‘The Dark Knight’, la mejor película de Batman

Hay películas que nos dan a los fanáticos que nos atrevemos a escribir de ellas, motivos para enarbolar clichés que nos llenan los cuadernos como el de “segundas partes nunca serán buenas”. Amamos tener ejemplos de lo contrario como cuando un cuñado nos dice que compró algo baratísimo y nosotros, en el fondo de nuestro tibio corazón, reímos porque le vieron la cara. Hoy el mejor ejemplo es The Dark Knight, de Christopher Nolan, a 10 años de su estreno.

Por César Hernández

El Batman de Nolan

Después del Batman de la psicodelia, el de 1965, el personaje obtuvo la seriedad y el peso necesario en el acercamiento que hiciera Tim Burton, que empezó maravilloso y se desvirtuó terriblemente después de que el excelente Michael Keaton colgará la máscara.

No vale la pena mencionar a Clooney, lo que hizo fue una vacilada. Y aunque Val Kilmer hizo un intento decente, el universo que su Batman habitaba – llevado a la pantalla por Joel Schumacher – era uno muy de fantasía. Aún en Batman y Batman Returns el universo burtonesco es uno que representó correctamente al súper héroe pero que no dejaba de ser o parecer falso. Y no me malentiendan, el Batman de Burton fue uno correcto y más que acertado, y en ese tiempo nos parecía oscuro as fuck. No sabíamos nada de nada.

El Batman de Christopher Nolan es insuperable, hasta ahora, porque está firmemente insertado en la realidad. No hay detalle que el cineasta no haya contemplado como posible en el mundo en el que existimos. Los hermanos Nolan – Jonathan, guionista, y Christopher, también guionista y director – en conjunto con David S. Goyer crearon ambientes verídicos para todo lo que es Batman, en primera instancia una historia interesante pero posible, no hay nada sobrenatural, nada extraterrestre y nada de capacidades extraordinarias. Las tramas de The Dark Knight podríamos haberlas leído en algún periódico, tal vez no juntas, pero no son del todo inverosímiles.

‘The Dark Knight’ (2008). Warner Bros. Pictures.

Además del conflicto, Nolan inserta Ciudad Gótica en un lugar que no es desconocido, de hecho físicamente es reconocible como Chicago, pero es Ciudad Gótica porque ese es el espíritu que la película muestra y no presenta estatuas increíbles ni arquitecturas caprichosas como en un cómic o en una caricatura.

Ya tenemos un plano real y una circunstancia en la que hace falta un héroe, uno construido de la tragedia (como muchos de nosotros), un héroe real. Para lo que se necesitaba un actor “serio”; y no es que Christian Bale no pueda ser divertido sino que el compromiso que Batman requiere sólo un actor de ese calibre podría elevarlo (¿o bajarlo?) al nivel de realidad que Nolan requería.

Los estudiosos y yo coincidimos que la personalidad primaria o verdadera del sujeto en cuestión es Batman, la máscara es Bruce Wayne y justo un actor como Bale podía proyectar esa incomodidad de fingir ser Wayne y de ser completamente entregado y libre como Batman, para representar sus aventuras.

¿Por qué el Batman de Nolan es Insuperable? No es por Christian Bale, sino porque desde el guión se supo traducir o plasmar las historias concebidas en el cómic a un universo que compartimos todos.

La tecnología que usa Batman es hasta cierto punto existente, su traje es funcional y de la forma en la que el símbolo convive con la realidad nació un Batman que nos hizo creer que es posible su existencia en este plano.

Lo que Christopher y Jonathan Nolan hicieron con Batman fue devolverle su origen noir, pero en un contexto hiperrealista que logró convencernos a todos de que el Caballero de la Noche es o puede ser. La ficción mediante la elegancia del texto y lo riguroso de la producción, nos mostró la posibilidad de insertar un héroe en donde más hace falta: en la realidad.

La discusión acerca de Batfleck es demasiado inútil. Las comparaciones son idiotas pero inevitables. El nuevo Batman sólo tendría una oportunidad si le pone al lado de todos los demás, incluso de Keaton, aunque ante él pierda. Este Batman convive con gente con súperpoderes que de inmediato lo coloca en una categoría distinta a la del Hombre Murciélago de Christian Bale.

El Batman de Nolan es único porque fue creado a partir de una realidad que los sostuvo, que lo sostiene hasta ahora y aunque algún otro director fabuloso en el futuro retome esta idea, ya no habrá sido el primero al que se le ocurrió.

Es por eso que pensamos que no hay más Batman que Christian Bale, que no es el mejor, pero simplemente ha sido el único que fue real.

 

The Dark Knight

Tras realizar Batman Begins, Nolan continuó su franquicia con The Dark Knight. Para esta secuela, considerada la mejor de la trilogía y la que es objeto de esta diatriba, Jonathan Nolan tomó pasajes de The Long Halloween, The Killing Joke, The Man Who Laughs y The Batman #1 y los primeros episodios del cómic relacionados con el Joker, que nació relativamente al mismo tiempo que Batman: el más grande héroe se merecía al más grande villano, y ya lo examinaremos más adelante.

The Dark Knight, desde su nombre, presenta el eterno conflicto entre la luz y la oscuridad. En el guión se menciona a Harvey Dent, flamante Fiscal de Distrito de Ciudad Gótica, y se le compara con un “caballero de brillante armadura”, que por conducirse con base en la legalidad y la decencia, resulta contrario a Batman, un caballero oscuro, un vigilante que por ser un símbolo puede sacrificarse por su amada y siempre amenazada.

El guión de la segunda entrega es de una complejidad excitante. El personaje de Harvey Dent tiene a una idea primitiva de justicia, hace alusión al derecho romano y hasta justifica el trabajo de Batman mencionando que cuando el enemigo se encontraba a las puertas de Roma, se elegía un campeón para defenderla, pero todos están subordinados a su voluntad.

Durante 153 minutos, la acción recorre hechos momentos y lugares disímbolos. La historia se presenta a sí misma, sin títulos de entrada ni créditos, por medio de un prólogo en el que el villano, Joker (Heath Ledger) hace su entrada espectacular. Sin decir una palabra sabemos de él por las conversaciones entre los miembros de su pandilla.

Si conocerlo ya observamos su modus operandi y se nos instruye en el hecho de que está robando un banco de la mafia, lo que nos confunde presentando una moralidad también dual (la dualidad se presenta obsesivamente durante toda la película) que nos hace pensar que está haciendo algo bueno.

La trama se presenta como una balanza, después del asalto vemos en el inicio del primer acto que el trabajo de Batman ha funcionado y que la gente teme con sólo contemplar la batiseñal en el cielo siempre nublado de Gótica. El asunto provoca reuniones y pactos entre los jefes de la mafia y en uno de ellos vemos que algunos ciudadanos comienzan a querer seguir los pasos del vigilante: arriesgan sus vidas sin preparación alguna, portan armas e incluso entorpecen la labor del encapuchado.

Aquí existe otra dualidad filosófica: Batman, el símbolo, debía inspirar a los ciudadanos, pero cuando lo hace para provocar que se disfracen y pretendan luchas contra los malos arriesgando sus vidas, resulta contraproducente.

Y el Joker no es el único interesado en el dinero de la mafia; Batman y el departamento de policía de Ciudad Gótica lleva un rato siguiéndole la pista al dinero, lo que los condujo al contador que comparten las distintas fracciones de mafiosos.

Una de las razones por las que amamos esta película es porque, de verdad, suceden demasiadas cosas, apenas estamos conociendo a Harvey Dent y Batman ya confía en él, ¡y va a Hong Kong! Con ayuda de Lucius Fox urde un plan tipo Mission: Impossible y ahí es donde Nolan se saca muchísimo provecho a las cámaras IMAX que usó durante el rodaje. Existían cuatro en ese entonces y Nolan rompió una en una persecución, hasta para la gente de IMAX valió la pena.

La acción en Hong Kong es perfecta, Batman programa las bombas adhesivas para que estallen cada dos minutos y Nolan presenta las explosiones en tiempo real. Con vidrios rotos y puñetazos Batman entra y sale quirúrgicamente para recuperar a Lau, el contador de la mafia. La película es tanto un universo contenido en sí mismo que hace mucho que no pensamos en Ciudad Gótica ni en los espontáneos disfrazados de Batman.

https://www.youtube.com/watch?v=seORBHT__xs

 

Ya en Ciudad Gótica, el encapuchado entrega a Lau al comisionado Gordon y a Dent, lo que marca el inicio de la colaboración entre el caballero de brillante armadura y el oscuro. Ya mencioné que esta trama es una balanza y aquí es donde la veremos más equilibrada durante la película. Nunca más. Aquí es donde Nolan logra que los cómics se parezcan a la vida o viceversa.

Por fin la mafia contrata al Joker y éste empieza a ubicar al comisionado y a la juez enemiga, prometiendo matar una persona por cada día que Batman no se presente al público sin su máscara. Porque el Joker sabe que si quiere acabar con un símbolo no necesita matarlo, al contrario, con hacerlo visible y común será suficiente.

Así llegamos a la escena del funeral del comisionado en la que el malandrín y sus canchachanes se infiltran en las fuerzas policíacas de Ciudad Gótica para empaparnos de un segundo acto con giros de tuerca y una persecución impresionante por las calles de una Ciudad Gótica de noche, en la que se encuentran Batman y el Príncipe payaso del mal por segunda vez.

Repito: el guión es como una balanza en una balsa en un mar agitado y cuando pensamos que el Joker está tras las rejas y todo está saliendo bien, eso para nada es verdad. El villano se aprovecha del corrupto departamento de policía de Gótica para desaparecer a Harvey Dent.

 

The Joker y Two Face

Eso conduce a la escena del interrogatorio, cuando Batman y Joker finalmente platican, por así decirlo; y en este rollo de la dualidad, vemos a Batman sufriendo al descubrir que cada cosa que dice el criminal es irrebatible. El Joker sabe lo que hace pero nadie más, el paladín se desquicia porque el discurso del payaso no es para convertirlo, porque él está convencido de que ambos están del mismo lado o que en el más amplio esquema de las cosas, sus actos son complementarios.

Esa escena está llena de intensidad y posee mucha de la carga filosófica de la película, se trata de dos enemigos circunstanciales: Batman no puede matar al Joker porque tiene un código autoimpuesto que se lo impide, y Joker no quiere matar a Batman porque él sí lo lee como su contraparte; además, lo hace enteramente responsable al cambiar por completo la dinámica en Gotham de lo que debe ser el crimen y lo que debe ser la lucha contra éste.

Parte de lo que representa el Joker en esta historia es lo que lo hace icónico para el batiuniverso y en particular para el de Nolan, en el que está tan presente el tema psicológico de las máscaras y sus significados. Batman poseé lo que se llama “complejo de superhéroe”, a través del que no puede permitir que se le haga daño al débil o que exista algo fuera de su lugar o que se comenta un acto fuera de la ley.

Se trata de una personalidad demasiado restringida a lo que debe ser y todo lo que se escapa al “deber ser” lo confronta con su misión y con sus propias ataduras. Porque Batman también vive sometido por lo que puede hacer o no, él mismo no sabe si actúa por justicia o por venganza; por lo tanto, su rostro verdadero —el de Batman— debe ser a prueba de todo y no puede mostrar debilidad moral alguna.

Del otro lado de la balanza está una persona que también vive a través de una máscara, pero no una que lo comprime, sino que lo libera. ¿Qué más peligroso que uno sujeto libre de moral? ¿Libre de los conceptos de lo que es bueno y lo que es malo?

Por eso que la presencia de Two Face complementa la trama, es la resolución poética de la línea argumental y de la mala suerte que ha estado jugando con el equilibrio de las fuerzas en esta película. Two Face está basado en la novela Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, y su personalidad encapsula la dualidad que sostiene cada conflicto en The Dark Knight.

Su arco finalmente encuentra una conclusión cuando secuestra a la familia de Gordon y mata a quién su moneda de la suerte le dice que debe matar. Así es: la persona más mala ni siquiera toma sus propias decisiones. Sabe que se equivocó queriendo ser “un hombre decente en tiempos indecentes”.

Si ponemos tres líneas que representan el conflicto de Batman, The Joker y Two Face, vemos que el viaje de Batman durante la película tendrá crestas y valles, pero definitivamente comienza arriba y termina abajo en correspondencia al de Harvey Dent que hace relativamente el mismo viaje aunque termina aún más abajo. Joker es una fuerza de la naturaleza que no es estática pero fluye y sucede que no tiene arco porque provoca el arco de todos los demás por el mero hecho de existir.

‘The Dark Knight’ (2008). Warner Bros. Pictures.

Al final de su arco, Batman hace lo que se ha venido manoseando toda la película tiene que convertirse en villano para que el símbolo prevalezca. Cuando él se hace responsable por la muerte de Harvey Dent y las que éste provocó, está absorbiendo un golpe que sólo él pudo recibir, pero no sale ileso de ello. Su símbolo termina consumiéndolo para no seguir siendo quién es. Lo más triste: está condenado a vivir su máscara, la de Bruce Wayne.

Sólo el comisionado Gordon y Alfred conocen lo que pasó realmente y ambos terminan con el corazón roto de ver al símbolo perseguido como un perro cuando él falló en ser comprendido como símbolo y como héroe gracias a las maniobras del Joker y al montón de cadáveres que quedaron en su conciencia. Hasta Gordon lo reconoce: “Joker ganó”.

Porque todo lo bueno hacia lo que se inclinó la balanza en el principio de la película en favor de Batman gracias a lo pactado entre El Caballero Blanco Harvey Dent, El Caballero Oscuro y el fiel de la balanza,Gordon, se perdería si Ciudad Gótica se entera que el incorruptible Dent ahora es Two Face y desde lo que le pasó se ha dedicado a matar a diestra y siniestra, no importa si son policías, buenas personas y/o maleantes.

El sacrificio de Batman es el que perpetúa el símbolo de todo lo bueno que es Harvey Dent transformándose él mismo en Two Face, o más, porque justo Batman es quien puede desdoblarse en lo bueno y lo malo para Gótica. Esta vez elige desaparecer en favor del símbolo que el creó para defender, para vengar y para luchar por la justicia.

 

Heath Ledger

Así como Christian Bale, Heath Ledger hizo un trabajo de mesa profundo, la leyenda cuenta que se encerró en un cuarto de motel durante mes y medio, trabajando en lo que conformaría a la versión “real” del villano.

Nolan trabajó con Ledger mucho de lo que vimos en la película pero también permitió que el australiano hiciera con el personaje lo que él creía que sería correcto. El maquillaje se creó a partir de lo que Ledger propuso a John Caglione Jr y, según el actor, tenía que parecer como algo que hiciera él mismo, así que tenía que ser descuidado y espeluznante y si te fijas un poco, sus guantes o sus dedos siempre están manchados de maquillaje.

Obviamente, la risa tenía que ser muy calculada, pero no tanto, no aparece tantas veces porque en la vida real tampoco es así. De entrada había que alejarse del otro referente, Jack Nicholson, para, casualmente, caer un poquito en lo que hacía César Romero al final de su risa. De hecho el Joker de Romero – el primero en la historia del cine y la televisión –  es homenajeado en el prólogo con la máscara que trae el Joker de Ledger, que es la misma que usa en su episodio de presentación en la serie de 1965.

‘The Dark Knight’ (2008). Warner Bros. Pictures.

Muchos rumores hubo acerca de su interpretación, merecedora de un Oscar póstumo, pero gente que formó parte de la película comenta lo buena persona y alegre que Ledger fue durante la filmación. O sea, no hubo mamonería como la de Jared Leto, y dicen que la única vez que lo vieron actuando fue cuando rodaban las cámaras.

A fin de cuentas con una película tan grande como la vida, los fanáticos alimentarían el mito y, al fallecer Heath Ledger antes de que la película estrenara, se pensó que había sucedido por la forma comprometida y vital con la que se fundió con el lúgubre personaje. Al ver la película, el público no pudo más que pensar que el actor “se la había creído” y Joker, como pasó con Batman, ya no se sintió cómodo con la máscara de la normalidad. El Joker cobró la última víctima de la película y había sido el propio vehículo de la realidad.

Tiempo después, los médicos y la familia Ledger confirmaron que el australiano padecía de insomnio desde siempre, y que utilizaba peligrosos medicamentos para controlarlo, al grado que su propia hermana le advirtió al respecto en una conversación telefónica, justo el día previo de su muerte.

Para la película Suicide Squad de 2016 se contrató al talentoso actor Jared Leto para retratar a un Joker basado en varios de los más extremos retratos del príncipe payaso en cómics, principalmente de The Killing Joke, All Star Batman & Robin y The Dark Knight Returns.

Su interpretación fue buena, como todas las de Leto, pero carece del realismo que Nolan implantó en sus creaciones.

Christian Bale nos regaló un Batman insuperable, producto de su arte en 10% y de la visión de los Nolan en 90%. Las verbalizaciones sentencian que nunca habrá un Batman como el de Nolan y tratamos de entender por qué al inicio de esta batidisertación. Ahora, Bale podría aceptar una propuesta para repetir en su rol, pero Heath Ledger no podrá hacerlo. Así que en este caso, el único inmortal es el Joker.

 

Diez años después

The Dark Knight, fue la primera en muchas cosas; la primera película basada en un cómic que pasó la barrera del millón de dólares, la primera basada en un cómic en ser nominada para un Óscar y la única con 8 nominaciones. Fue la película del año (2008) de Cine y la número 288 en las 500 Greatest Movies of all time. Sigue siendo la The Cine Strikes Back de Batman y la referencia más cercana que tenemos de que el hombre murciélago podría llegar a ser real.

Hoy el mundo ya tuvo un nuevo Batman, interpretado por Ben Affleck, que más que pensar si lo hace bien o mal, creo que cumple. Evidentemente no es el Batman de Nolan, y a eso se va a someter cualquiera que tenga los tamaños de vestir la capa y la capucha.

Con leto, el mundo tiene un nuevo Joker menos mal recibido que Batfleck, y el magnífico Joaquin Phoenix interpretará a uno más Ya veremos cómo le va, ¿pero adivinen qué?

Por perfecto que sea, definitivamente no es Heath Ledger.

Si te gusta The Dark Knight, sigue leyendo: ‘Batman Beyond’ tendrá película animada