‘Doble vida’: de apegos y editores

El francés Olivier Assayas presenta en Doble vida (Doubles vies) una comedia ligera que aborda con soltura el mundo literario, la intimidad en pareja y las plataformas digitales.

Estreno en México: 26 de julio de 2019

Director: Olivier Assayas

Actúan: Guillaume Canet, Juliette Binoche, Vincent Macaigne

Duración: 107 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

Sinopsis: En París, Alain (Canet) es un exitoso editor y Leonard (Mecaigne) un escritor famoso. En el marco de una nueva colaboración juntos les llega una época de crisis: de creatividad, de la edad, de la era digital y del matrimonio.

 

Haciendo alarde de la sorprendente habilidad que sabemos que le distingue a la hora de tejer diálogos tan ingeniosos como incisivos y esclarecedores, el también responsable de apreciadas obras como Las nubes de María (2914) y Carlos (2010) —y su respectiva miniserie— ofrece aquí un refrescante acercamiento al lado humano del mundo literario, aún endeble ante la ya larga transición entre los métodos tradicionales impresos y las nuevas tecnologías. 

Desde un principio llama la atención la forma en que Olivier Assayas evita cualquier tipo de artificio narrativo o alarde técnico —aunque raya un poco de más en lo austero—, en su lugar apuesta por una cámara ágil y elabora situaciones sin desperdicio alguno, envolventes y de gran naturalidad. En ellas se hace presente la incertidumbre que detona discusiones sobre los caminos editoriales, las formas de alcanzar al lector, amén de la transgresión de los contenidos en pro de las necesidades y exigencias del mercado. 

Todo esto mientras el doble discurso, asumido y longevo, sigue más que instalado e incluso impregna la vida íntima y social de los personajes —un editor, su esposa actriz, un polémico escritor, la asistente de un político, la joven asesora en las plataformas digitales— supuestamente comprometidos con ciertas posturas y principios ante los demás, pero que fácilmente traicionan cuando se trata de estar en la intimidad y lidiar con los apegos, recurrir a la revancha sentimental o encontrarle desahogo a la soledad dentro de las rutinas. 

La ligereza del desarrollo en tono de la comedia más ligera es la clave para que, a pesar de todo lo anterior, la cinta mantenga un discurso optimista que se sustenta en la eventual síntesis de las disyuntivas expuestas —la llegada de Internet, los eBooks, el valor intelectual de un tweet, el papel de la crítica—, en pro de las pequeñas cosas de la vida real, esas que se mantienen al margen del universo virtual, y las identidades que se construyen a través de las redes sociales. 

Por si fuera poco, el reparto cuenta con la participación de actores de la talla de la siempre dedicada Juliette Binoche y el comprometido Guillaume Canet, cuyo oficio y talento más que probado les permite encontrar los matices para sostener las constantes conversaciones, mismas que de otra forma resultarían abrumadoras y hasta cansinas; al mismo tiempo que se nota cómo lo disfrutan y logran transmitirle dicho sentimiento al espectador, convirtiéndolo en un cómplice de inmediato. 

Presentada en el Festival de Cine de Venecia, Doble vida podría confundir por la simpleza de su título, pero no sólo se trata de una comedia disfrutable, sino que detrás del humor y su naturaleza de entretenimiento esconde muchos apuntes sobre un tema del que, según parece, aún no se ha hablado lo suficiente y vale la pena darle un vistazo.

Veredicto

Una broma de naturaleza cinematográfica innegable, inteligente y divertida, que detrás de la sutil ironía esconde una profunda reflexión sobre el mundo literario y sus criaturas, humanas al fin y al cabo. Un ejemplo de la comedia digerible y agradable en la forma pero compleja e interesante en el fondo, sin llegar a los excesos intelectuales.

Por Jesús Chavarría

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