Retrospectiva de ‘Unbreakable’: ¿Qué la hace tan relevante?

Con el estreno de Glass, echamos un ojo a la película de M. Night Shyamalan que discretamente inició una saga: Unbreakable.

Por Luis Daniel de León.

Quizás muy pocos hayan visto Unbreakable (también conocida como El protegido) en el cine, o puede que ni siquiera hayan recordado haberla visto. Pero es innegable el estatus de culto que ha ganado con los años y que aún no ha perdido su fama como una de las mejores películas de M. Night Shyaman hasta la fecha.

Ahora, con un nuevo interés ganado gracias al breve cameo de Bruce Willis interpretando nuevamente a David Dunn en Split, y la secuela Glass que promete cerrar el arco de ambas películas en una “causi-trilogía”, no sería una mala idea repasar algunos de los puntos más importantes de Unbreakable, que la hicieron tan relevante con el pasar de los años.

 

El contexto en el que fue estrenada

Si viajamos al pasado en la fecha que se estrenó Unbreakable, recordaremos que los 2000 no fue una época en que las películas basadas en cómics resultaran ser los éxitos taquilleros que conocemos ahora.

En aquel tiempo, hacer una película de personas con súper poderes era un concepto que asustaba a los estudios de Hollywood, y al apropiarse de una franquicia de superhéroes intentaban adaptarla a la realidad, transformándola en una película acción más convencional. Si recordamos los X-Men de Bryan Singer, Cyclops hace una broma en referencia a sus trajes de cuero unicolor diciendo; “¿Qué esperabas, spandex amarillo?”.

En el caso de Unbreakable, Shyamalan siguió los mismos parámetros de esta época al establecer un entorno realista para una historia que intentaba contar el origen de lo que era en esencia un superhéroe, pero nunca escapó de las convenciones del género y las utilizó a su favor como un elemento narrativo.

 

Una película de superhéroes poco convencional

El mérito de Unbreakable fue hacer una película que utilizaba los principios de un cómic en un entorno realista; David Dunn, un guardia de seguridad sin aspiraciones, resulta ser el único sobreviviente de un accidente ferroviario y es alentado por un hombre desconocido a descubrir si este milagro está vinculado con la posibilidad de que David posea cualidades extraordinarias que lo hacen invulnerable.

La teoría de este hombre misterioso, llamado Elijah Price (Samuel L. Jackson), se basa en una observación empírica relacionada con su propia existencia. Price nació con una condición médica llamada osteogénesis imperfecta, también conocida como “huesos de cristal”, viviendo toda su vida pensando que así como existe un hombre tan frágil como él era posible entonces que también existiera una persona completamente opuesta incapaz de recibir daño físico.

Esta obsesión de Elijah se ve manifestada en su afición a los cómics, que los visualiza como obras de arte y considera sus historias como una manifestación moderna de los mitos griegos. En esta parte del argumento, en donde Elijah intenta convencer a David sobre sus habilidades, se extraen todos los elementos básicos de un cómic pero en una especie de meta narrativa, en donde se busca crear el perfil de un nuevo “superhéroe”.

Hay una búsqueda constante por hacer a la audiencia experimentar todo lo que es común de ver en cualquier cómic, pero adaptado a la realidad, teniendo éxito al hacer completamente creíble este universo en donde predominan los mismos simbolismos y elementos de ficción del papel, pero en un entorno muy parecido a lo que es nuestro mundo cotidiano.

 

Está excelentemente filmada

Ésta fue apenas la segunda película Shyamalan, aunque es muy fácil de ridiculizar y juzgar al hombre por su cuestionable trabajo posterior, debe reconocerse que, en lo que respecta a The Sixth Sense y Unbreakable, sí mostró grandes dotes detrás de la cámara. Es muy fácil ver ahí los indicios de su potencial.

Desde el inicio de Unbreakable vemos planos secuencias, sutiles movimientos de cámara y un perfecto entendimiento del uso que le puedes dar a los elementos que conforman el espacio. Aun cuando se pueda interpretar su dirección nada más como los intentos de un joven director intentando verse interesante, no se niega lo bien que cumple su cometido.

Hasta una persona poco enterada de lenguaje cinematográfico podrá reconocer ciertas cosas; como el uso del color para identificar la personalidad de los personajes, e incluso entender la intencionalidad de una escena sólo por la forma en que está posicionada la cámara. Un buen ejemplo para mostrar en una clase de cine, muy básica pero no por eso menos efectiva.
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Un significado oculto

Aunque muchos vean una película superficial de superhéroes, pero sin usar ningún nombre famoso como Superman o Spider-Man, también puede llegar a tener varios niveles de interpretación si se intenta profundizar un poco en ella. Es posible que la propia película no esté consciente de todas sus posibles reflexiones, pero no por eso deja de ser interesante.

Si se observa con detenimiento, más que solo una película para fanáticos de comics, es también un ensayo sobre la búsqueda de un propósito e incluso un retrato muy perturbador sobre el destino; en este caso, Elijah está condenado a sentir que no encajará jamás en el mundo y hace su cruzada personal el encontrar a alguien extraordinario como David, incluso al costo de su propia integridad o cordura.

Elijah se convierte en Mr. Glass, un villano cuyo único objetivo era el de traer al mundo un héroe con el que pueda medirse. Una visión paradójica en donde el antagonista es el responsable directo de crear a su contraparte (como pasa también en los cómics), pero no vemos que lo haga por satisfacción sino por una extraña autorrealización de confirmar que, en efecto, hay una razón para su existencia.

Todos buscamos nuestro lugar en el mundo, pero si el universo se rigiera bajo este principio básico de una lucha del bien contra el mal, eso quiere decir que existen personas cuyo propósito es el de convertirse en el mal. ¿Esto quiere decir que podemos escapar de nuestro destino, o sólo nos convertimos inevitablemente en aquello que siempre hemos creído ser?

Independientemente si el estreno de Glass logra o no superar las expectativas de sus dos predecesoras, basta con admitir que al menos Unbreakable se mantiene por sí sola como una película notable, una que es muy poco probable que vuelva a repetirse.

 

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