La desconexión del cine nacional con el público mexicano

Durante el IV Encuentro Internacional de Mujeres en el Cine, organizado por el Festival Internacional de Cine de Monterrey, la directora general del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), María Novaro, habló sobre la promoción del cine nacional y la desconexión que éste ha tenido con el público mexicano.

De acuerdo con Novaro, la ruptura surgió en 1994, durante el surgimiento del Tratado de Libre Comercio (TLC), pues el cine no fue negociado como una excepción cultural. Esto que provocó cambios radicales en las dinámicas de producción y exhibición en México.

“Viví una época con políticas públicas diferentes. Danzón (1991) fue una película con mucho éxito porque en ese entonces el cine costaba 8 pesos, en términos de aquella época era un precio protegido, de canasta básica. El gobierno consideraba que había que garantizar el derecho de todos los mexicanos para acceder a su propio cine y ver su imagen en pantalla”, compartió.

Desde hace un par de años, México rompió el récord de producciones que se estableció en la época de cine de oro, con la enorme diferencia que antes era visto por un mayor número de personas. Por lo ello, la directora destaca la enorme labor de todos los festivales.

“El mejor cine mexicano de ahora es de exportación, no se ve en nuestro país, por lo que los festivales de cine en México son nuestro mejor bastión para que la gente tenga garantizado su derecho cultural”, reconoció.

Para Novaro, los datos más importantes serán aquellos que publicarán en el anuario estadístico del cine mexicano el próximo año. Con ayuda del INEGI buscarán desvelar: cuántos mexicanos quieren ir al cine, cuántos no tienen recursos para ir, y cuántos no tienen una sala de cine cerca.

Roma (2018) fue luminosa, nos ayudó a detectar dónde no se tenían espacios apropiados para su exhibición y demostró que los mexicanos sí quieren ver lo suyo en pantalla”, señaló.

Para el IMCINE, el primer apoyo llegará con los festivales para que estos funjan como espacio de producción independiente. Con ello esperan dan aliento a nuevas formas de exhibición que puedan crear lugares seguros, además de brindar estímulos fiscales para apoyar el desarrollo del cine nacional.

“Este es un momento de cambio, de transformación. Ahora es cuando se puede recuperar y ofrecer a todos los mexicanos acceso a su identidad, a sus propuestas, a su cine”, concluyó.

Por Gerardo Villarreal

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