Good Omens, la infancia es destino o el pequeño Anticristo

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Estrena la primera temporada de Good Omens, la serie inspirada en la novela homónima de Neil Gaiman y Terry Pratchett.

Creador: Neil Gaiman

Actúan: David Tennant, Michael Sheen, Jon Hamm, Benedict Cumberbatch

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Sinopsis

Cuando se acerca la hora del fin del mundo, el ángel Aziraphale (Sheen) y el demonio Crowley (Tennant) deben compartir la misión de encontrar al anticristo, un niño que por una confusión de cunas fue criado por la pareja equivocada y que de descubrir sus poderes detonaría el Apocalipsis, desde el corazón mismo de Londres.

https://youtu.be/hUJoR4vlIIs

A ratos recordándonos el espíritu de nuestras pastorelas en Latinoamérica y en otros tantos más poseyendo el sabor del clásico Monty Python británico, Good Omens sabe retomar la cosmología bíblica para de ahí reflexionar sobre la naturaleza de los mortales.

Tal como sucede en el libro homónimo de Neil Gaiman y Terry Pratchett, la idea de un niño anticristo que no conoce su potencial diabólico por ser criado por padres amorosos, vuelve a Good Omens una apasionante aproximación sobre esa frase hecha de “infancia es destino”.

La existencia de Good Omens obedece a un sueño de décadas de sus propios autores, quienes usaron el humor no para burlarse, sino para sacudir lo solemne de la religión. El acercarnos a esta experiencia multigénero, es entrar al universo de Gaiman y Pratchett, donde Dios y Satanás desean tu alma, pero no necesariamente sentarse contigo a cenar.

Los fanáticos de la ciencia ficción podrán divertirse un rato, cuando el niño en cuestión, Adam (Sam Taylor Buck), decide utilizar sus poderes para otros menesteres, entre ellos atender teorías conspirativas, abordar la desaparición de la Atlántida, e incluso provocar que naves de alienígenas verdes se estrellen sobre la metrópoli inglesa.

El absurdo y la sátira se juntan, mientras caminamos una puesta de escena que no tiene miedo a lucirse a veces cual papel maché y cartulina de una obra infantil, no porque los efectos visuales no estén bien logrados, sino porque el tono desenfadado de la narración nos hace sentir el disfrute de los escritores por contarnos cosas importantes, usando ángeles con alas emplumadas que se sientan para tomar unas copas de vino.

Por otro lado, Sheen por fin tiene un personaje que no se vuelca a la menor provocación, siendo el mástil moral de la historia. Mientras que Tennant sabe ser el sátiro listo para hacer feliz a su jefe Satán. Entre estos dos protagonistas, saltan más que chispas.

Veredicto

En un mundo que juega en cada película de multiplex con dioses y semidioses, Good Omens nos recuerda que la guerra entre el cielo y el infierno puede ser divertida. Los protagonistas Michael Sheen y David Tennant, juegan no solamente los dos lados de una moneda, como ángel del cielo y demonio, sino que son los opuestos de todo ser humano que surgen y conviven en cada una de sus acciones.