¿Christopher Nolan tiene razón sobre las películas de Netflix?


Permítenos empezar esto con una declaración de Nolan: 

“¿A quién le importa Netflix? No creo que sea importante, no es más que una moda, una tormenta en una taza. Lo que ha definido siempre a una película es el cine”. Eso fue lo que dijo Christopher Nolan en una entrevista que dio al diario español El Mundo

El comentario lo aventó después de la buena crítica y recepción de Okja, película que hizo su debut en el Festival de Cannes el pasado 19 de mayo. Pero no se quedó ahi la cosa:   

 

«Si yo dirigiera un festival de cine, no aceptaría las producciones de Netflix porque no son películas».

Esto más que hacer quedar a mal a Netflix o alborotar a los críticos de cine, puso a Nolan bajo ese reflector incómodo que suelen apuntarte cuando no existen argumentos sólidos detrás de tu opinión. Sobre todo cuando se trata de tu campo. 

Por un lado, sí: el cine está conectado con el ritual de pasar a la dulcería, sentarte frente a una mega pantalla y buscar tu asiento entre las filas. El cine así se disfruta más, tal vez. 

Sin embargo, las formas en las que se consume el material visual han cambiado. Si lo deseas, puedes disfrutar de una película en el metro mientras vas al trabajo. O verla en el trayecto de un viaje largo hacia casa de tus papás.  Y como ese, hay muchos ejemplos de cómo se consume cine actualmente. 

Por otro lado, la plataforma streaming tiene varios puntos a favor: en 2016 cerró con más de 93.8 millones de suscriptores, teniendo ingresos mayores a $ 8.830 millones de dólares.

Además de tener contenido en 4K, tiene un catálogo con más de 13.612 películas, supera a HBO en producciones originales actualmente y ha recibido buenas críticas por films como Okja y Beasts of No Nation, los cuales nunca tocaron las taquillas, pero lograron su éxito a través de la plataforma. 

Seguramente hay muchas cosas en las que la Netflix podría mejorar dentro de los terrenos del séptimo arte y el talento de Nolan no está en juego en esta discusión pero, ¿en serio un largometraje pierde todo su valor solo por no haber pasado por una sala de cine? A nuestro parecer, no.