Netflix por fin explicó el por qué de la cancelación de ‘Sense8’ y ‘The Get Down’
No es noticia que cuando se anunció que no habría una tercera temporada de Sense8, los fans de la serie casi mueren de un infarto, pero sobrevivieron solo para hacerle saber a Netflix bajo el hashtag #RenewSense8 que no estaban felices con la decisión y exigían un final para la historia que en el último capítulo se dejó demasiado abierta.
A pesar de que el internet se volvió loco y se juntaron más de 400 mil firmas en una petición de Change.org para traer a la serie de vuelta, hace un par de días a través del Facebook de Sense8 publicaron un comunicado en el que Netflix se disculpaba por la inevitable muerte de este programa.
Esta no es la primera serie que Netflix cancela de un día para otro, lo mismo pasó con The Get Down, programa que estaba basado en el nacimiento del hip hop en Bronxs y tenía una selección musical increíble. La serie que no desató el descontrol en internet como ‘Sense8’, pero varios lamentamos que no haya posibilidad de una nueva temporada.
Durante una nueva entrevista con Variety, Ted Sarandos, uno de los directivos de Netflix, cedió a la presión y habló sobre los motivos que orillaron a la compañía a dejar morir los proyectos de ‘Sense8’ y ‘The Get Down’.
“Un show caro para una gran audiencia está bien. Pero una serie enorme y muy costosa para una serie que tiene una audiencia pequeña es difícil de mantener incluso con el modelo de trabajo que manejamos», comentó Sarandos. “Los productores hicieron una increíble contribución a la cultura con estos shows”. Y añadió que, aunque la situación se volvió demasiado escandalosa, “son pocos los shows que han cancelado” y “sus números en audiencia son demasiado alto en estos momentos”.
The Get Down costó alrededor de 12 millones de dólares y Sense8, nueve millones. Así que en realidad estamos hablando de una cantidad demasiado alta de dinero, incluso para los reyes del streaming en estos momentos.
Esperemos que Netflix a partir de ahora piense bien sus contenidos originales y no nos deje (otra vez) con programaciones a medias y corazones rotos.
