‘Rampage’: una película tan absurda como divertida

Estreno: 13 de abril.

Director: Brad Peyton

Elenco:   Dwayne ‘The Rock’ Johnson, Jeffrey Dean Morgan.

⭐⭐⭐

Sinopsis:

Una compañía tecnológica desarrolla un proceso que convierte a animales inocentes en monstruos asesinos gigantes. Desafortunadamente, su suero infecta a los animales equivocados, incluido al mejor amigo de Davis Okoye (Dwayne Johnson): un gorila blanco, poniendo al mundo entero en riesgo.

En Hollywood, si tienes una idea realmente estúpida para una película y un montón de dinero para hacerla, llamas a The Rock para protagonizarla. Esto no pretende ser un insulto; el hombre es el más taquillero de la industria moderna: todos sus músculos ​​y carisma pueden venderte cosas que pensaste que no querías ver; un reinicio de Jumanji, secuelas de G.I. Joe y viajar al centro de la tierra hasta películas con Kevin Hart, y –por supuesto– Baywatch.

Rampage es una película de ‘La Roca’ por excelencia: basada en un videojuego sin historia ni personajes de los qué hablar, desde que surgió la idea muchos de sus fanáticos pensaron que sonaba como una base terrible para una película. Y lo es, pero también es muy divertida. Rampage salió en 1986, cuando los videojuegos eran simples (te movías de lado a lado golpeando cosas o disparándolas, ganado puntos al devorar fantasmas). En la cinta, los jugadores (la audiencia) controlan uno de los tres monstruos gigantes, un lobo, un lagarto o un gorila, y tratan de destruir ciudades antes de que los militares puedan derribarlos.

Engañando al canon, la película de Rampage no muestra a los humanos convirtiéndose en monstruos. En cambio, al tratar de encontrar una cura para el cáncer mediante la «edición genética», los científicos crearon (no tan) accidentalmente un suero que convierte a los animales normales en monstruos enojados y enormes. Para evitar las miradas indiscretas del gobierno y otros que podrían notar a los titánicos animales devorando el centro de la ciudad, estos científicos han estado llevando a cabo sus experimentos en el espacio. Pero las cosas salen mal, la estación espacial explota, y varios sueros de monstruos son enviados a la Tierra. Dos en el desierto y otro se estrella en un zoológico de San Diego, donde Davis Okoye (Johnson) trabaja con gorilas. Su favorito, un albino llamado George, se ve afectado por el suero y se vuelve gigante y violento.

Deshacerse de la trama sería una pérdida de tiempo, porque es puramente funcional. No hay sutileza ni arte en ello, ni debería serlo. Esta es una película sobre gorilas que destruyen edificios. La lógica solo va a ralentizar las cosas.

Cuando se trata de la parte del show de destrucción de edificios, podría haber sido mejor. Esta «tonta» película pudo haber sido mucho más absurda, perdiendo valiosas oportunidades de hacerla más disfrutable. Brad Peyton, director de ese otro loco filme de ‘The Rock’, ‘San Andreas’, no mantiene la acción que debería tener una película con Dwayne Johnsn y animales gigantes.

Por su parte, Johnson está jugando con sus expresiones (únicamente con sus cejas) pero queda a deber en esta cinta, siendo los villanos humanos quienes se roban el show de nuestra especie con las secuencias de acción. Mención honorífica para Jeffrey Dean Morgan, quien ilumina la habitación que sea con su enorme carisma y sonrisa.

¿Es codicioso desear que el enorme gorila, el lobo y el lagarto hubieran sido aún más grandes? Es posible que Warner Bros. ya tenga a Godzilla y King Kong en un pedestal y tal vez le preocupaba pisar su legado, pero cuando se trata de bestias que desploman la la ciudad, siempre hay espacio para más.

Veredicto:

Rampage es tan estúpida como divertida, pero no tanto como podría haber sido. Aunque la idea de animales que pisotean las ciudades hasta convertirlas en escombros es increíble, el director fue tan tímido para ello que resulta decepcionante no ver el colosal show que estábamos esperando.