Entrevista Jorge Fons: Sobre el cine mexicano que ha sido y el que vendrá

Jorge Fons, cineasta infalible que se atrevió a retratar la matanza del 68 en el filme Rojo amanecer cuando aún era un tabú nacional, recibe este 2018 en la UNAM la Medalla Cátedra Ingmar Bergman, por su quehacer artístico que ha innovado en las fronteras del arte teatral y cinematográfico.

¿En este momento qué significa para usted el cine?

“Ahora con lo de la Medalla Cátedra Ingmar Bergman, aprovecho para citarlo. La imagen, decía él, es un texto, unos actores y un auditorio. ¿No? Ahí se dicen cosas, de ahí salen las grandes cosas, las grandes ideas y las grandes transformaciones”.

¿Cómo se siente recibir este reconocimiento de la UNAM, además con el nombre de Bergman.

“Me pone a pensar en los años que estudié cine, en la década de los sesenta. Me honra recibir la Medalla Cátedra Berman, además, de la UNAM”.

Director de cintas cruciales como Los albañiles, Rojo amanecer y El callejón de los milagros, Fons pertenece a la primera generación del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), al que ingresó en 1963, y en donde, desde aulas improvisadas, comenzó su carrera profesional. Pero qué hubo antes del cine para Jorge Fons.

“Recuerdo haber hecho teatro en mi barrio de Tlalnepantla, en la Casa del Lago y en el Jiménez Rueda. Me divertía, era mi gran pasión. Luego que me metí a aprender cine descubrí que era difícil participar de esta industria. Aun así se abrió para mí un mundo”.

Cinéfilo empedernido y realizador legendario, Jorge Fons no cree haber dejado escuela a su paso ni haber influido en los jóvenes. Por esto le preguntamos por cinco cintas mexicanas, que le recomendaría ver a los jóvenes de hoy.

“No sé exactamente qué ven los jóvenes, luego los escucho que cuentan, acabo de terminar esta serie en Netflix o esta otra. Pero también los viejitos ven series, es lo que está de moda. Pues yo les recomendaría ver El compadre Mendoza y Vámonos con Pancho Villa, dos de Fernando de Fuentes, que me parecen cintas que valen mucho la pena. También Enamorada, de Emilio El Indio Fernández; una de Luis de Alcoriza, Tiburoneros. Y claro, Canoa de Felipe Cazals. Ahí tienen cinco, véanlas, hablan de diferentes aspectos del imaginario mexicano”.

¿Qué nos puede decir sobre el futuro de la producción nacional y sobre lo que vendrá en cuestión de plataformas y consumo del cine?

“Percibo generaciones de nuevos cineastas que no tienen una audiencia fija, y es que Hollywood se ha apropiado de todas las pantallas y, por lo mismo, la exhibición del cine mexicano es muy reducida y muy mala. Paradójicamente, en cuanto a producción se generan alrededor de 150 películas por año, que es sano, pero son obras que no se ven, el trabajo queda semiolvidado».

«Y ahora las plataformas ya son parte de esto, cambiaron todo, hay mucho trabajo ahí aunque no sé qué tanto potencial expresivo se derive de ellas. Yo siempre les digo a los jóvenes cineastas, cuando los invitan a trabajar en estos espacios, que hagan sus series, hay que aprovechar esta moda, pero el chiste también es que no dejen de hacer cine mexicano, y que no dejemos de verlo. Porque luego parece que el público mexicano se ha desconectado de su cine».

Ganador de tres Arieles y merecedor en el 2011 tanto del Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes como del Ariel de Oro, a sus 79 años Jorge Fons se mantiene con deseos de seguir filmando.

¿Se aventaría usted a hacer una serie para plataformas de streaming en este momento de su vida?

“No, no lo creo, jajaja. Cuando mucho me aventaría una nueva película”.

Epílogo

Como parte de la entrega de la Medalla Cátedra Ingmar Bergman a Jorge Fons, se proyectó una versión restaurada de Rojo amanecer con escenas que no habían sido incluidas en anteriores ediciones. La ceremonia tuvo lugar el jueves 30 de agosto, en la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la UNAM.

Fotos: Cultura UNAM