Crazy Rich Asians, desquiciadamente buena

Estreno: ¡Crazy Rich Asians, ya en cines!

Director: John M. Chu

Actúan: Constance Wu, Henry Golding, Michelle Yeoh

⭐⭐⭐⭐

Sinopsis

Cuando Nick (Henry Golding) invita a su novia Rachel (Constance Wu) a una boda en Singapur, ella lo ve como la oportunidad para conocer a la familia de él y descubrir de dónde viene. Al llegar, Rachel descubre que Nick ha mantenido un secretito: son la gente más rica del país.

No puedes acusar a Crazy Rich Asians, ni por un momento, de errar en su título. Casi cada uno de los personajes tiene una cuenta bancaria gordísima y no temen presumirla tan estridente y fabulosamente como pueden. Ese título, Crazy Rich Asians, tan juguetón y cursi, es también algo más. Es una declaración.

En los últimos cinco años ha habido estudios que han invertido en elencos que no son predominantemente blancos y mantienen en la mira el éxito de películas con elencos mayoritariamente negros Black Panther, Girls Trip, Straight Outta Compton y otras. Crazy Rich Asians es una declaración de que la diversidad significa un amplio rango de orígenes étnicos y experiencias, y todos deben estar incluídos.

Claramente sabe que es importante, considerando que es la primera película del siglo de un estudio mayor con un elenco asiático, pero no se clava en su importancia, usándola a la ligera y adornándola con lentejuelas. Es una fiesta sutilmente muy inteligente y una de las mejores comedias románticas de la década.

En el centro del enorme elenco están Constance Wu y Henry Golding como Rachel y Nick, una pareja joven y atractiva viviendo en Nueva York donde ambos son maestros en NYU. Las cosas se ponen serias cuando Nick va a viajar a Singapur para la boda de su mejor amigo y le pide a Rachel que lo acompañe.

Ella sabe que la mayoría de la familia de Nick vive allí, pero lo que no sabe hasta que llegan es que la familia de él es dueña de casi todo Singapur, y él es el heredero de una dinastía y fortuna en bienes raíces y algo así como una celebridad nacional. Conforme presenta a Rachel con toda su familia, ella se da cuenta de que muchos no quieren que el soltero más codiciado del país se vaya con una estadounidense entrometida. Desafortunadamente, ese grupo está encabezado por la mamá de Nick, Eleanor (Michelle Yeoh).

El currículum vitae del director Jon M. Chu es muy errático e incluye dos películas Step Up, dos filmaciones de conciertos de Justin Bieber, la secuela G.I. Joe y Now You See Me 2. Lo que todo eso tiene en común es una buena cantidad de resplandor que trae a ésta. Ya sea en una boda de una grandiosidad tan ridícula que el camino al altar se convierte en un arroyo de chismes antes de que la novia entre (extrañamente mojada), o en una fiesta familiar que parece en parte una gala real, deleitándose en la opulencia de las vidas enrarecidas de sus personajes. Y aunque en los trabajos anteriores de cinematógrafo Vanja Cernjul no haya nada tan lleno de brillos, aquí no se queda corto. Nunca sospechas que esos asiáticos sean sólo medianamente ricos.

Wat Chu también muestra, mejor que nunca, que está en control del carácter. Inicialmente el filme es festivo y dulce, con bromas que provocan una sonrisa y hasta una carcajada, pero se vuelve más encantadora y chistosa cuando los personajes se desarrollan y comienzas a notar sus inseguridades verdaderas bajo esa superficie tan cara. Rachel, extraordinariamente interpretada por Wu, se muestra como una mujer particularmente fuerte que está fuera de su elemento pero se adapta rápidamente y consigue una comprensión genuina respecto a su consternación por salir con un multimillonario secreto.

Es común que en las películas con tantos personajes las cosas se vuelvan caóticas, y que algunos sientan que fueron incluidos sólo para agregar otro nombreal elenco, pero Chu los entreteje con fluidez. El elenco de reparto está lleno de grandes giros, especialmente Gemma Chan como la multimillonaria con un esposo inseguro, y Michelle Yeoh. Sin embargo, quien los supera a todos es Awkwafina, como la mejor amiga de Rachel, Goh Peik Lin, quien parece ilustración de la cita de Dolly Parton: Se necesita mucho dinero para verse así de corriente. A pesar de ser veinteañera, tiene cualidades como si Joan Rivers hubiera intercambiado su cuerpo con una millennial rica.

Entre toda esta diversión, la adaptación de Peter Chiarelli y Adele Lim de la novela de Kevin Kwan de 2013 funciona bien en algunas conversaciones interesantes sobre los cambios en la cultura asiática que ha viajado por el mundo. Crazy Rich Asians es fantástica, pero toca muchas cosas del mundo real que hace que se sienta que la discusión apenas comienza. Ya se trabaja en una secuela, y no aguantamos las ganas de verla.

Veredicto

Crazy Rich Asians está muy sobrepasada en estilo, lo cual es bueno, pero aterrizada con personajes realistas y encantadores. Es un parteaguas de las comedias románticas y lo mejor que le ha ocurrido al género en años. Es desquiciadamente buena. Se vuelve más encantadora y divertida entre mejor conoces a los personajes.