Nicholas Hoult: entrevistamos al protagonista de ‘Tolkien’

Pasó de ser el adorable niño en About a Boy a un mutante, un loco por la velocidad, Salinger y ahora el maestro de la Tierra Media en Tolkien. Nicholas Hoult conversa con Cine sobre su reciente serie de papeles intensos e idiosincráticos

Por Alex Godfrey

Nicholas Hoult llegó dos veces

La primera, como un niño torpe de 12 años en About A Boy (de 2002), y luego otra vez como Tony, un vacío moral en la serie Skins. Tuvo problemas para convencer en la serie, pero le dio la vuelta a las cosas en la segunda temporada donde después de ser atropellado por un autobús, Tony sufre extenso daño cerebral y emerge perdido y lastimado. Me hipnotizó lo que Nicholas Hoult, entonces de 17 años, estaba haciendo y lo bien que lo hacía. Diez años después sigue mejorando y realizando un trabajo intenso de personajes sin importar el género o si se trata de pequeños dramas o de espectáculos de alto presupuesto.

En Tolkien interpreta al autor cuando forma un grupo cercano de amigos en la escuela y se enamora justo al iniciar la Primera Guerra Mundial, una experiencia horrible que lo deja traumatizado pero determinado a honrar a los caídos. El Tolkien de Nicholas Hoult está dañado pero tiene propósito. Sus personajes siempre tienen un propósito —se dirigen a algo o alguien (casi siempre físicamente)—.

Al igual que su Tolkien desafía a la muerte para hacer lo correcto por sus amigos, nada puede detener el complejo de kamikaze de Nux en Mad Max: Fury Road, y Hank/Beast de X-Men es igual de testarudo. Con los personajes de Nicholas Hoult, siempre hay engranajes girando.

He visto The Favourite, de Yorgos Lanthimos, tres veces, y Harley (Nicholas Hoult) es gracioso cada vez, sacando la pompa y circunstancia como si no fuera asunto de nadie y otra vez impidiendo que alguien se interponga en su camino, feliz de hacerlos a un lado si lo intentan. Ahora está por grabar la serie de televisión The Great, también escrita por el guionista de The Favourite, Tony MacNamara, donde Nicholas Hoult interpreta a Pedro El Grande de Rusia. Pero cuando hablo con él todavía está saboreando el éxito de The Favourite, “deleitado” del triunfo de Olivia Colman en el Oscar. Es un buen momento para comenzar la charla.

Apenas terminaste la temporada de premios con The Favourite. Todos ustedes parecen cercanos.

Bueno, Yorgos (Lanthimos, el director) nos tuvo ensayando durante dos semanas que fueron muy divertidas y sin nada de egos. Creó un ambiente liberador para que nos riéramos e hiciéramos amigos, y agrégale además la grata sensación de que le fue bien a la película porque se trata de un montón de gente que de verdad estimas. Puras cosas buenas.

En tu audición, Yorgos te pidió tararear mientras otro actor hablaba y esculpía un campo de fuerza a su alrededor. ¿Cómo fue hacer eso?

La realidad es que no estaba preparado porque no tuve tiempo para hacerlo. Y sí, fue ridículo porque tú estás tratando de recordar los diálogos y él te dice “no te preocupes por los diálogos”, así que tu piensas que debes decir por lo menos algo que sea similar a los diálogos, así que traté de hacer eso mientras tarareaba y seguía un campo de fuerza imaginario. Lo más cercano que puedo pensar es mi audición para Mad Max con George Miller, quien me puso distracciones similares de lo que estaba haciendo en la escena. Todas esas cosas pueden provocar que deje de ser un ejercicio cerebral y convertirlo en un momento muy presente y hasta divertido.

Y después la película de Yorgos te puso en lo alto.

Sí, en tacones altos. Siete centímetros y medio. Medía como dos metros de estatura con los tacones y la peluca.

¿Habías usado tacones antes?

No. Era complicado. Hacia el final del día los pies me mataban. Sandy Powell, la diseñadora de vestuario, tuvo que enseñarme a caminar en tacones.

 

Llevas una corrida interpretando a personajes históricos, con The Favourite y The Great y ahora Tolkien.

Simplemente me han gustado las historias y cómo están escritas. No es que esté buscando personajes reales específicamente, es sólo lo que ha pasado por el momento. Y eso es lo que ocurrió con la historia de Tolkien. Leí The Hobbit en el set de About A Boy. Me lo dieron los directores Chris y Paul Weitz.

¿Por qué?

Me dijeron que era algo que tenía que leer de niño. Todavía tengo esa copia del libro. Volví a leerlo y fue sorprendente hacerlo con esta nueva perspectiva de él. Así que he estado consciente de Tolkien desde chico, y soy fan de las películas de The Lord Of The Rings. Pero no sabía nada de él particularmente, así que leí esta historia y aprendí sobre su vida y todo por lo que pasó, y pensé: “Wow, es una historia de verdad hermosa”.

Es interesante ver de dónde vino, psicológicamente. Hay mucho trauma, y la película sugiere que los libros surgieron directamente de experiencias personales.

Eso fue lo que me pasó leyendo la historia. Primero que nada, el romance que tenía con Edith, el personaje de Lily Collins, y después el que se conocieran tan jóvenes pero no pudieran estar juntos por sus circunstancias, y su dedicación a ese amor —su dedicación a todo es algo de verdad sobresaliente sobre él—. Y todas esas amistades que cultiva cuando ha perdido todo lo demás en su vida, encontrando ese ambiente seguro con ellos para liberar su creatividad e inspirarse. También, su amor por el idioma es algo que me sorprendió. Estos personajes y mundos surgieron de que quería crear idiomas y sonidos hermosos.

¿Cómo hiciste para los idiomas?

Andy Orchard, quien tiene el puesto que Tolkien tenía en Oxford, profesor de anglosajón en el departamento de teología, nos ayudó a crear idiomas. Algunos están medio basados en los de Tolkien. Pero sí, yo escribía un idioma, lo veía y me asustaba. Y después tenía que trabajar en él fonéticamente y escribirlo de nuevo y aprendérmelo fonéticamente y repetirlo una y otra vez hasta que pudiera comprenderlo. Y después reinsertar el significado de los sonidos que hacía.

Así que hiciste lo suficiente cuando lo necesitabas. No lo dominas.

No puedo hablar élfico. Ni ninguno de los idiomas, desafortunadamente. Tengo que admitirlo. Aprendí lo que necesitaba aprender. Pero esa fue bastante tarea.

Sin embargo, es hermoso.

Es de verdad hermoso. El idioma tiene un ritmo maravilloso y te transporta completamente.

 

Así que te dieron The Hobbit en About A Boy. Ese fue el inicio de tu carrera cinematográfica. ¿Es cierto que más o menos en esa época audicionaste para Harry Potter?

Sí, lo hice. Fue antes de About A Boy. Tendría nueve o diez años.

¿Qué tan lejos llegaste?

No lo recuerdo. Me acuerdo haber conocido a Chris Columbus, el director, lo cual supongo que significa que lejos, pero no lo suficiente como para que me dieran una varita o una capa en la audición.

Me pregunto cómo hubiera sido para ti si lo hubieras conseguido. Porque has dicho que te sentías incómodo con la atención que recibías cuando eras más chico. Tal vez Harry Potter no era para ti.

Sí, probablemente. Después About A Boy se estrenó y fue un periodo incómodo durante un rato, y después salió Skins. He notado que con ese tipo de cosas, todo pasa como en oleadas: puedes estar en el radar durante un momento. Recuerdo que un actor bastante famoso me dijo que que ese lado de las cosas, la fama, y cómo la manejas, es algo que nadie te enseña y que de verdad necesitas aprender. Hay días buenos y días malos. Tal vez todo resultó bien.

Después de Skins esa atención fue lo suficientemente intensa para que consideraras no seguir actuando. ¿Qué te trajo de vuelta?

Amo actuar, así que cuando hay una mala experiencia siempre trato de superarla porque disfruto mucho el proceso de realizar películas e interpretar personajes. Y también tengo la suerte de que muchos de los personajes que he interpretado no se parecen tanto a mí.

Te rapaste la cabeza para Mad Max e interpretaste a un personaje desquiciado. ¿Cómo fue todo en el desierto? ¿Estabas en otra zona, mentalmente?

George (Miller) quiso que perdiera peso y me rapara y todo eso, fue perfecto estar metido allí. Y sí, hay algo sobre estar en aquella parte del mundo, tan lejos de todo. Todo era muy real en la película, no como si estuviéramos en un set. Y eso hace que la vida de un actor sea fácil —cuando tienes que rugir sobre el sonido de un V8 que está a tu lado, o de un camión que está rebasando y hay llamas de verdad, te transportas—. Ves la señal para arrancar los motores y se me erizaban los vellos de los brazos y pensaba “bien, aquí vamos”.

Y has dicho que te gustan los autos.

Completamente. Sí, de verdad me gustan los autos y las motos. Así que fue un sueño hecho realidad hacer eso. Estabas en la parte trasera de un camión con un camarógrafo y te decían: “Sólo tenemos una oportunidad para lograr esta toma. Tienes que manejar a través del cañón y el conductor doble estará en el monster truck de atrás y lo va a volcar en esa pared. Y una vez que filmemos esa volcadura filmaremos tu reacción, así que no lo eches a perder”. Y yo pensaba que eso era genial. Y después de verdad pasaba frente a tus ojos. Es imposible no tener una reacción instintiva y visceral a ese tipo de cosas. Era increíble estar en ese set.

¿Qué tan emocionante fue?

He estado en sets donde dices que tú quieres hacer todo, y luego te dan el avión. Te dicen: “Tú no vas a hacer eso, alguien lo hará por ti” y aceptas que hay ciertas cosas que no vas a hacer. Así que en el set de Mad Max pensabas: “No hay posibilidades de que yo haga eso”, pero luego ellos te decían: “Aquí está tu casco. Brinca bajo el camión. Te vamos a amarrar, no te muevas demasiado atrás. Y yo pensaba: “¡De verdad estoy haciendo esto!”. Hacer esas cosas fue increíble.

Estuviste allá mucho tiempo. ¿Había caos alrededor de todo eso?

Una película de esa escala, en la que pones a 600 personas a la mitad de la nada en el desierto durante siete meses va a provocar algo de locura porque es una locura lo que haces. Así que sí. Y además ese mundo. A Hugh Keays-Byrne, quien interpretó a Immortan Joe, le gustaba crear ese ambiente para los War Boys, sus niños soldados. Tenía pósters de la cara de su personaje por todo el gimnasio de dobles donde todos entrenaban, y cantaba canciones de cuna para todos casi como si fuera un culto. Y todos le rezaban. Había todo tipo de cosas inmersivas alrededor.

Tú y Tom Hardy parecían provocar la manía el uno del otro.

Sí, completamente. Verlo trabajar, y a Charlize (Theron) y el grupo de chicas era una locura. Acabo de ver una imagen en mi mente: había una escena en el guión en el que Charlize me escupe. Y yo pensé que no la dejaría escupirme sin escupirle de regreso. Así que de pronto estamos ambos en un camión y ella voltea y me escupe y yo a ella.

¿Le dijiste que ibas a hacerlo?

No lo recuerdo, pero creo que medio la previne. No puedes escupirle a alguien. Bueno, tal vez puedas, pero no me sentiría cómodo sin avisar.

 

Dark Phoenix se estrenará pronto. En los cómics esa saga es profunda y oscura, y parece que la película puede ser muy traumática.

Sí. Creo que es lo que el director Simon Kinberg quería hacer con ella. Recuperar el centro emocional de lo que son los X-Men, la gente y sus historias. Esta es ciertamente más desgarradora en muchos aspectos y las apuestas son muy altas. Creo que la interpretación de Sophie Turner (Jean Grey/Phoenix) es increíble, muy fuerte pero también desgarradora. Yo crecí como fan de X-Men, así que me emociona ver esta historia contada de esta manera: muy atrevida e intensa.

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Filmaste First Class en 2010; ha pasado casi una década y cuatro películas. ¿Cómo te sientes al respecto?

Es una locura. No esperas eso. Además, así como las películas de The Lord Of The Rings eran una gran influencia cuando yo tenía como 11 o 12, las de X-Men también lo fueron. Así que te encuentras un par de años después haciendo Days Of Future Past y estás en los pasillos que creciste viendo, con Hugh Jackman. Tenía que pellizcarme. Recuerdo mirarlo y pensar: “Esto es una locura: ¡estoy caminando por el corredor con él y vamos a Cerebro!”. Extraño. Y después creces y tienes estas amistades y todas estas cosas con la gente involucrada. Es una pequeña unidad familiar.

Hank es muy intenso. ¿Cómo ha sido darle forma a lo largo de los años?

Comenzó como estudiante en la primera película, avergonzado de sus capacidades mutantes, y después cambió y se convirtió en un facilitador y cuidador de Charles, y tiene una relación con Mystique, con Raven, y después se convierte en maestro, y ahora en esta película llevamos eso a un nivel diferente de nuevo, donde comienza a cuestionar a las figuras de autoridad. Sus creencias cambian y su comprensión de cómo deben manejarse las cosas. Además, está lidiando con el trauma. Es mucho. Es algo bueno, porque creces interpretándolo y se siente cómo cambia.

Hemos visto a Nicholas Hoult crecer desde que era niño en About A Boy a adolescente en Skins, a todo lo demás. Recientemente te convertiste en padre. ¿Ha cambiado eso la manera en que te sientes respecto al trabajo o las cosas que te gustaría hacer en el cine?

Sí, te cambia enormemente de maneras maravillosas. Y me encantan y amo todos esos cambios. Adoro ser padre. En cuanto al trabajo, diría que me ha dado un nuevo foco y energía, y tal vez un mejor entendimiento de historias diferentes. Y tal vez me haya vuelto más protector de mi tiempo, porque el tiempo que pasas con ellos es precioso. Sabes que pasa muy rápido, así que eso obviamente cambia las cosas. Antes, si leía un papel para interpretar a un papá, no era algo sobre lo que tuviera experiencia para entenderlo. Así que te cambia, y cambia tus intereses. Todo evoluciona todo el tiempo.

Nicholas Hoult protagoniza Tolkien, que se estrena en cines el 14 de junio de 2019.