Los mejores momentos de ‘Game of Thrones’

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Desde zombis helados hasta muertes por dragón, este es nuestro resumen de los mejores momentos de Game of Thrones (precaución: contiene violencia extrema, popó y sanguijuelas).

Por Cine

 

32. Charla en la tina (Temporada 3, Kissed By Fire)

¿Están enamorados Brienne of Tarth (Gwendoline Christie) y Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau)? Muchos fans (y Coster-Waldau) dicen que sí; otros insisten en que es platónico. De cualquier manera, no hay cómo negar que son una pareja de ensueño, y su mejor momento ocurre con esta conversación en un baño enorme en Riverrun. Después de quitarse la ropa, bajan la guardia y Jaime le cuenta cómo mató a Aerys Targaryen, el momento que lo deshonró. Es íntimo, dulce y cambia por completo cómo vimos a este león en particular.

 

31. Rey Popó (Temporada 7 / Dragonstone)

Mientras el resto del elenco desfilaba por la alfombra roja de los Emmys 2016, John Bradley (Samwell Tarly) estaba en Belfast, vaciando la popó de una bacinica. Las escenas cómicas en Game Of Thrones son pocas y muy espaciadas, pero una de las mejores ocurre en la premiere de la temporada 7, mostrando la monótona vida de Sam en la Ciudadela. Lava bacinicas, sirve estofado y arregla libros una y otra vez.

“Esa secuencia nos tomó dos semanas y media”, dice Bradley. “Filmábamos partes de diez segundos y yo no tenía idea de cómo se verían cuando las juntaran”. Fue filmado al inicio de la producción, antes de que los demás regresaran al set. “Era muy solitario… Pero una de las cosas que amo es que sea tan sorpresivo. Los mejores momentos en Game Of Thrones no tienen que ser batallas o personajes muriendo… la serie puede sorprenderte de manera extravagante con una edición de comedia muda.

Bradley se perdió los Emmy pero tiene un momento para recordar gracias a todas esas bacinicas sucias. “La primera vez que vi junta la secuencia fue en el Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles, donde proyectamos ese primer episodio. Escuchar la reacción de la audiencia y ver la secuencia aumentar en intensidad fue muy impactante. Probablemente es uno de mis momentos en la serie de los que me siento más orgulloso”.

En caso de que te lo preguntes, esa mierda era “pastel de frutas mojado”, que aparentemente es tan apestoso como la mierda de verdad después de un día bajo las luces.

 

30. “El caos es una escalera” (Temporada 3 / The Climb)

Littlefinger (Aiden Gillen) y Varys (Conleth Hill) son iguales: maestros de la intriga que hablan con amenazas y alusiones veladas. En los libros no tienen ninguna escena juntos, pero la serie corrigió eso con una conversación en la que parados frente al Trono de Hierro, discuten la política de Westeros —y la falta de testículos de Varys—. “La manera en que escribían a esos tipos era muy inteligente e ingeniosa”, dice Gillen. “Les encanta ver quién es mejor que el otro”.

La escena fue escrita para la temporada 1 pero no pudo ser metida ahí. Dos años después, fue sacada de un cajón y aumentada. Pero no fue sino hasta la postproducción que adquirió su forma actual. “Cuando filmamos, el diálogo era susurrado”, recuerda Gillen, “y decidimos subirle el volumen. Así que en una sesión de reemplazo automático de diálogo logramos que pasara de un tono de conversación a algo más épico, conforme me metía en el discurso de Littlefinger”.

El clímax de ese monólogo es la frase inmortal “El caos no es un pozo; el caos es una escalera” —que ha inspirado playeras, tazas y memes con las palabras puestas sobre fotos de tipos como Trump y Putin—. A Gillen, quien basó el lenguaje corporal del personaje en Peter Mandelson, todavía le piden escribirla en cajas de Funkos de Littlefinger. “Es chistoso cómo resultan estas cosas. Encapsula su filosofía de una manera clara y poderosa. Y es una frase apta para la época que vivimos ahora. El caos ES una escalera”, dice.

 

29. R + L = J (Temporada 7 / Eastwatch)

Fue el mayor secreto en Westeros durante años. Y al final, la revelación fue casi opacada por un chiste sobre el baño. Mientras le recita a Sam hechos del diario del Alto Septón Maynard (donde también registra los detalles de sus movimientos intestinales), la ex salvaje Gilly divulga inadvertidamente el verdadero linaje targaryen de Jon Snow. Eso confirmó la teoría ‘R+L=J’ mantenida desde hacía mucho por los fans: Rhaegar Targaryen más Lyanna Stark es igual a Jon Snow.

“Me sorprendió mucho que me dejaran revelar esa información a mí”, dice Hannah Murray, quien interpreta a Gilly. “Ella y Sam están medio fuera de la política, pero de pronto hacen cosas importantes que ponen a temblar la tierra”. Bueno, sí. La revelación de que el bastardo de Ned Stark era de hecho el heredero del Trono de Hierro y que la Rebelión de Robert se basó en una mentira tumbó parte de Internet, con cientos de videos en YouTube mostrando las reacciones de la audiencia a lo que se llamó la ‘Gillybomba’.

“La reacción me dejó sin habla”, admite Murray de uno de los mejores momentos de Game of Thrones. “No esperaba que fuera tan grande”. Pero es enorme, quizá “uno de los momentos más importantes en la historia de la serie”, dice John Bradley. “No tienes tiempo de procesarlo antes de que Sam se ponga a hablar de lo desencantado que está con la vida en la Ciudadela”.

Es una diatriba que también ha demostrado ser un ejemplo notable de condescendencia maestra. “¡Sí! ¡Justicia para Gilly!”, dice Murray riendo.

 

28. Fuego contra hielo (Temporada 7 / Beyond The Wall)

Aun para los estándares de Game Of Thrones, siete guerreros contra miles de no-muertos hace que las probabilidades sean aterradoras. “Nunca había visto a tantos dobles corriendo hacia mí con instrumentos afilados. ¡Es atemorizante!”, recuerda Richard Dormer, también conocido como Ser Beric Dondarrion. “Solo puedes escuchar los gruñidos y gritos, así que estás muy involucrado”.

Filmada en lo alto de Cave Hill, en Belfast, la escena involucró a cientos de dobles y cientos de extras más, todos atacando a la banda de hermanos en su diminuta isla refugio. La banda aprendió movimientos estándares para rotar contra las hordas que les llegaban y con los dobles listos para reaccionar a cualquiera de ellos y comenzar a pelear. El más espectacular fue Beric y su espada de fuego, que se veía impresionante… en pantalla.

Por desgracia para Dormen esa espectacular arma resultó terriblemente impráctica. La espada ardía solo durante dos minutos antes de tener que volver a prepararla para la escena, y consumía tanto oxígeno que blandirla en el aire podía provocar que Dormer se mareara. Y eso no fue lo peor. “No podía ir a toda velocidad porque la flama se apagaba”, dice. “Así que es como veinte por ciento más lenta que una espada normal. Era como trabajar con un animal o un niño: nunca sabías qué iba a hacer”.

 

Las cinco semanas de rodaje en un clima miserable fueron difíciles, pero se desarrolló un ‘esprit de corps’. El septeto se sentaba con ukuleles y banjos entre tomas, tocándole serenatas al equipo técnico con canciones de Tom Waits y bromeando juntos. “Era como mentalidad de trinchera”, dice Dormer. “Humor de calabozo. Gracias a dios, porque si no hubiéramos tenido sentido del humor habría sido el rodaje más miserable”.

 

27. Lujuria y sanguijuelas (Temporada 3 / Second Sons)

“Creo que es una de las maneras más interesantes de perder tu virginidad”, asegura Joe Dempsie, quien interpreta a Gendry, el hijo ilegítimo de Robert Baratheon, y según algunos, el hombre con más derechos al Trono de Hierro. Humilde herrero que escapa la masacre de los bastardos de Joffrey, la ascendencia real de Gendry pasa casi inadvertida hasta esta salvaje escena de sexo de la temporada 3 donde la sacerdotisa Melisandre (Carice van Houten) lo tienta hasta la cama — antes de agregarle cuerdas, sanguijuelas y hechizos a la mezcla—.

“Cuando quise ser actor, eso es justo lo que tenía en mente: magia oscura y sadomasoquismo”, dice Dempsie riendo. “Todo es un día de trabajo en una serie como Game of Thrones… Cuando leí la escena por primera vez, mi mente se echó a andar: ¿cómo le van a hacer con las sanguijuelas? ¿Tal vez las hagan con CGI? Pero no: usaron sanguijuelas reales, alimentadas antes de la filmación para que no chuparan la sangre de Dempsie. “Eso sólo significaba que se resbalaban de mi torso. Fue una de esas escenas que sólo pasan una vez en tu carrera”.

Para Gendry, eso significó el exilio a King’s Landing y desaparecer de la serie durante cuatro años. En cuanto a las sanguijuelas, gordas y atascadas de sangre real y quemadas en el fuego por Melisandre y Stannis Baratheon, es un ritual que tuvo más efecto en la serie que el mérito que recibe. “El usurpador Robb Stark, el usurpador Balon Greyjoy, el usurpador Joffrey Baratheon”, recita Stannis —prediciendo muertes que ocurrieron—.

 

26. Dragón vs. Vagón (Temporada 7 / The Spoils of War)

Si un hora de Dothraki gritando no era lo suficientemente terrorífica, el Tren del Botín de los Lannister recién salido de Altojardín, presencia por primera vez a los dragones de Daenerys. Con la reina al centro, Drogon desciende hacia el enemigo, sacando ráfagas de fuego en su dirección y quemando hombres. Las miradas de asombro de Bronn y Jaime por el poder de la bestia nos lleva a uno de los mejores momentos de Game of Thrones.

 

25. Sentar tropas (Temporada 6 / The Winds of Winter)

Es justo decir que Game of Thrones hizo más por construir acontecimientos que recompensarlos. Así que cuando Daenerys por fin dejó de andar por el desierto, reunió a sus últimas tropas conquistadas y viajó en barco hacia Westeros con sus dragones para reclamar el trono. Fue un momento fílmico increíble, un cruce entre Troy y The Hobbit que promete grandes batallas.

 

24. Cuchillos fuera (Temporada 5 / Mother’s Mercy)

“OMG STAHP STABBIN JON SNOOOO” (Dios mío, dejen de apuñalar a Jon Snow), tuiteó Maisie Williams después del final de la temporada 5. Habló por todos nosotros. En una serie conocida por matar a los personajes principales, el asesinato de Jon Snow por sus hermanos de la Guardia de la Noche creó una ola de choque —y disparó un montón de teorías sobre su destino real—. El hecho de que volviera a la vida apenas un par de episodios después no alivia el trauma o la tragedia del momento.

 

23. La quema Temporada 5 / (The Dance Of Dragons)

Ningún niño está a salvo en Westeros (recuerda a todos los bebés que despacharon los secuaces de Joffrey), pero sigue habiendo algo impactante en la secuencia donde el fanático Stannis Baratheon (Stephen Dillane) sacrifica a su joven hija Shireen (Kerry Ingram) para el Señor de la Luz, mirándola mientras es consumida por las llamas.

En pantalla, la secuencia es tan desoladora que es casi imposible de ver en parte debido a los gritos desgarradores de la niña desfigurada. “Está en mi currículum ahora: gritona profesional”, dice Ingram bromeando. “Antes de realizar la escena, mi coach vocal me llevó a un estacionamiento vacío en pleno Belfast y me hizo gritar durante media hora hasta echar el pulmón. Fue la única manera de practicar sin que alguien llamara a la policía”.

Tomó tres días realizar la toma, pero la intensidad duró más porque Ingram supo de su suerte por teléfono durante un paseo familiar. “Obviamente tuve que contarle a mi mamá lo que pasaba”, dice la actriz que tenía quince años en esa época. “Ambas pensamos que era muy emocionante porque en Game Of Thrones morir de una manera tan intensa es un gran honor. Ella estaba feliz por mí. Aunque cuando llegó la hora, le costó trabajo tener que verlo y escucharlo”.

Cuando el episodio salió al aire, su familia extendida se juntó para ver cómo la quemaban viva. “Mis abuelos y tías y así… Ellos no habían visto la serie antes. Grabamos su reacción en video y decían cosas como: ‘¿Cómo no nos dijiste? ¡Fue horrible!’”. Y ahora que han pasado unos años, ella sigue orgullosa de la secuencia aunque tiene un lado malo: “Nadie me permite contar chistes de quemados”, se lamenta.

 

22. Theon pierde su juguete Temporada 3 / (The Bear And The Maiden Fair)

Ramsay Snow, el Bastardo de Dreadfort, nunca dejó de estar a la altura de su título. Interpretado con un entusiasmo sádico por Iwan Rheon, era un personaje tan desagradable que hasta nos hizo sentir lástima por el lloriqueante Theon Greyjoy (Alfie Allen). Y nunca tanto como en el impactante momento en el que Ramsay agarra un cuchillo para castrar —amenazando las partes bajas de Theon— incrementando la intensidad de la secuencia de tortura extendida de la temporada 3.

Sin embargo, Rheon no estaba tan impactado: sabía exactamente en qué se metía. Después de todo, revela: “Esa fue la escena con la que audicioné”. Una que describe como “brillantemente escrita, porque estaba basada en el giro de que él había sido muy bueno con Theon” —específicamente, mandando primero a dos mujeres para que cariñosamente, digamos, lo pusieran duro— “aunque en realidad lo que quiere es chingarlo. Es una manera muy enferma de hacer las cosas, pero… ¡Ramsay tenía una manera muy desgraciada de hacer cosas!”.

Tal y como demostró tres episodios después cuando dio un remate brutalmente oscuro comiéndose una salchicha de aspecto muy sospechoso frente al emasculado Greyjoy (no, no era lo que piensas —“¡No soy un salvaje!”—, exclamó Ramsay), y que es la razón por la que hasta este día, hay personas que ocasionalmente saludan a un desconsertado Rheon ondenado las salchichas de sus platos en restaurantes y cafeterías. “Es como raro”, dice. “Fue hace tanto tiempo que ya se me olvidó, así que pienso: ‘¿Por qué me ondean una salchicha?’ ¡Ah, sí! Ok, ya recuerdo’”.

 

21. Tyrion a juicio (Temporada 4 / The Laws Of Gods And Men)

Durante cuatro temporadas Tyrion había fingido indiferencia al ser atacado por su familia, pero la furia ante su desprecio finalmente explotó cuando lo enjuiciaron por el asesinato de su sobrino Joffrey. Le escupe bilis a los desagradecidos nobles de King’s Landing, denuncia a su hermana y sorprende incluso a Tywin con su demanda final: ser enjuiciado por combate. Es uno de los mejores momentos de Peter Dinklage y un punto de cambio para la serie (mira cómo se emociona Viper al final).

 

20. Nacido en llamas (Temporada 1 / Fire And Blood)

Además de todo ese asunto con Stark, la temporada 1 de Game of Thrones es básicamente ‘Daenerys Targaryen: El Origen’, y en la escena final su transformación como la madre de todos los dragones comienza de verdad. Su estilo de liderazgo (quema cosas, haz amigos) nace aquí, y también su trío de dragoncitos: Drogon, Viserion y Rhaegal, nacidos de las llamas de la pira funeraria de su esposo. Son infernalmente adorables —no que pudiéramos atrevernos a decírselos de frente hoy en día—.

 

19. Duro bastardo (Temporada 6 / Battle Of The Bastards)

Bastardo en todos los sentidos, Ramsay atraviesa con una flecha a Rickon Stark (Art Parkinson) cuando corre por el campo de batalla hacia su hermano. Enfurecido, el bastardo Jon Snow carga contra las líneas enemigas solo, con su caballo destrozado por una ráfaga de flechas dejándolo de pie, espada en mano, contra los rugientes cascos de la caballería Bolton. Mientras se prepara para morir luchando, el ejército Stark llega y las dos fuerzas colisionan en una explosión de lanzas astilladas y carne de caballo.

 

18. “Shame!” (Temporada 5 / Mother’s Mercy)

¿Te acuerdas de ese sueño en el que estás desnudo en la escuela? Imagina eso y que además estás siendo golpeado con fluidos corporales y basura, y que hay una monja demoníaca detrás de ti tocando una campana y señalando tu “vergüenza”. Incluso la perra de acero Cersei Lannister (Lena Headey) lucha visiblemente para mantener su compostura cuando tiene esa pesadilla. Claro que un león no puede cambiar su, este, peluche, y ella se consuela planeando una violenta venganza.

 

17. A los perros (Temporada 6 / Battle Of The Bastards)

Todo lo malo tiene un final. También la gente mala. En la mente de Iwan Rheon, la muerte de Ramsay Bolton ocurrió en el momento correcto y de la manera perfecta. “Me pareció que tuvo una muerte buena y justificada”, dice, refiriéndose al momento en que Sansa pone punto final a la Batalla de los Bastardos echándole a sus perros hambrientos. “Creo que el personaje tuvo un arco completo. No sé qué más podrían haber hecho con él. Llegó al punto en el que necesitaba que lo mataran espantosamente”.

Rheon supo que el momento le llegaba cuando los productores Dan Weiss y David Benioff lo llamaron por teléfono unos meses antes de que comenzara el rodaje de la temporada 6 y le dijeron: “¡Felicidades! ¡Ramsay consiguió el Trono de Hierro!”. Él se rió y les respondió: “Estoy muerto, ¿cierto?”.

La escena requirió que estuviera “cubierto de sangre, atado a una silla, con Sophie (Turner) pretendiendo que los perros se estaban comiendo mi cara”. En la realidad, esos perros “son bastante agresivos”, así que tuvieron que ser agregados digitalmente después. “No te permiten hablarle o mirar a los ojos a esos canes”, explica. “Sólo escuchan a su amo, así que tienes que tener cuidado con ellos. Aunque como fue mi última escena, tal vez sí hubieran podido tener a un perro en mi cara de esa manera, pero pensaron que era mejor cuidarme en caso de necesitar repetir tomas”. (Creemos que lo dice en broma).

Después de muchas muertes desalentadoras y finales con sorpresas horribles, fue bueno que los espectadores por fin vieran a alguien recibir su merecido. “Hubo vítores por todos lados”, dice Rheon. “Se lo merecía. ¿Ves? ¡Hay algo de justicia en el mundo!”.

 

16. Muertos y hechos pie (Temporada 6 / The Winds Of Winter)

“Creo que la gente pensó que era muy enfermo”, dice Maisie Williams. “Yo también. Siempre es bueno cuando Arya elimina un nombre de su lista”. Después de que Lord Walder Frey (David Bradley) ordenara la matanza de su madre, hermano mayor, cuñada y sobrino nonato, Arya Stark finalmente se vengó sangrientamente. A pesar del horror de los detalles —matar a los hijos de Frey y hornearlos en un pie con el que le da de comer antes de cortarle la garganta—, es un momento de clímax heroico para la hija más joven de Stark, después de una larga temporada huyendo y entrenándose como asesina braavosi.

“Esa fue una muerte grandiosa”, dice. “Y fue una noche divertida de rodaje, también. Ese año dejé la escuela así que trabajaba en horario de adulto y fue el día más genial. Estábamos en el set muy tarde y pidieron una pizza. Recuerdo atascarme de pizza y después ir a apuñalar a alguien. Fue muy divertido”.

Hubo un timo adicional en la historia en el que Arya recibió un trato como ningún otro personaje de Game of Thrones. “Sí, en la temporada siguiente tuvieron un inicio frío (apertura de capítulo antes de los créditos iniciales) y nunca hacen eso. Walder estaba de vuelta y todos estaban como confundidos. Después él se revela como Arya y ella envenena a todo el ejército Frey”. Se ríe, extrañamente. “Bish, bash, bosh, empieza la temporada 7. ¡Aquí vamos!”. Como la misma Arya, Williams ciertamente parece disfrutar su trabajo. Tal vez demasiado.

 

15. Fuera máscaras Temporada 6 / (The Red Woman)

La reacción de Carice van Houten al ver a Melisandre fue la misma que la de la audiencia: “¡Me dio mucho miedo! Fue muy aterradora”. Al final de The Red Woman, el primer episodio de la temporada 6, Melisandre se quita el collar revelando su forma verdadera, la de una mujer ancestral con la carne colgando y cabellos ralos aferrándose a su cabeza. Fue la confirmación de algo que se insinuaba a lo largo de la serie: que Melisandre era mucho mayor de lo que aparentaba y que esos años le habían cobrado factura.

Y sí fue la misma Van Houten en esa escena. Por lo menos, su cabeza. “Pasé seis horas en maquillaje para que me pusieran esos prostéticos”, dice. “Había una mujer (una doble de cuerpo) que hacía lo mismo que yo y luego ellos las combinaban por computadora. Son unos magos”.

Ese momento cambió la percepción que los espectadores tenían de Melisandre, mostrando que la imagen audaz que presenta al mundo era sólo una máscara, y también cambió cómo la interpretó Van Houten después. “Siempre supe que era mayor de lo que parecía, pero nunca supe qué íbamos a hacer con ello”, dice. “Cuando conocí esto le dio mucha más vulnerabilidad, podías ver que ella ha visto más que los demás en la serie. Hace todo por un bien mayor. Sus métodos no son lindos, pero sabe qué hace”. Es uno de los mejores momentos de la Game of Thrones porque nos muestra que una de las villanas más formidables de la historia era sólo otra humana cuando nadie la miraba.

 

14. Arrasados (Temporada 4 / The Children)

Una de las mejores cosas de Game Of Thrones es que la muerte no respeta a nadie. Los personajes relativamente menores pueden morir muy dramáticamente mientras que personajes importantes pueden ser despachados de la manera más mundana. Pero ningún personaje tuvo un final tan poco digno como Tywin Lannister. El hombre que se cagó a todos en los Seven Kingdoms fue asesinado con una ballesta por su aborrecido hijo Tyrion mientras… cagaba.

Como no era lector de los libros, Charles Dance, quien interpretaba a Tywin, no estaba al tanto de cómo moriría. “Recuerdo que alguien en el set dijo: ‘Ah, tu muerte es una gran escena”, dice. “Pensé: ‘Genial’, y fui a comprar el libro. Cuando lo leí, pensé: ‘Wow… bueno… Si te tienes que ir, esa es una muy buena manera de morir’”.

Debería estar agradecido de que no filmaran la escena tan gráficamente como está en el libro, porque habría sido difícil. “No iban a seguir al pie de la letra lo que pasa en el libro”, dice Dance. “No había manera de que me cayera de la taza y se me derramaran las tripas por todos lados. Pero de todos modos fue muy poco elegante”.

Dramáticamente, es una de las escenas más poderosas de la serie, con Tyrion finalmente derrotando a un padre que siempre había querido que muriera. “Puedes ver un momento de arrepentimiento en Tyrion por lo que tiene que hacer”, dice Dance, lo cual no significa que fuera dramático para todos los involucrados. “Me costó trabajo aguantar las ganas de reír”, admite sonriendo.

 

13. Festival de fuego Temporada 3 / (And Now His Watch Is Ended)

Ya habíamos visto a un dragón bebé quemar a un hechicero en Qarth, pero este es el momento que mostró todo el poder de las criaturas y su ‘madre’. Un falso comerciante de esclavos astapor insulta a Daenerys en valyrio sin saber que es el lenguaje materno de ella, y engreídamente toma a uno de los lagartos, a Drogon, para intercambiarlo por un ejército. Cuando Daenerys entona “¡Dracarys!” y Drogon lo rostiza vivo, es uno de los mejores momentos de Game of Thrones. Tan inspirador como pueda serlo el ver a alguien inmolado.

 

12. El Muro cae (Temporada 7 / The Dragon And The Wolf)

Tomó siete años al ejército de los muertos llegar al Muro, pero no lo hizo solo. Con Tormund y Beric mirando, los rangos de cadáveres se forman abajo cuando se escucha un rugido sobrenatural. Con el Night King montándolo, la forma reanimada del dragón Viserion bombardea el Muro, escupiendo gotas de fuego azul hasta que una explosión concentrada provoca que la estructura, que lleva ahí ocho mil años, se derrumbe. A medida que los muertos se filtran por la brecha hacia el norte y el dragón no-muerto pasa por encima, la batalla por Westeros finalmente comienza.

 

11. Sin final feliz Temporada 4 / (The Mountain And The Viper)

Cuando el momento Iñigo Montoya del Príncipe Oberyn finalmente llega —un enfrentamiento contra Gregor ‘La Montaña’ Clegane, el bruto que violó y asesinó a su hermana— hay una esperanza de un final feliz. Excepto que en Westeros no hay de esos, y justo cuando todos asumen que Red Viper (Pedro Pascal) ha triunfado, La Montaña (Hafþór Júlíus Björnsson) le da la vuelta al guión sacándole los ojos a nuestro héroe y abriéndole la cabeza en un espectáculo espantoso. Otro de los mejores momentos de Game of Thrones es posiblemente el momento más sangriento, lo cual ya es mucho decir.

 

10. Infierno verde (Temporada 2 / Blackwater)

“Orina en un fuego salvaje y se te quema el pito” es un viejo proverbio de los navegantes de Westeros. Pero hasta la Batalla de Blackwater, el fuego salvaje es sólo cosa de proverbios. Todo eso cambia cuando el plan de Tyrion Lannister debe alterarse para enfrentar el ataque de Stannis Baratheon en King’s Landing y tiene éxito de una manera gloriosa y explosiva. Después de siete temporadas, sigue siendo una de las mejores y más satisfactorias estrategias militares jamás realizadas en la serie, con la flota Baratheon casi completamente arrasada por una sola flecha ardiente. Por lo visto, no solo los pitos se queman.

 

9. Bran cae (Temporada 1 / Winter Is Coming)

“Creo que a los diez eres muy joven para saber que alguien te quiere muerto”, dice riendo Isaac Hempstead-Wright, también conocido como Bran Stark. El primer episodio es uno de los mejores momentos de Game of Thrones por establecer el tono de la serie sin piedad con una escena final impactante, donde el heroico caballero en armadura brillante, Jaime Lannister, casualmente lanza a Bran desde la ventana del castillo después de que el niño lo vio cogiéndose a su hermana. “Las cosas que hacemos por amor”, de hecho.

“Sabía lo que pasaba”, recuerda Hempstead-Wright. “’Bien, está cogiendo con su hermana. Vaya, eso es malo’. Lo principal para todos era asegurarse de que yo no viera la escena de sexo. Pero mis padres y los otros actores la habían contextualizado en la historia”. Para Hempstead-Wright fue mucho más emocionante el hecho de estar en un alambre (“lo mejor”), trepando el muro de un castillo medieval que lo demás, aunque fue una doble quien realizó la caída de diez metros.

A pesar de lo oscuro y horrible que es el momento —Bran queda discapacitado y a partir de entonces sólo camina en sus sueños místicos— para cuando fue filmado el joven actor estaba ya acostumbrado al escabroso tono de la serie. Después de todo, había sido parte de la escena en la que Ned Stark ejecuta a un desertor de la Guardia de la Noche, con sus hijos mirando. “Después de ver a Sean Bean pateando una cabeza decapitada como si fuera un balón de futbol, como que se desmitifica el drama y el trauma de esto”, dice Hempstead-Wright. Y con ocho temporadas de decapitaciones, incineraciones y tortura por delante de él, tal vez haya sido bueno que Bran haya tenido una lección de vida siendo tan joven.

 

8. Besos de ceniza (Temporada 8 / The Iron Throne)

El final de la octava y última temporada ve el cumplimiento de una visión que Daenerys tuvo desde la temporada 2: el Trono de hierro ante ella, y King’s Landing cubierto de lo que pudo ser la nieve de invierno, pero resultaron ser las cenizas de su furia.

Ella toca el trono y se proclama futura libertadora de todos los reinos, incluido Winterfell, donde se sienta Sansa Stark. Es confrontada por Jon Snow, su corazón roto por la carnicería cometida por su amada (que también es su tía… es mejor si no piensas mucho en ello).

Jon (¿o deberíamos llamarlo Aegon?) jura lealtad a a su reina con un beso… justo antes de clavarle una daga en el corazón. Drogon desata su llameante furia en el Trono de hierro, que su «madre» jamás llegó a ocupar, y lo reduce a nada más que un montón de espadas derretidas.

Es un desenlace con cierto grado de poesía que, para no perder la costumbre, dejó satisfechos a unos y enojados a otros. Pero también es el punto clave para una nueva era de Westeros: Jon, último Targaryen viviente, es condenado a servir de nuevo en el Muro, terminando para siempre la dinastía de “Fuego y sangre”. Tyrion, con el conocimiento de lo que ha provocado la lucha por el poder absoluto, propone la elección de un monarca sabio y justo.

Se trata de uno de los mejores momentos de Game of Thrones no por su espectacularidad, sino porque da fin al gran tema que rigió la serie: la búsqueda de un gran poder, y el precio que éste tiene. Ante la pregunta de quién se sentaría en el codiciado Trono de hierro, la serie vino con la respuesta menos esperada: nadie.

 

7. Levantando muertos (Temporada 5 / Hardhome)

El clímax de Hardhome es la serie en su forma más intensa: un giro sobrenatural de Dunkirk en el que Jon Snow y hordas de salvajes apanicados huyen de las fuerzas del invierno eterno. Hay una vibra de muerte en éste, otro de los mejores momentos de Game of Thrones, inmortalizado cuando el Night King, el Gran Villano de la serie pocas veces visto, levanta sus brazos y resucita a todos los cadáveres del campo de batalla, clavándole la vista a Jon al hacerlo.

“Recuerdo claramente estar acostado en el sofá leyendo eso y pensar: ‘¡Jesús! ¡Sorprendente’”, dice el mismísimo Night King, Richard Brake. Es la primera demostración del poder del personaje y el mayor reto de Brake en la serie, requiriendo seis horas de maquillaje para transformarlo en el principal bastardo helado de Westeros. “Los lentes de contacto eran los más grandes que puedes poner en un ojo humano”, nos revela. “Fueron una tortura. Sólo los aguantaba cuatro horas y después tenían que ir por tres personas para agarrarme la cabeza y volvérmelos a poner. Pero valió la pena”.

 

Brake permanecía solo en una esquina del set. “Medito mucho y permanecía en un lugar muy oscuro. Era fácil permanecer solo porque soy una criatura de apariencia extraña con quien de todos modos nadie quiere hablar”. Después él y Kit Harington se miraron, las fuerzas de la oscuridad y la luz, cara a cara por fin…. y de ahí, al pub.

Debido a cuestiones de agenda, Brake ya no interpretó al Night King en las siguientes temporadas. Pero gracias a este momento los fans siguen acercándosele y son bastante interesantes. “Hay muchos tatuajes de Night King”, ríe Brake. “La gente lo ama. Creo que muchos quieren que se siente en el trono. Es algo muy chiflado, por decir lo menos”.

 

6. Todos quieren que te mueras, Joff (Temporada 4 / The Lion And The Rose)

El bully más gritón y cobarde de Westeros recibe una muerte gritona y cobarde: envenenado en su propia boda, ahogándose con sus propios mocos. Alegría por el mal ajeno es decir poco: la fulminante muerte de Joffrey es quizá lo más alegre que puedes esperar sentirte por la mala fortuna de alguien, y sin embargo, una vez que la luz se extingue de los ojos inyectados de sangre de esa mierda, es sorprendentemente difícil sentirte contento a pesar de lo monumentalmente desgraciado que era, porque en sus momentos finales nos recuerdan que Joffrey es solo un niño mimado. Maldita sea tu sutilidad inoportuna, George R.R. Martin.

 

5. Juego, Sept, match (Temporada 6 / The Winds Of Winter)

Una hermosa pieza musical de diez minutos de Ramin Djawadi acompaña la manera en que va incrementándose la fiera venganza de Cersei: uno de los mejores momentos de Game of Thrones es una verdadera obra maestra de tensión en aumento. El piano (la única vez que aparece en la pista sonora de Games Of Thrones) da lugar a un coro que escala a un violonchelo frenético y finalmente a un estruendoso órgano de iglesia mientras las súplicas de Margaery al Gorrión Supremo pasan desatendidas, y Lancel, sangrando, se arrastra hacia los barriles de lumbre en las catacumbas.

Cersei mira desde la Fortaleza Roja, con una copa de vino en la mano, mientras el Gran Septo de Baelor, junto con todos sus enemigos, es consumido en una erupción de fuego.

 

4. Full Mad Queen (Temporada 8 / The Bells)

“Cada vez que nace un Targaryen, los dioses lanzan una moneda”. La vieja máxima, enunciada un par de veces a lo largo de la serie, tuvo la respuesta en su penúltimo episodio. La moneda aterrizó y Daenerys Targaryen, llamada la “rompedora de cadenas”, abrazó el miedo para convertirse en lo que ella misma afirmaba enfrentar: una tirana.

Puede haber sido un giro demasiado súbito, pero no ilógico, para una protagonista que no había escatimado en inmolar a sus opositores desde sus días en Essos. La destrucción de King’s Landing por la fiera llamarada de Drogon es un punto de quiebre no sólo para Daenerys, sino para todos los aliados y opositores que deciden o respaldarla sin importar qué, o darse cuenta por fin que pelear por el Trono de hierro es una locura.

Ante todo, lo que The Bells hace mejor es recordarnos que, mientras nuestros protagonistas pasan sus días acumulando poder y apuñalándose por la espalda, quienes sufren lo peor de la guerra y la tiranía son las madres y sus niñas arrasadas por su incandescente furia.

 

3. Cortón a Ned Stark (Temporada 1 / Baelor)

Entre los mejores momentos de Game Of Thrones, éste es el que la define. El punto de la serie que deja en claro que no se trata sólo de llevar posiciones sexuales y violencia extrema al género de fantasía, sino también de matar sin piedad a sus héroes, comenzando con el personaje principal, Ned Stark, interpretado por la estrella más grande del elenco, Sean Bean. Hablamos de Boromir, maldita sea. ¡Y Sharpe! Pero no hubo ningún rescate de último momento para el pobre y noble Eddard, ex mano del Rey y cabeza de la Casa Stark. No hay prórroga sorpresiva. La espada cayó, por órdenes del Rey Joffrey, y su cabeza rodó en presencia de sus dos afligidas hijas: Sansa en el escenario del Septo de Baelor y la pequeña Arya en la multitud, viendo cómo se acababa su mundo.

“Bueno, de hecho hice todo lo mío en un día aparte”, corrige a Cine Maisie Williams. “Así que cuando Arya está en lo alto de la estatua mirando al Sept, no hay nadie ahí. Pero pienso en ello y me pregunto cómo hice eso tan convincentemente”, dice riendo. “De verdad creo que era mejor actriz cuando tenía doce años. No podría hacer eso ahora. Seguramente diría: ‘No tengo líneas visuales. No puedo hacerlo’”.

Confiesa que la importancia cultural de ese momento le pasó desapercibida en su momento. “No había visto tanto drama y no me di cuenta de lo diferente e impactante que era. Pensaba: ‘¿Por qué no más series hacen lo mismo? Cosas que nadie se espere. Sería genial’. Pero supongo que ese era el punto”.

 

2. Hold the door! (Temporada 6 / The Door)

Game Of Thrones es, cuando lo resumes, una serie sobre la muerte. En buena medida es impactante. En parte es bienvenida. Pero sólo una muerte, hasta ahora, realmente nos ha hecho llorar (a menos que te afligiera el lobo de Sansa en el segundo episodio): el acto heroico de autosacrificio cometido por Hodor, alias el DJ Kristian Nairn de Belfast, quien mantuvo cerrada una puerta para detener a una horda de cadáveres gritones permitiendo el escape de Bran (Isaac Hempstead-Wright). Después lograron entrar y lo hicieron pedazos justo cuando nos enteramos del origen de su extraño nombre (“¡Detén la puerta!”) y la verdadera tragedia de su destino.

Fue tan difícil de filmar como de ver, a lo largo de una semana que involucró tomas externas en la noche en la cantera Magheramorne, cerca de Belfast. “Es brutal, expuesta a los elementos”, dice Hempstead-Wright. “No puedo quejarme, estaba acostado. Pero fue difícil para Kristian”. No sólo por las difíciles condiciones físicas. Ese día Nairn cumplía cuarenta años y era su último día de rodaje de fotografía principal.

“Fue emocional”, nos dice Nairn. “Intensamente emocional. Se sentía muy definitivo dejar esta enorme producción después de haber estado tan cerca de Isaac durante tantos años. Obviamente se siente como un hermanito. Saber que siempre vas a estar en contacto con esta gente pero ya no los vas a ver diariamente… fue una escena difícil de hacer”.

Cine le pregunta si se quedó con algún recuerdo de ese día. “Síndrome de estrés postraumático”, responde bromeando.”Sí, de hecho me lleve una pequeña pieza de madera de una puerta rota. Tuvimos muchas puertas hechas de madera de balsa, y un pedacito cayó en mi mano, así que decidí quedármelo”. Así que podrías decir que, después de todo, Hodor sigue deteniendo esa puerta.

 

1. Hasta que la muerte nos separe (Temporada 3 / The Rains Of Castamere)

La secuencia que sorprende durante la Boda Roja es la serie en su forma más brutal y desgarradora. Indiscutiblemente uno de los mejores momentos de Game of Thrones.

Cuando David Nutter recibió su invitación para la Boda Roja, no tenía idea de los horrores que le esperaban. Era 2012 y el director estaba en Islandia filmando escenas de Jon Snow para la temporada 2. Después el coproductor D.B. Weiss lo invitó a cenar en Reikiavik y a lo largo de un menú de degustación de tres horas, le preguntó si podría realizar el penúltimo episodio de la temporada 3. “No tenía idea de lo que eso implicaba”, admite Nutter, quien no había leído los libros y no estaba consciente del significado de la secuencia que le estaban confiando. “Entre más me acercaba, más me daba cuenta de su relevancia. Sentía muchísima presión”.

La Boda Roja, por supuesto, es un evento tan sombrío y sangriento que hace que el final de Macbeth parezca un jolgorio. Dos miembros de la familia de héroes de Game Of Thrones, los Stark, son brutalmente asesinados en una emboscada orquestada por el traicionero Walder Frey. Es casi insoportable de leer, tanto que George R.R. Martin se la saltó y terminó de escribir el resto del libro donde ocurre (A Storm Of Swords) antes de regresar a enfrentarla. Sin embargo Weiss y David Benioff incrementaron las dosis de angustia todavía más, agregando el que la prometida embarazada de Robb Stark, Talisa (Oona Chaplin), sea apuñalada en el vientre, y a Catelyn Stark obligada a mirar cómo muere su hijo. Pero antes de que todo esto ocurra hay un engaño épico. “Quería crear la sensación de ‘ay, qué bonito y dulce’ para que la audiencia bajara la guardia”, dice Nutter, el engañoso director. “Una vez que haces eso, puedes impactarlos endemoniadamente”.

En el set de Belfast, a lo largo de los tres días que tomó filmar la matanza, había muchas emociones. “Recuerdo que cuando Robb se arrastra hasta Talisa y la acuna en sus brazos viendo cómo se le va la vida, yo estaba en cuclillas susurrándole íntimamente a Richard (Madden) sobre las relaciones de amor y ese tipo de cosas”, dice Nutter. “Y cuando me di la vuelta, tres o cuatro de las maquillistas estaban llorando. Eso pasó casi con todos”.

Michelle Fairley (Catelyn), cuyo lamento de desesperación fue lo último en ser filmado, quedó tan traumatizada que se recluyó durante una semana después del rodaje, rehusándose a hablar del episodio. Pero cuando salió al aire, en junio de 2013, el resto del mundo no podía parar de hablar de él. YouTube se llenó de videos con la reacción de televidentes viendo esos últimos 15 minutos. Los fans hablaban en foros sobre la necesidad de ir a terapia para superar tal carnicería, el mejor de los mejores momentos de Game of Thrones. Y Rosie O’Donnell habló por todos nosotros cuando tuiteó: “HOLY SHIT BOPPERS!!!!!”.

“Cuando diriges televisión rara vez tienes una respuesta inmediata de la audiencia”, dice Nutter. “Así que cuando comencé a ver todo lo que estaba ocurriendo, me sentí muy bien sobre el resultado. La gente sigue contándome aun hoy cuánto les afectó”. Y por si te lo preguntabas, desde 2013 no lo han vuelto a invitar a una boda.

 

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