‘Cómprame un revólver’: Paternidad en tiempos de Mad Max

Para Cómprame un revólver, Julio Hernández Cordón desarrolló un argumento en el que se ven reflejados sus propios cuestionamientos como padre, en medio de la violencia de un país. El director conversó con Cine sobre su nueva película.

Por Ana Lucía Altamirano

El entorno es adverso. El desierto es el panorama que rodea y la plaga del narcotráfico acecha cada rincón. El calor es tan inminente como el fuerte planteamiento de que las mujeres han sido prácticamente exterminadas y son pocos los niños que sobreviven. Entre ellos está Huck, una niña que tiene que esconder que pertenece al género femenino para vivir junto a su padre, Rogelio, quien está a cargo de un estadio de beisbol.

Así inicia la historia de Cómprame un revólver, nuevo trabajo del director Julio Hernández Cordón, quien sorprendiera en 2015 con su cinta Te prometo anarquía y cuya carrera da un giro para dejar el entorno urbano y virar, al mismo tiempo, hacia su paternidad.

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El panorama para esta película surgió echando mano de sus experiencias y de su fascinación por textos e historias como Las aventuras de Huckleberry de Mark Twain o Mad Max, pero sobre todo de su labor como padre de dos niñas y también de su miedo al criarlas en un México donde las cifras de violencia y, sobre todo, de crimen en contra de las mujeres, parecen no descender.

“Como director es importante hablar de mi presente y mi entorno en mi trabajo, y me pareció el momento ideal para reflexionar al respecto sin que sea panfletario, sino hablar de eso a través de las emociones y de la mirada de un papá con su hija. Para mí, más allá del narcotráfico, es una película sobre la paternidad en un entorno complicado”, afirmó el realizador.

Filmada durante siete semanas en tan sólo cuatro locaciones —las cuales buscaron para que funcionaran como sets naturales donde la producción pudiera desplazarse con libertad—, esta película siguió el ritmo de trabajo de Hernández Cordón, en el que la improvisación es la maestra de las acciones y diálogos, pues los ensayos o lecturas de guión no tienen cabida. En su lugar entran las pláticas con los protagonistas para encauzar la postura inicial del cineasta, quien buscó implantar un halo de esperanza en esta historia que parecería completamente desoladora.

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“Creo que la película también es sobre la resistencia, no sólo sobre la paternidad: resistir a lo que puede parecer ilógico, al entorno. Y una resistencia desde los más frágiles, los niños o la población civil que está armada en medio de un conflicto y que son los que perduran”, destacó el también escritor.

La película está protagonizada por Matilde Hernández, hija del director, quien da vida a la pequeña Huck. Mezcla su trabajo con no actores como Rogelio Sosa, un artista sonoro que encarna a su papá, además de múltiples boxeadores que dan vida a narcotraficantes. Juntos logran crear la atmósfera casi asfixiante en esta película que al final también busca dar un respiro.

Cómprame un revólver se estrena en cines de México el 10 de mayo de 2019.