¿Se pasó ‘Guardianes de la Galaxia Vol.2’ con sus cinco escenas post créditos?


¿Qué tiene que pasar para que el público honre a los creadores de una producción y se quede a ver los créditos de una película?

Hay ideas: por ejemplo, puede haber una extensión del arte de la misma, que haga juego con la lista de nombres mientras hacen scroll up. También se puede recurrir a la presentación de los protagonistas de la cinta o a los celebrados y extrañados bloopers. O, desde luego, puede haber escenas extra a modo de recompensa para todos aquellos que decidieron cultivar la paciencia.

En las cintas clásicas de James Bond, por ejemplo, te tenías que quedar al final si querías saber el nombre de la siguiente cinta de la saga. Hay muy buenas piezas de estas escenas, como la de Ferris Bueller’s Day Off (1986); Lethal Weapon 3 (1992); Iron Man (2008), en la que Tony Stark se encuentra con Nick Fury (Samuel L. Jackson) y le ofrece chamba; The Avengers (2012), en donde pagarías lo que fuera por uno de esos shawarmas; y desde luego, Spiderman: Homecoming (2017).

Y si por alguna razón no eres lo suficientemente geek para invertir tus minutos, echa ojo de las que podrían, ser las tres mejor logradas: Deadpool (2016), The Avengers (2012) y Kingsman: The Secret Service (2015).

Pero como en todo proceso que merezca apreciación, el balance es un ingrediente indiscutible. En Guardians of the Galaxy Vol. 2 (2017) viste cinco escenas post-créditos, lo que dividió la opinión. Pero en realidad es muy fácil: a quien no le gusta la idea se para y se va. Se perderá a Ayesha ideando su venganza y una cápsula que presuntamente guarda a Adam Warlock, uno de los personajes pinaculares del universo Marvel, pues encarna el refinamiento evolutivo de la especie humana.

Quién omita estos créditos dejará de ver a Groot adolescente, a Stakar (Sylvester Stallone) con la alineación original de los Guardianes de la Galaxia y a Stan Lee en el espacio, siendo ignorado por Los Vigilantes (hay una teoría que dice que la mente maestra de Marvel interpreta al mismo personaje en todos sus cameos, sin importar la película).

En fin, las escenas al final de la película también te recuerdan a qué vas al cine: a ser sorprendido. Sea con una historia bien contada o con un remate que arranque una carcajada o el interés por ver a dónde apunta dicho corte.

Pero hubo a quien le pareció demasiado tener cinco escenas al final. ¿Tú qué dices? ¿Te gustó?

Si te las perdiste, deberías usar tus ahorros para comprar el DVD porque, con esta nueva película de los Guardianes, James Gunn por fin subió el volumen.