Bohemian Rhapsody… long live the queen
Don’t stop me now… porque al parecer tenemos a un nuevo rey en taquilla, la biopic de Freddie Mercury protagonizada por Rami Malek alcanzó en su primer fin de semana, la cantidad de $122.5 millones de dólares a nivel global. Nada mal para una cinta que sólo le costó al estudio $52 millones y que en una época dónde los trajes, capas y superpoderes son sinónimo de ganancias aseguradas la película Bohemian Rhapsody logró posicionarse como el segundo mejor estreno de todos los tiempos basado en una celebridad musical.
Straight Outta Compton (2015) con $60.2 millones de dólares continúa siendo la líder en el género de películas basadas en la vida de músicos, pero Rhapsody parece que afianzó su lugar en las salas y en el gusto del público a pesar de las malas críticas que se refirieron al filme de Queen como un melodrama mediocre con la calidad narrativa de una cinta para Lifetime (Canal de televisión estadounidense caracterizado por la producción de películas dramáticas de bajo presupuesto, el equivalente de lo que conocimos en México como Hallmark).
Pero esto no detuvo a Freddie Mercury de volver a llenar salas —ahora de cine— gracias a la buena recepción del público, reflejada en la amplia diferencia entre la calificación de 4.9 otorgada en metacritics en contra del 8.4 concedido por los espectadores en IMDB.
Y es que para Fox esta fue una de sus cartas de presentación a Disney antes de la fusión en 2019, la película Bohemian Rhapsody encabezó globalmente la listas de todas las taquillas a nivel global, desbancando con una mano en la cintura —literalmente, si apelamos a la conocida actitud de Mercury— a The Nutcracker and the Four Realms (2018) demostrando que la cintas no tienen que pertenecer al género de fantasía para lograr resultados financieros fantásticos.
El choque de criterios entre fans y críticos radica en que la historia de Mercury resulta altamente emotiva ya que el guión de Anthony McCarten infunde en el espectador un dramatismo muy sutil mientras atestigua el recorrido de Queen en su ascenso a la fama.
«The reason we’re successful, darling? -My overall charisma, of course»
—Freddie Mercury
Aún con las críticas divididas y la problemática producción detrás de cámaras, ya que Bryan Singer, Director de la cinta —quién parece estar cavando su propia tumba en Hollywood— fue expulsado nuevamente por Fox de su propio proyecto, recordemos que fue vetado de X-Men, franquicia que él comenzó y no se le tomó en cuenta para la culminación de la saga en la última entrega X-Men: Dark Phoenix (2019), ahora con la película Bohemian Rhapsody fue despedido por el estudio el 5 de diciembre de 2017 con sólo dos tercios de la filmación, siendo reemplazado por Dexter Fletcher tras agredir físicamente a Rami Malek por quejarse de las constantes ausencias de Singer.
Cabe hacer una mención honorífica a la actuación de Rami Malek (protagonista de Mr. Robot) como el vocalista de Queen, la cual resultó sorpresivamente buena no sólo en su caracterización sino en la capacidad histriónica que mostró del actor al resucitar en pantalla a Freddie Mercury, cuya característica dentro y fuera de los escenarios era la icónica efusividad con la que siempre se desenvolvió en vida.
Teniendo como resultado una evaluación no sólo a la cinta, sino a Malek al darle la oportunidad de mostrar un mayor rango actoral e interpretativo para desencasillarlo como el hacker con trastorno de ansiedad social y depresión clínica; reto que se convirtió en una prueba de fuego para el actor al tener la tarea de traer a la vida a Mercury cuya firma personal era su alto grado de teatralidad en su expresividad corporal.
The Telegraph UK definió a la película Bohemian Rhapsody como un éxito populista capaz de convertirse en uno de los más grandes biopics musicales de todos los tiempos, superando por mucho a cintas como La La Land (2016) la cual no tiene la menor oportunidad ante un soundtrack que claramente al igual que la cinta, es un homenaje a Queen y a su presentación en el festival Live Aid en 1985.
Uno de los rasgos físicos evidentes en Rami Malek son sus ojos, los cuales logran expresar una mirada con altas connotaciones sexuales que en efecto eran parte de la personalidad de Mercury, aún cuando él nunca se expuso cómo un representante del movimiento homosexual e irónicamente su apariencia estética creó un estereotipo dentro de la cultura gay, uno que hoy en día sigue vigente.
La cinta se enfoca en el humano como intérprete musical y en su búsqueda para encontrar su identidad en el escenario, por lo que medios como Time Out remarcan que al ser un filme producido por el gerente de Queen y dos de los compañeros de Mercury, May y Roger Taylor, la cinta sólo se apoya en la historia de la banda y en la experiencia personal del vocalista, desde su situación familiar hasta la aceptación de su orientación sexual.
En efecto el filme es un tanto reservado en la conocida y desmedida relación de Mercury hacia las drogas y el sexo, pero si la película Bohemian Rhapsody evocó ese llamado populismo fue gracias a la perspectiva que muestra el filme, no todas las biopics tienen que recurrir al lado subversivo y autodestructivo del ser humano. Todos conocemos los excesos de los cuales fue víctima el protagonista en la vida real y el acierto está en que la cinta apeló a la nostalgia del espectador para mostrar la trayectoria que recorrió el músico al mostrarnos su vida no como ícono, sino como hombre.
«What will I be doing in twenty years’ time? – I’ll be dead, darling! Are you crazy?»
—Freddie Mercury
