‘Zombieland: Double Tap’: ¿la maldición de las secuelas?

Una década después, Zombieland: Double Tap continúa el inesperado clásico de la comedia de terror. Aquí nuestra reseña.

Estreno: 25 de octubre

Dirige: Ruben Fleischer

Actúan: Emma Stone, Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Abigail Breslin

Duración: 99 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

Sinopsis

Diez años después de que el mundo ha sido invadido por zombis, los sobrevivientes Columbus (Jesse Eisenberg), Wichita (Emma Stone), Little Rock (Abigail Breslin) y Tallahassee (Woody Harrelson) enfrentan nuevos retos y amenazas, que incluyen hippies, zombis evolucionados y monster trucks.

 

Mucho ha pasado en la década desde que llegó Zombieland para burlarse despiadada e irreverentemente de las películas de zombis mientras creaba un cuarteto central de memorables personajes y, en el caso de Bill Murray, uno de los grandes cameos fílmicos. Detrás de cámaras, Emma Stone — entonces una vibrante estrella cómica en ascenso — ha ganado un Oscar y se ha convertido en una de las mayores estrellas del planeta, suficiente para ameritar un “con Emma Stone”. El director Ruben Fleischer continuó su ingenioso debut con tres regulares películas, Venom más recientemente, lo que sugería que Zombieland podría haber sido la excepción a la regla. Y los guionistas Paul Wernick y Rhett Rheese, luego de años de intentar levantar una secuela, finalmente acumularon suficiente influencia después de dos Deadpools para regresar al pozo de zombis.

En pantalla, las cosas han progresado apenas un poco. El mundo sigue infestado por zombis, algunos de los cuales han evolucionado a nuevas y más desafiantes formas. Columbus (Eisenberg) sigue siendo nuestro narrador y sigue enamorado de Wichita (Stone), incluso si su relación está algo estancada. El Tallahassee de Harrelson no se ha calmado nada, y está haciendo imprudentes y problemáticas afirmaciones de que tiene ascendencia nativa americana. Sólo Little Rock (Breslin) abraza el verdadero cambio: cansada de la vida como nómada y las discusiones familiares, quiere tomar la carretera. Esto trae sus propias complicaciones y una serie de nuevos personajes.

Sin embargo, aunque Fleischer, Wernick y Reese trabajaron para hacer del cuarteto original interesante y agradable, estos nuevos personajes jamás se acercan a parecer remotamente personas reales. Por ejemplo, la adición más sustancial, Madison (Zoey Deutch), es una imprudentemente alegre y nada inteligente chica del valle que no tiene nada de profundidad, quien se vuelve objeto de muy hostiles bromas por parte de quienes son los héroes del filme. Es una demostración de la chispa y compromiso en la actuación de Deutch, y de algunos de los mejores diálogos en la película, que Madison perdure.

Incluso hace 10 años, el género de zombis estaba sobresaturado. Desde entonces, el ascenso de The Walking Dead (abordado y escartado en una escena temprana) sólo ha impedido su progreso. Así que es muy bueno, entonces, que lo último que le importa a Zombieland: Double Tap sean los zombis.

Seguro, siempre los hay y en geniales nuevas presentaciones, y también hay un par de grandes secuencias de acción. Pero la película jamás está más viva que cuando sitúa a sus personajes juntos en la Casa Blanca (una secuencia extrañamente descuidada), o en una minivan, o en un suntuoso hotel y los deja ser, lejos de la muchedumbre putrefacta. Si poco de esto llega a sorprender, es por la maldición de las secuelas. Pero a menudo es muy disfrutable, ocasionalmente muy graciosa, y tiene la energía y brío tan echado de menos en las últimas películas de Fleischer. Así que, aunque simple y llanamente no es tan buena como la primera, demuestra que Zombieland ya no es una anomalía en el currículum de Fleischer.

Veredicto

A veces regresan. A veces ni deberían molestarse. Pero a veces son bastante decentes — aunque ésta es completamente sólo para los fans de la original.

Por Chris Hewitt

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