‘Baño de vida’: el pasado a través del vapor

Baño de vida es la ópera prima de Dalia Reyes, un documental mexicano que ya pudo verse en diversos festivales. Te contamos más en la reseña.

Estreno en México: 5 de abril

Director: Dalia Reyes

Duración: 67 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

Sinopsis

¿Qué fueron y qué son ahora los baños públicos? Este documental deambula a través del vapor para dar con historias íntimas de quienes se apropian de estos espacios.

 

Esta es otra de esas piezas que se apuntan y refuerzan la enorme tradición documentalista de nuestro país —que tantas satisfacciones ofrece cada año y debería correr con mejor suerte a la hora de arribar a la cartelera comercial—, y que con una sensibilidad apabullante develan esos interesantes y sorpresivos microuniversos a veces ignorados, que permanecen ocultos detrás de las fachadas de concreto de las grandes urbes. En este caso, además, se trata de una propuesta que alude una parte casi extinta de la mitología urbana de la Ciudad del México del siglo pasado, la de los baños de vapor.

Desde los primeros minutos, es difícil no dejarse llevar por la elocuencia sensorial del juego de contrastes entre escenas orgánicas e incidentales que reflejan el día a día de los protagonistas, y las secuencias que con base en tomas fijas en los que veces a penas se percibe una mirada y un gesto efímero, enfatizan la geometría del escenario en el que eventualmente se sumergen, lleno de azulejos y mosaicos, botellitas de aceite, frascos con bolsitas de shampoo —que llevan décadas con la misma presentación—, toallas y cuerpos desnudos.

Se trata de un recorrido plagado de matices y texturas que nos lleva de los pasillos a las entrañas de un espacio de silencios prolongados. Ahí el hombre común, entre el vapor y el sudor que precede a la limpieza sinónimo de escape y cierta reflexión, encuentra desde un simple y breve momento de quietud y descanso, hasta —quizás— una mustia y profana epifanía.

La directora Dalia Reyes —egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica— toma como materia estructural lo que cuentan las personas mientras toman un simple baño: aquel que lleva más de dos décadas como el encargado del lugar, la barrendera del centro histórico que acude religiosamente y la mujer que tiene 40 años como clienta.

Con certeza, Reyes disecciona las confesiones y selecciona las frases a través de las cuales quedan expuestas en mayor o menor medida, sus angustias, tristezas, alegrías y añoranza. De paso, se da tiempo de mostrar el sentido casi ritual que el acto de desnudar el cuerpo y el alma alcanza en una rutina que pareciera tan simple y mundana.  

Baño de vida es una ópera prima sobresaliente, de naturaleza íntima, que transpira honestidad sin olvidar las posibilidades estéticas. Ya se presentó en eventos fílmicos como el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, el Festival Internacional de Cine Gay de la UNAM, Festival Mix, MIC Género y DOCS MX, y es tiempo que el gran público se dé la oportunidad de descubrirla

Veredicto

Estamos ante un puñado de historias de abrumadora humanidad, sobre lo extraordinario de lo cotidiano, que a pesar de que llega a caer en cierto regodeo con la imagen, extendiendo de más algunos fragmentos, resulta envolvente, seductora y reflexiva, pero sobretodo evocadora. Por supuesto, hace honor al más que conveniente título.

Por Jesús Chavarría

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