Loca por el trabajo: ¿una reflexión sobre el trabajo y vida personal?

Loca por el trabajo, ¡ya en Cines!

Director: Luis Eduardo Reyes

Actúan: Bárbara de Regil, Adriana Barraza y Marianna Burelli

Duración: 94 minutos

★ ★ ☆ ☆ ☆

Sinopsis

Alicia (de Regil), una mujer workaholic, pierde casi al mismo tiempo su trabajo como directora de marketing de una empresa de juguetes y a su esposo. La inesperada ayuda de su vecina Marcela (Burelli), conducirá a Alicia a dirigir una sex shop y al reconocimiento de ella misma.

Existe una delgada línea entre ser dedicado al trabajo y obsesionarse con él. En ocasiones, en el cine es igual de delicada la división entre transmitir el mensaje y entregar un montón de ideas sueltas y confusas.

Por desgracia ése es el caso de Loca por el trabajo, la nueva comedia de Luis Eduardo Reyes (Cómplices).

Con un guion de José Luis Gutiérrez Arias, el supuesto objetivo del filme es hablar de cuando llevamos al extremo nuestra entrega al trabajo, y de conseguir un equilibrio entre la vida personal y profesional.

Tanto la sinopsis como el tráiler prometen esa premisa, pero en el camino toma otra forma que nos hace replantear el verdadero sentido de la cinta.

Entre los consejos y regaños de su propia madre —“descuidaste a tu marido”—, la imposibilidad que tiene con su esposo para hablar de su sexualidad y la respuesta del susodicho cuando descubre que Alicia (Bárbara de Regil) nunca tuvo orgasmos con él, provocan que nos preguntemos si Loca por el trabajo realmente cuestiona a los workaholics o si encierra a su protagonista en un mundo misógino que le impide crecer profesionalmente.

Así como aquél comentario de la madre, constantemente la película cae en diálogos que señalan a Alicia como culpable por desarrollarse profesionalmente, y también asume que una mujer exitosa en el trabajo no tiene tiempo para ejercer su sexualidad y desconoce cómo disfrutarla.

Pero el personaje de Alicia no es el único que invita a pensar en el discurso machista del filme. La vecina de la protagonista, Marcela (Marianna Burelli), está planteada sí como una mujer independiente, plena, feliz y que ejerce su sexualidad sin problema, pero aparentemente para el director y su guionista sólo puede conseguirse si vistes minifalda y tops. En pocas palabras, también es una cinta que estereotipa hasta más no poder.

La fusión de su personaje central y los diálogos que acompañan a esta historia, provocan que en más de un momento Loca por el trabajo se perciba como un relato innecesario para nuestro contexto.

Definitivamente deben existir muchas Alicias que crecen laboralmente y son señaladas por su propia familia, por lo que resultan innecesarias las películas que llegan a reforzar dicha idea, en la que la solución cae por completo en las espaldas —sumisión— de la protagonista y no de la sociedad, especialmente su círculo inmediato.

Además de esta poca claridad para transmitir el mensaje, la cinta pierde valor ante sus chistes fallidos y desgastados. Gracias a su elenco, especialmente el carisma de Adriana Barraza y Hernán Mendoza, algunas de sus líneas cómicas funcionan pero no esperes constantes carcajadas.

No hay duda de la calidad de su producción y del esfuerzo de sus actores por sostener la historia. Pero como público necesitamos mucho más claridad y una visión más aguda de nuestro contexto, sobre todo ahora y ya hemos visto (Bitch, Gloria) que las comedias tiene todo para ofrecérnoslo.

Veredicto

Una opción bastante ligera y simple. Vas advertido de que encontrarás más un discurso un tanto machista que una reflexión sobre el equilibrio entre trabajo y vida personal.

Por Anaid Ramírez