Eveything: Un simulador de la existencia del todo


Todo. No hay otra palabra para definirlo. ¿Qué personaje quieres ser? Aquí, puedes ser todos. ¿Qué quieres manipular? Aquí, cualquier cosa que esté puesta en la pantalla. ¿En qué mundo estás adentrándote? Eso depende pero, aquí, las opciones son infinitas.

Pero ahora viene la pregunta clave, ¿con qué cosola se puede jugar? Ahí, lamentablemente, sí hay limitaciones: el videojuego solo sirve para PS4. 

‘Everything’—ese todo del que hablamos arriba—salió de la mente de David O’Reilly, a quien conocemos por los videojuegos que salen en ‘Her de Spike Jonze y uno de los mejores capítulos de Adventure Time’, «A Glitch Is a Glitch». El juego toma mucho del sentido del humor existencialista y estilo elegante de filmación con pocos polígonos, pero antes de continuar, por favor, ve esta locura: 

El modo de juego suena complicado porque básicamente puedes ser todo lo que veas. Desde un oso, un león, un árbol o una flor, hasta polen, las bacterias que viven en el piso o una isla. El universo es el límite. A pesar de ello, una vez superado el shock inicial de que todo es una misma cosa, jugar es sencillo y muy divertido.

Sin embargo, es importante tener ciudad, de acuerdo con O`Reilly, el juego cuenta con «más de un millón de horas de juego». O sea, es increíblemente fácil perderse en ‘Everything’: empiezas como un oso para después encontrar una parvada de aves, jugar en los prados, explorar el microcosmos o ser el polen que sale de alguna flor. Al poco tiempo descubres que eres una galaxia y recuerdas como empezaste, ahí está la belleza de este juego, eres al mismo tiempo el oso, las aves, el polen o cualquier maldita cosa que se despliege en la pantalla.

El filósofo Alan Watts narra un video/demo del juego en donde explica de mejor manera este juego y su mentalidad, que aunque suene caótico —y probablemente lo sea— nos dice que «lo que parece caos en un nivel de percepción, es armonía en un nivel más alto».

Aunque el juego toca temas muy profundos no se siente como algo que sólo disfrutarían profesores de filosofía y existencialistas franceses. Al contrario, es una forma ligera y divertida de acercarse a estos temas. Es dejar de ver la filosofía como algo que se tiene que estudiar de los libros— eso que después de leerse van a quedarse para siempre en un librero. Vuelve el aprendizaje y el conocimiento algo práctico e interactivo. Pero no todo es clavarse en ideas de consciencia y diferentes formas de existencia: las figuras, los colores y la forma de explorar el universo vuelve este juego en verdad, y en todo el sentido de la palabra, algo hermoso.