Booksmart, la cápsula de tiempo de nuestra era infinita

Olivia Wilde debuta como directora de la mejor manera con la inteligente comedia juvenil Booksmart (La noche de las nerds).

 

Directora: Olivia Wilde

Actúan: Kaitlyn Dever, Skyler Gisondo, Billie Lourd

Duración: 102 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

 

Sinopsis

En la víspera de su graduación, las sobresalientes Molly (Feldstein) y Amy (Dever) se dan cuenta de que pudieron pasar más tiempo en la fiesta que estudiando, y aun así ser admitidas en las mejores universidades. Con menos de 24 horas para cambiar las cosas, se embarcan en su primera —y última— noche preparatoriana para el recuerdo.

En 2019, “pasarla bien” involucra la misión crucial de que todo el mundo te vea divirtiéndote. Los estudiantes tímidos se aseguran de que los populares se den cuenta de eso. Y es una emoción realmente eufórica experimentar esta ansiedad que muestra con tanta alegría Booksmart, dirigida por Olivia Wilde.

A veces funciona fingir, ya lo vimos con la tímida preadolescente Kayla, quien aprende a hacerlo tras los filtros de Instagram en Eighth Grade. Pero en Booksmart, el miedo a estar perdiéndose de algo incita a Molly (Beanie Feldstein) y Amy (Kaitlyn Dever) —una alumna feminista queer, destacada y con las mejores calificaciones— a demostrar su confianza en una misión para que realmente su noche parezca y se sienta como que todos se la pasan increíble. “Nadie sabe que somos divertidas”, explica Molly. “Tienen que notarlo”.
Llevando las cosas por el sendero muy caminado de una juventud hedonista, la primera película de la otrora actriz Olivia Wilde es un retrato millennial perfecto lleno de especificidad.

En lugar de confiar en los mensajes de gran alcance, Booksmart transmite con inmediatez y momentos Kodak: una fiesta con condones que se usan como globos de agua; un mal viaje accidental sufrido por muñecas Barbie; un “Te amo” susurrado entre amigos fuera de una fiesta estruendosa; ecos de pornografía lésbica retumbando a través del cable auxiliar de un Lyft pintado de arco iris.

Cada esbozo testifica la habilidad innovadora y audaz de Wilde para capturar momentos que le pertenecen a la juventud colectiva, pero dándoles una identidad completamente original a estas dos nuevas heroínas de 10.

Molly y Amy revisan con pericia las narraciones sobre la masturbación en el dormitorio, el coqueteo en el patio de recreo, los problemas de outfits y las tácticas del beer pong. Y como sólo tienen una noche para vivir cuatro años de despreocupación antes de que suene el despertador para la mañana de graduación, las lecciones generalmente racionalizadas desde la retrospectiva, aquí son aprendidas al momento.

Wilde nunca pierde el ritmo, cada nuevo estado de ánimo lo enfoca con urgencia, tanto con una identidad visual llamativa y energética como con una playlist infecciosamente disfrutable llena de canciones pop que garantizan unir a una generación.

Con un carisma sin filtros, Beanie Feldstein y Kaitlyn Dever se dirigen firmemente al estrellato. La vulnerabilidad afectiva define sus personajes sin ningún rastro de debilidad, y esto incluye que la experiencia adolescente está llena de curiosidad, deseo, inseguridad, celos y lealtad, sin los estilos predictivos empleados típicamente para personajes femeninos.

En lugar de ser reducidas a risitas y clichés ruborizados pretendiendo ser seres humanos, Molly y Amy se toman su amistad tan en serio como sus calificaciones: los cumplidos se lanzan ferozmente de una a la otra con el rigor de la clase más crucial, y sólo dejan de bailar cuando se quedan sin aliento. Sus personalidades brillan pero sus rostros se mantienen firmes, tienen un humor sardónico y la confianza en sí mismas brota por su piel.

Lisa Kudrow, como la madre progresista de Amy, tiene razón: estas chicas son “inteligentes, fabulosas… y también valientes”, viviendo perpetuamente su vida de la mejor y más inteligente forma aun cuando sea sólo para ponerse un abrigo.

Los chicos de las seminales Superbad y American Pie son recordados principalmente por sus mentes lujuriosas. Pero es muy satisfactorio ver a las chicas de Booksmart escuchando sus deseos sexuales sin que las dominen. A Molly no le avergüenza que le guste un chico al que siempre ha hecho menos. Y el que a Amy le gusten las chicas presenta su historia, pero no la limita.
La suya es la mejor clase de amistad porque ofrece apoyo total sin sacrificar las risas.

Molly y Amy tienen una palabra clave para “deja todo, te necesito en este momento”. Y Booksmart le da el mismo regalo a una audiencia a la que le han forzado el Girl Power durante mucho tiempo. Después de este esfuerzo, finalmente también nos invitan a disfrutar de la fiesta.

Veredicto

No hay lecciones de vida ceremoniosas aquí. Booksmart vive el momento eufórico de una juventud sin tapujos que sabe que se lo merece. Apréciala y repasa la cápsula de tiempo de nuestra ambiciosa era infinita.

Por Ella Kemp

No dejes de leer: ‘Teen Spirit’ (‘Alcanzando tu sueño’), o la Cenicienta moderna