos y su ejército, pero le cuesta la vida.

Los fans de inmediato reconocieron esa línea y su significado. “Yo soy Iron Man” son las últimas palabras de Stark al final de su primera película en 2008, encargada de iniciar el MCU. Así se completa el ciclo en la historia del personaje, desde sus inicios como un millonario ególatra hasta su muerte con el máximo acto desinteresado.

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¿Se le ocurrió a los directores? No. ¿A los guionistas? Tampoco. Ni siquiera fue una brillante improvisación del propio Robert Downey Jr. Durante una sesión de preguntas y respuestas en Washington, los hermanos Russo revelaron cómo pasó:

“Tony no decía nada en ese momento. Y estábamos en la sala de edición pensando: ‘Tiene que decir algo. Es un personaje que vive y muere por hacer chistes’. Y no se nos ocurría nada, intentamos un millón de diálogos. Thanos decía ‘soy inevitable’. Y nuestro editor, Jeff Ford, quien ha estado en todas nuestras cuatro películas y es un gran narrador, dijo ‘¿por qué no completamos el círculo diciendo yo soy Iron Man?’. Y dijimos ‘¡vayan por las cámaras! Tenemos que filmar esto mañana!”.

Así que, efectivamente, el gran momento de Iron Man en Endgame fue una adición de último minuto. También es una demostración de cómo los mejores momentos del cine tienden a ser un trabajo colaborativo.