‘Paso a paso’: un filme honesto, atractivo e interesante

Estreno: Ya en cines.

Director: Grand Corps Malade y Mehdi Idir

Elenco: Pablo Pauly, Soufiane Guerrab y Mousa Mansaly

⭐⭐⭐

SINOPSIS:

Ben (Pauly) es un basquetbolista que, tras sufrir un grave accidente, es internado en una clínica de rehabilitación.

En un día aparentemente común de sus 20 años, al momento de abrir los ojos, Ben (Pablo Pauly) se da cuenta de que se encuentra en el hospital. Está despertando tras ser operado debido a un accidente que lesionó sus cervicales y lo dejó tetrapléjico al aventarse un clavado hacia una piscina que no estaba completamente llena. Recluido en una cama, con posibilidades inciertas de recuperar la sensibilidad y la movilidad, el filme nos cuenta su largo y difícil proceso de rehabilitación. Se trata de una desgracia que le sucedió al director y guionista del filme, el compositor y poeta Grand Corps Malade.

El contacto y convivencia (natural y juvenil, sin correcciones políticas ni exageraciones melodramáticas) con los pacientes parapléjicos, tetrapléjicos y con lesiones cerebrales o craneales que se convierten en los nuevos amigos del protagonista, da perspectiva y profundidad a las distintas historias y momentos que vemos durante Paso a paso (Patients, su título original). Labores sencillas como comer, tomar una taza de café o bañarse se convierten no sólo en un reto casi imposible, sino también en muy bien montadas secuencias que saben imprimir dinamismo, ritmo o tono, tanto como una marcada introspección a esos momentos.

Pero de entre un nutrido grupo de buenas decisiones tomadas por sus directores (la edición, el guion, las actuaciones), especial atención merecen los diálogos y las distintas conversaciones con los otros pacientes; la naturalidad con la que esta cinta, exhibida en la pasada edición del Tour de Cine Francés, retratan tanto la incomodidad como la curiosidad humanas.

Observas esas actitudes y acciones parecidas a un juego coordinado o un baile sincronizado e improvisado, que es acercarse, conocerse, escuchar de los dolores, enfermedades o padecimientos de otros. En las conversaciones hay empatía, humor, enojo, crudeza e inteligencia sobre cómo enfrentar la monotonía, la frustración, la incertidumbre o el miedo de una rehabilitación.

La película hace un gran trabajo en replicar el ejercicio de verse en otras historias y personas.

Paso a paso es una historia de renacimiento, de un viaje intenso y personal lleno de victorias y de derrotas, de risas y de lágrimas, pero que hace evidente que en estos procesos, la sanación nunca llega sola, aparece cuando nos abrimos a otros y dejamos que nos ayuden a curarnos o recuperarnos a nosotros mismos.

VEREDICTO:

Arriésgate a atestiguar otros temas desde la butaca. Aquí te encuentras con un filme que sabe concentrase en su enorme honestidad, lo que lo hace atractivo e interesante; además de entretenido al mostrar el mundo de la rehabilitación y terapias físicas como algo inspiracional y motivacional sin caer en pretensiones o en chantajes emocionales.

Por: Arturo Aguilar.