‘The Terror’: de la expedición real a la serie de ficción

Por: Paulina Nava.

En el infinito mundo de las series ya se vuelve difícil ver todas. Muchas veces se hace caso a recomendaciones y en otras, un interprete o avance capta la atención. Quizás este último fue cómo “The Terror” acaparó las primeras miradas y, poco a poco, los comentarios han ido expandiéndose a su favor.

‘The Terror’ está basada en el best-seller homónimo escrito por Dan Simmons. Es una obra de ficción que toma como base la expedición real denominada “Expedición perdida de Franklin” ocurrida en 1845 la cual, comandada por el capitán John Franklin, partió de Inglaterra en dos barcos llamados HMS Erebus y HMS Terror con el fin de atravesar y explorar el último tramo del Paso del Noroeste, sólo para encontrar su fin al quedar atrapados en hielo cerca de la Isla del Rey Guillermo en el Ártico canadiense.

A pesar de ser un acontecimiento bastante famoso,  y el desenlace genera pesar y asombro, la serie producida por Ridley Scott sorprende a los espectadores al proponer una muestra de la angustia de esos 129 hombres que perecieron.

La serie es protagonizada por un soberbio Jared Harris (King George VI en The Crown); también por el siempre cautivante y atinado Tobias Menzies (Frank y Jack Randall en Outlander, y el próximo Príncipe Felipe en The Crown), en una interpretación inicial bastante engreída; y un sosegado y elegante, Ciarán Hinds (Mance Rayder en Game of Thrones). Los tres son acompañados por un extenso y equilibrado elenco juvenil donde destaca de sobremanera, al punto de robar cámara a sus jóvenes compañeros,  Adam Nagaitis como el maniático Cornelius Hickey.

El inicio es lento y denso, pero útil para conocer a los personajes mientras navegan hacía su destino, dentro de los barcos hay un periodo de calma, tranquilidad, respeto y obediencia, la fascinante fotografía e iluminación rodean la tripulación con los pocos tonos cálidos que tendrán en la historia.

Ya en hielo (por así decirlo), los tripulantes no tienen mas que esperar una salida, la cual mientras pasan los meses y posteriormente los años, parece imposible. La desesperación se apodera, la locura comienza a manifestarse, la barrera del idioma es firme, la ignorancia y el recelo impide la confianza a una posible manera de supervivencia proveniente de una mujer Inuit (interpretada por la cantante y actriz groenlandesa, Nive Nielsen) llamada por ellos Lady Silence.

Al enfrentarse a mayores peligros , la hermosa imagen toma colores fríos, lo que en un ambiente desértico podría plantear calor, deshidratación, en el hielo es la nada, no hay animales (o no saben dónde localizarlos), no hay un horizonte claro hacia donde ir, solo hay frío, congelamiento, y ello sirve de alegoría al cambio interno que los personajes padecen.

Si bien, la gran mayoría de las escenas suceden en el Ártico, también intercala otros momentos: recuerdos de ciertos tripulantes que tuvieron con las personas que dejaron en tierra y, tomando de base la realidad, se ve la presión que hizo la esposa del capitán John Franklin y los familiares de la tripulación para que el Almirantazgo (hoy día, Marina Real Británica) iniciara la búsqueda de la expedición.

¿Qué les pasó? Neumonía, tuberculosis, envenenamiento por plomo, escorbuto, hambre, hipotermia, el ambiente. La serie plantea de manera respetuosa y adecuada las sospechas sobre el canibalismo recurrido para subsistir.

Con respecto a la ficción hay algo más, por si lo anterior no es suficiente, también se enfrentan a algo sobrenatural que va mas allá de ataques a campamentos, “no creo que sea un animal con lo que luchamos” se comenta previo a conocer dicha perturbación, y de hecho este aspecto no puede estar del todo errado,  hay creencias con respecto a que el Ártico tiene un nivel de espiritualismo aún desconocido, y también se encuentra lo que las generaciones de Inuits han comentado sobre la tragedia, aseguran que desde ese instante el lugar se encuentra maldito.

Ergo, el entretenimiento está asegurado, pero The Terror hace la invitación involuntaria al cuestionarse qué se haría en esos casos, hasta qué punto se llegaría para sobrevivir, o peor, que el sentido común dicte que no se saldrá con vida de aquel ambiente, sin embargo, el instinto de conservación domina cada impulso hasta que llega lo que dictamina el ice master, Thomas Blanky, en el episodio 6 titulado “A Mercy”:

“… una vez que se acaba toda esperanza la mente se vuelve antinatural… no tengo que verla para saber que está aquí”.  

 

El misterio que rodea el suceso y lo que la serie produce se convierte en interés.

No se puede evitar averiguar y descubrir las imágenes momificadas de los primeros decesos; o los videos de You Tube donde muestran los barcos recién descubiertos – el Erebus se encontró en el 2014 y el Terror dos años después – omitiendo la parte en la que residen bajo el mar, las fotografías y grabaciones los muestran casi intactos tras los naufragios aún desconocidos (para ese entonces la tripulación ya había muerto); o toparse con datos curiosos como es que el protagonista de Las aventuras del capitán Hatteras (1866) escrito por Julio Verne, sigue los pasos del capitán Franklin y llega al Polo Norte.

Como se lee, no es una serie de terror propiamente dicha, el nombre lo toma de uno de los barcos y de los horrores padecidos, sería penoso que se mantenga en la clandestinidad o en la lista de espera, son solo 10 episodios con duración de una hora cada uno, y es de lo mejor del año.