Cinco grandes películas sobre la adicción al sexo

La adicción al sexo es una enfermedad grave. Los síntomas más comunes van desde ver porno en internet excesivamente, masturbarse varias veces al día y ver al sexo como una actividad física más que otra cosa. En el cine ha habido grandes historias que narran de una manera increíble la adicción al sexo, llevando a los protagonistas a lugares obscuros, autodestructivos y violentos.

Acá seleccionamos cinco películas que tratan el tema de la adicción al sexo de una gran manera.

Shame

Michael Fassbender interpreta a Brandon, un hombre soltero en Nueva York que tiene sexo casual con prostitutas y se masturba varias veces al día. Ve porno en su trabajo constantemente hasta que lo atrapan. Es una persona que no puede dejar de pensar en tener sexo casual, y cuando logra encontrar una pareja que le importe sufre impotencia.

Don Juan

Jon Martello, interpretado por Joseph Gordon-Levitt (quien también escribió y dirigió), vive Nueva Jersey y prefiere masturbarse que tener citas con mujeres. Una analogía entre el amor y perderse en el porno para no ser infiel.

Cyber Seduction: His Secret Life

Justin Petersen es un estudiante y atleta bien americano de secundaria con una novia estable. Le muestran a Justin una película porno protagonizada por una chica que le gusta y gracias a esto empieza su interés en el porno intensamente. Lo suspenden del equipo de natación y pierde a su novia debido a su adicción y es llamado un «fenómeno porno» en la escuela.

Addicted

Zoe Reynard es interpretada por Sharon Leal: una madre de dos hijos que tiene un esposo y una vida perfecta y amorosa. Pero la insatisfacción aparece y recurre a la pornografía. Más tarde, a los hombres que se vuelven tóxicos. Esta conducta casi acaba con su matrimonio. En sesiones con su terapeuta y terapia grupal, se le diagnostica adicción al sexo y descubre que su comportamiento está enraizado en un trauma sexual infantil no resuelto.

Thanks for Sharing

Mark Ruffalo interpreta a Adam, alguien que en cinco años de sobriedad nunca ha tenido relaciones sexuales. Está dedicado a su grupo de recuperación y abstinencia. Incluso le quitan televisores de las habitaciones de hotel para que no tenga la tentación de mirar porno.