‘Teen Titans Go! La película’: un respiro después de sufrir ‘Justice League’

Estreno: ¡Ya en cines!

Director: Aaron Horvath, Peter Rida Michail

Elenco: Scott Menville, Tara Strong, Greg Cipes, Khary Payton, Hynden Walch, Will Arnet, Kristen Bell

⭐⭐⭐⭐

Sinopsis:

Robin y los demás Teen Titans nunca reciben el respeto que merecen de los otros héroes, y se les ocurre que es porque nunca han tenido una película propia a diferencia de Superman o Batman. Así que Robin, Cyborg, Starfire, Raven y Beast Boy se deciden a hacerla en Hollywood.

Ahora que llevamos más de 40 películas en la locura moderna por los superhéroes, considera la suerte melancólica de los vigilantes que no han tenido su gran momento en pantalla. Después de todo, hasta los Inhumans fueron proyectados en IMAX. Pero esa es la terrible situación en la que Robin y los demás Teen Titans se encuentran, y el director superestrella Jade Wilson (Kristen Bell) les dice que necesitan un archienemigo para poder  convertirse en estrellas de cine. Aquí entra el tipo malo Slade (Will Arnett). Y mientras los Titans ponen el estrellato de plata por delante de, bueno, todo, el destino del mundo se ve en peligro brevemente —y peor aún: su carrera en el cine—.

Este es un giro inteligente sobre las tropas de superhéroes que se basa en una serie de caricaturas muy chistosa de 2013, que salió a su vez de una serie de 2003 que era un poco más seria. Pero no necesitas haber visto ninguna de ellas para entenderle: Teen Titans es una película de superhéroes más interesada en hacerte reír que bombardear grandes zonas urbanas con algo gigantesco o elaborar un arco épico enorme. Y su misión es que llores de la risa al nivel de LEGO Batman o Deadpool.

El trasfondo en 2D y su acción llena de chistes nerds (un póster de ‘BvS’ muestra a Batigirl y Supergirl abrazándose) y cortes de profunda tradición de DC (¿‘Retadores de lo Desconocido’ te suena familiar?). Hay un chiste inspirado en Aquaman que por sí solo justifica el boleto de admisión, y un diálogo final para la eternidad. Hasta el casting es hermoso: Nicolas Cage finalmente interpreta a Superman mientras que su hijo en la vida real, Kal-El (es en serio), le da voz a un joven Bruce Wayne.

Ocasionalmente, la acción se vuelve más lenta cuando los personajes expermientan un poco de crecimiento personal, se acongojan después de un revés, o sale a relucir lo egomaniaco de Robin, pero hasta esas partes generalmente se tornan en una canción pegajosa (ah, sí, porque esta es también un musical). Sin embargo, son problemas menores. Esta historia magníficamente tonta ensarta despiadadamente todas esas otras películas de superhéroes vanagloriosos derramando cariño sobre el montón de tontos que son. Y es una delicia absoluta.

VEREDICTO:

Inteligente y estúpida al mismo tiempo, es un enjuague después de sufrir Justice League. Los Titans pueden lograr que vuelvas a enamorarte del Universo DC.