Los crímenes de Patricia Highsmith como inspiración cinematográfica


Desde hace años el cine ha encontrado en la literatura una fuente de inspiración. Historias clásicas, escritas por reconocidos autores, han servido como herramientas para los cineastas, quienes las han adaptado y llevado a la pantalla grande.  

Ha ya 22 años de su muerte, un 4 de febrero de 1995, reconocemos el trabajo de Patricia Highsmith, una de las principales representantes de la novela de crimen, cuyo talento llamó la atención de importantes directores, que se encargaron de darle vida a los peculiares (y ponzoñosos) personajes creados por la texana. Aquí abajo adaptaciones que deberías agregar a tu colección de DVD’s. 

Extraños en un tren (1951)

Meses después de publicada la primera novela de Patricia Highsmith en 1950, Alfred Hitchcock, director en ese entonces de Pánico en la escena y 39 escalones, cautivado por la historia de Bruno Anthony y Guy Haines inmediatamente adquirió los derechos de aquella novela.  Un año después Robert Walker, “el niño bueno de Hollywood”, junto con Farley Granger, actor conocido por The Rope (1948) protagonizaban este thriller que resultó nominado a los premios Óscar por mejor fotografía.

Carol / El precio de la sal (2015)  

Para esta novela, la texana, se basó en una experiencia que tuvo mientras trabajaba en el área de juguetes de un gran almacén en Nueva York; en épocas decembrinas entró al lugar una elegante y hermosa mujer en busca de una muñeca para su hija.

La autora cautivada por aquel efímero encuentro, empezó a trabajar el argumento de lo que sería una de las historias más polémicas de aquella época: El precio de la sal. Título que más tarde sería adaptado y llevado a las salas de cine por Todd Haynes bajo el nombre de Carol.

Rooney Mara junto a Cate Blanchett personificaron esta historia de amor entre Therese, una joven escenógrafa, y Carol, una mujer de alta sociedad. Tras conocerse, en una juguetería, las dos comenzarán una relación amorosa por la que lucharán a pesar de los prejuicios de la sociedad.

El talento de Mr. Ripley (1999)

Highsmith vivió a través de sus personajes; creó los peores escenarios para sus víctimas y dotó de increíble astucia, falta de moralidad y una inteligencia absoluta a sus asesinos.

 Tom Ripley, por decirlo de alguna forma, fue el hijo favorito de la escritora; no es casualidad que escribiera cinco entregas sobre las aventuras de este personaje. Además Patricia Highsmith puso mucha de su esencia en esta saga: el miedo a ser insignificante, la escasez de empatía por los demás, su amor por tierras europeas, los viajes. Todos rasgos de la misma autora proyectados en un solo personaje.

El mismo público de ese entonces era ávido lector de las desventuras del talentoso señor Ripley; lo que ocasionó que el personaje fuera llevado a las salas de cine en cinco ocasiones, siendo la adaptación protagonizada por Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow, bajo la dirección de Anthony Minghella, la más reconocida en las diferentes entregas y festivales del mundo.

Hasta el último infierno /Ese dulce mal (1977)

¿Cuándo el amor se puede convertir en obsesión? Para David, no existe tal comparación. Para él, ambos sentimientos son lo mismo; no hay un límite y de ser así, los ha cruzado sin darse cuenta, descendiendo poco a poco por el camino de la locura. Para el joven contador lo único que de verdad importa en esta vida es la “mujer de sus sueños” y hacerla feliz; aunque ella no sepa quién es él, ni cómo se llama. Será suya cueste lo que cueste.

El cine francés no se quedó atrás y  también rindió homenaje a la escritora a través de este thriller, protagonizado por Gérard Depardieu, actor que más tarde sería conocido mundialmente por su actuación en La mujer de al lado, y dirigida por Claude Miller. Esta cinta quizá es uno de los filmes basados en la biografía de la autora, menos conocidos.

The glass cell (1978) 

El juego que la texana hace entre bien y el mal son piezas argumentales para la mayoría de sus novelas; muchas de ellas llegan a cuestionar la moralidad que la sociedad tiene sobre ciertos temas como la homosexualidad, el crimen o la estafa. 

La celda de cristal retrata la vida de un hombre, que es empujado por la sociedad y el mismo sistema penitenciario, a convertirse en un criminal sin ley ni moral, pues así fue condenado, a pesar de ser inocente.

Nominada a un premio Oscar en 1979 a mejor película extranjera, The glass cell (nombrada así en los Estados Unidos) y dirigida por el alemán Hans W. Geissendörfer, es otro de los homenajes que se la han rendido a la escritora a lo largo de los años.

Quizá el atractivo de las novelas de Highsmith, y por las que han sido adaptadas por grandes cineastas, resida en el tratamiento que le da a sus personajes e historias. A diferencia de las novelas sobre crímenes, la autora de Extraños en un tren, a través de las páginas nos cuenta la historias de los protagonistas y sus motivos, ocasionando que nos enamoremos de ellos, que nos caiga bien a pesar de que cometen los actos más viles y desalmados. Nos invita a ser cómplices y entrar a su mundo, el cual exploramos
con placer.