GIFF 2019: 5 cosas que nos gustaron de ‘Huachicolero’

Huachicolero, ópera prima de Edgar Nito fue la cinta inaugural del 22 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF).

Por Anaid Ramírez

Después de haber presentado Huachicolero y ganado con esta película el premio Best New Narrative Director (Director de Nuevas Narrativas) en el Festival Tribeca de 2019, el director Edgar Nito tuvo la premiere nacional de su primer largometraje en el GIFF 2019.

La cinta marcó el inicio de las actividades del festival en la capital del estado. Fue así que Cine pudo detectar las razones por las cuales Huachicolero fue tan bien recibida en el certamen neoyorkino. Aquí te van las cinco cosas que más nos gustaron del filme. 

 

1. Historia

No se va con pretensiones: Nito sólo quiere contarte el enamoramiento de Lalo (Eduardo Banda) y todo lo que él es capaz de hacer para conquistar a una de sus compañeras de la secundaria, Ana (Regina Reynoso). Como parte de su necesidad por conseguir dinero para comprarle algunos detalles, se ve en la necesidad de involucrarse en la extracción ilegal de combustibles.

Nito y su coguionista, Alfredo Mendoza, saben cómo entrelazar su relato central con el contexto, lo que permite que todo fluya y se sienta natural y no forzado. Y por si tenías la duda, “esta película no es una apología al crimen”, aseveró el cineasta al concluir la proyección. 

 

2. No actores

Si eres de los que se asustan por esta cualidad, debes saber que aquí le puedes entrar con confianza. Cuando Nito descubrió que Banda, un actor natural, sería su Lalo, lo coacheó y además lo rodeó de intérpretes profesionales —como Fernando Becerril, Regina Reynoso y Leonardo Alonso— para no dejarlo desarmado. Eduardo entrega un trabajo muy orgánico, lleno de credibilidad y nunca se ve mal dirigido.

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3. Tensión

Conocimos a Nito por sus cortometrajes de horror, especialmente por su segmento Jaral de Berrios en México Bárbaro, así que es un tanto sorpresivo que no se haya inclinado por el cine de género para su debut como director.

Sin embargo, eso no significa que Huachicolero no tenga algo de horror en su esencia y su manejo de la tensión es un buen ejemplo de ello; con escenas que se extienden más de lo que creeríamos, silencios prolongados y acciones que ponen al filo del peligro a los personajes, logra mantenernos con el estómago entumido en más de una ocasión.

 

4. Locaciones

Todas los escenarios de esta película son reales y se encuentran en Guanajuato, de donde es originario el director “y más de la mitad del crew”, como explica Nito. Gracias a que la mayoría son de ese estado y lo conocen muy bien, fue que dieron con muchos de los sets de Huachicolero. “Sin eso no hubiera sido posible, conocen Irapuato y toda la zona”, explica uno de los productores del filme, Víctor Leycegui.

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5. Sonido

Va un poco de la mano con la “tensión”, porque en más de una ocasión notarás que hay tanto detalle en lo que escuchas, que eso contribuye a que la piel se te ponga de gallina, como una escena de pelea muy bien coreografiada y sonorisada que verás en el último tercio de la película. “Lo logramos con base en la experiencia. Nuestro trabajo solamente es traducir la intención y el universo del director a lo que nosotros hacemos”, dijo al término de la función el sonidista Orlando Luna. 

Huachicolero aún está en espera de su fecha de estreno comercial en México, pero si tu radar cinéfilo la detecta en un festival próximo, no pierdas la oportunidad de verla.