¿Cómo rejuvenecieron al elenco de ‘The Irishman’?
Para cuando se estrene The Irishman, el anticipado nuevo largometraje de Martin Scorsese, su protagonista Robert De Niro tendrá 76 años cumplidos. Sus coestrellas están en la misma liga: Al Pacino tendrá 79, Joe Pesci estará ya cerca de los 77, mientras que Harvey Keitel ya está bien plantado en el octavo piso. Sin embargo, interpretan a personajes en un filme que abarca desde la Segunda Guerra Mundial a los dosmiles. Es bien sabido que hay técnicas de rejuvenecimiento digital en juego pero, en particular, ¿cómo rejuvenecieron al elenco de The Irishman?
En este sentido, hoy podemos decir que el filme de Scorsese es un parteaguas en más de un aspecto, aunque de inicio, el director dudó seriamente que pudiera realizarlo a pesar de que él y De Niro amaron I Heard You Paint Houses, el libro de Charles Brandt en el que se basa la película. Pero no era por una cuestión de que la tecnología no fuera lo suficientemente avanzada
“La primera vez que conversé con Marty (Scorsese) sobre la película, hablamos de lo difícil que es hacer que un actor parezca 20 o 30 años más joven”, explicó el supervisor de efectos visuales de Industrial Light & Magic (ILM), Pablo Helman, en notas de producción proporcionadas a Cine. “A Marty le preocupaba porque quería hacer la película, pero no sabía si era posible. Sin duda, el hecho de que los actores tuvieran que interpretarse a sí mismos de jóvenes era un obstáculo”.
“Le dije ‘hagamos que Bob De Niro parezca 30 años más joven, como cuando hizo Goodfellas’”, explicó Helman, quien propuso al director realizar pruebas. Pero él no estaba convencido.
“Marty me dijo ‘algo que tengo clarísimo es que Bob es un actor de la vieja guardia. Pacino y Pesci también. No se van a poner un casco con dos camaritas y marcas por todo el rostro para hacer captura de movimiento para verse más jóvenes’”. Dicha tecnología es la que se ha empleado en filmes en los que los actores aparecen rejuvenecidos, con Project Gemini como ejemplo reciente.
¿Cómo rejuvenecieron al elenco de The Irishman, entonces? “Respiré profundo y le dije ‘desarrollaremos la tecnología, una nueva tecnología’”, explicó Helman. “Logramos algo que nunca se había usado antes. El actor no debe usar ningún casco ni marcas”.
Se trata de una tecnología que dispone de lo anterior, y mezcla un sistema de cámaras y software que captura las interpretaciones de los actores sin alterar, para trasladarlas a modelos tridimensionales de sí mismos generados por computadora. Suena a un gran paso hacia adelante para el rejuvenecimiento digital, pues elimina las obstrucciones… aunque trae sus propios retos.
El primero fue para los propios actores, todos cerca de convertirse en octogenarios. El problema se volvió evidente durante el primer día de Pacino en el set. Durante una escena, su personaje Jimmy Hoffa ve por televisión la victoria presidencial de los Kennedy.
“El diálogo de Al era ‘No puedo ver esto’”, recuerda Scorsese. “Se levantó de la silla como un hombre de su edad lo haría y se iba, y entonces nos dimos cuenta de que Hoffa tenía 49 años en aquel entonces, y que se movería distinto a un hombre de setenta y tantos, como lo hizo Al”.
Era necesaria la congruencia a tal grado que la producción contrató al fisioterapeuta Gary Tacon como “analista de movimiento”, cuyo rol fue trabajar con los actores para ayudarlos a moverse como sus versiones más jóvenes.
También hubo complicaciones técnicas en el rodaje, y aquí intervino el cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto, quien ha trabajado con Scorsese desde The Wolf of Wall Street. La ausencia de los arneses para el rostro o “cascos” para capturar los rostros de los actores implicó mucho trabajo de preproducción, para que Prieto y su equipo de camarógrafos pudieran obtener lo necesario para el equipo de efectos visuales.
“Las técnicas de rejuvenecimiento que ILM desarrolló para el filme son extremadamente innovadoras”, contó Prieto. “Se requirió mucha investigación y desarrollo por parte del equipo de cámaras para asegurarnos de poder entregar lo que ellos necesitaran, y permitir a Marty mover la cámara como él quisiera. Fue un trabajo tremendo, pero al final resultó de forma que las transiciones entre las escenas donde los actores son rejuvenecidos con efectos visuales, a las décadas posteriores donde no hay efectos visuales, no se notara.
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