‘La noche devoró al mundo’: cuando los zombis invaden tu pasado

Estreno: ¡Ya en cines!

Director: Dominique Rocher

Elenco: Anders Danielsen Lie, Golshifteh Farahani, Denis Lavant

⭐⭐⭐

SINOPSIS:

Luego de una noche de fiesta, Sam (Danielsen Lie) despierta solo en el departamento de su ex, y con la novedad de que ella y prácticamente todo el mundo se convirtieron en muertos vivientes. Sin un forma de escapar, el chico debe sobrevivir dentro del edificio sin perder la cordura en el intento.

Las náuseas y los dolores de cabeza suelen acompañar a muchos luego de una noche de fiesta. Pero Sam (Anders Danielsen Lie) no tiene ni siquiera eso. El joven está totalmente solo la mañana en que despierta en una de las habitaciones de su exnovia, después de que ésta le insistiera quedarse en un festejo. Desorden y sangre es lo que halla en cuanto sale de su encierro. Unos minutos después lo entiende todo: las personas se han convertido en criaturas salvajes que devoran a quienes aún están en condiciones “normales”.

Así arranca el debut como director de Dominique Rocher, quien prefiere nunca referirse a sus monstruos como zombis o muertos vivientes, pero que gracias al legado de George Romero de inmediato identificas la situación apocalíptica en que se encuentra el protagonista de La noche que devoró al mundo (La nuit a dévoré le monde).

A diferencia de otras cintas del género, Rocher no se enfoca en la supervivencia colectiva, ni en el transitar de los personajes hacia algún lugar de salvación con su respectivo sorteo de obstáculos. Si bien el arranque de la historia te puede parecer similar al de 28 Days Later, de Danny Boyle, el cineasta francés opta por contener su relato en un sólo espacio —algo así como los supervivientes de Night of the Living Dead— y da a su protagonista una condición completamente solitaria del tipo Robert Neville de I Am Legend, como si fuera el único no contagiado de los alrededores.

El escenario trágico que se te muestra no es para desbordar grandes secuencias de peleas, presumir cientos de cuerpos desangrados y putrefactos —apenas aparecen unos cuantos— o saturarte de adrenalina, de hecho son contadas las escenas en las que sentirás tensión. La noche que devoró al mundo resta protagonismo al espectáculo para cederlo a la esencia crítica de los muertos vivientes, pero sobre todo utiliza el entorno apocalíptico para mirar hacia el interior del personaje principal.

Entre los intentos de Sam por no volverse loco ante la soledad —como Chuck Noland en Cast Away, con todo y su Wilson—, las adaptaciones que hace al edificio en donde se encuentra para resistir a sus nuevas condiciones de vida y los escasos momentos risorios, el filme adquiere un poco más tintes introspectivos para invitarte a reflexionar acerca de cómo nos aferramos al pasado y a las zonas de confort.

Seguramente extrañarás los derroches de litros de sangre y las vísceras desgarradas en otros filmes del género, pero la actuación de Danielsen Lie, quien lleva sobre sus hombros todo el relato, va a provocar tus emociones, en algunos casos tanto como cualquier herida explicita.

 

VEREDICTO:

Una cinta de muertos vivientes que no apuesta por la persecución, sino por el sedentarismo de su protagonista. Posiblemente sentirás que te falta acción, pero a cambio te encontrarás a un personaje más mundano, que te hará pensar en cómo sobrevivirías realmente a los zombis y de paso cómo superarías tu pasado.

Por: Anaid Ramírez