‘Knife + Heart’ (‘La daga en el corazón’): slasher hipersexualizado

Nominado en el Festival de Cine de Cannes, Yann Gonzalez trae en Knife + Heart (La daga en el corazón) un slasher que conquista los sentidos.

Estreno en México: 17 de mayo

Director: Yann Gonzalez

Actúan: Vanessa Paradis, Kate Moran, Jonathan Genet, Nicolas Maury, Noé Hernández

Duración: 110 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

Sinopsis: París, 1979. Anne es productora de porno gay, pero cuando su amante Loïs rompe con ella, decide realizar su película más ambiciosa. Sin embargo, el brutal asesinato de uno de sus actores pone su vida de cabeza.

 

En un club nocturno underground, un joven actor de porno gay es seducido por un hombre en una máscara de cuero negro. Se van a la cama mientras el rojo neón llena la pantalla al son de la música de Anthony Gonzalez (de M83).

Parece un sueño tan tierno como hipersexualizado, en el que se intercalan imágenes de una película porno protagonizada por el mismo actor. Amarrado a la cama y amordazado con su propia interior, queda a merced del otro hombre, quien lo apuñala con una navaja enfundada en un enorme dildo. Sí, en serio.

Knife + Heart, nominada a ambas Palma de Oro y Palma Queer en Cannes, puede ser resumida por esa primera secuencia. De inicio a fin, la película está cargada de un erotismo hipertrófico parado en la delgada línea entre la transgresión y el ridículo, aderezado con la mayor convención del slasher: un asesino serial responsable de grotescos asesinatos.

Y esto sin meternos en la historia de su protagonista, Anne (Vanessa Paradis), la productora de porno gay barato despechada por el abandono de su amante y editora de sus películas, Loïs (Kate Moran). Las muertes de sus actores la inspiran a crear su película más ambiciosa, en un intento desesperado por ganar a Loïs de vuelta.

El personaje de Paradis es definido por la intensidad de sus sentimientos, que la conducen al terreno de una obsesión malsana. Conforme avanza, la historia tampoco profundiza mucho en ello, más enfocada en destapar el misterio que envuelve al sádico asesino. Éste, a su vez, tampoco es un acertijo tan complejo, y el guión prácticamente entrega la revelación en bandeja de plata hacia el último tercio.

En general, ésta es una película mucho más ligera en historia que en estilo, filmada a modo de cine serie B de la época que homenajea, con todo y actuaciones absurdas y violencia de lo más estilizada.

Es muy parecida al cine giallo de los setenta, y si algo puede decirse como referencia es que Knife + Heart se parece más a Suspiria de 1977, que el remake de esta misma de 2018. Es un ejercicio de estilo visual con un guión más bien insulso, con actores de porno gay y un asesino serial en lugar de bailarinas y brujas.

Por lo cual resultará toda una joya para quienes se enamoren del cine por medio de los sentidos, gracias a su atmósfera casi onírica provocada por la belleza de las imágenes eróticas, la fragilidad humana evidenciada por su brutal violencia, y la conmoción invitada por el desamor. Quienes busquen la complejidad literaria de un guión de suspenso, encontrarán en ella menos de qué hablar.

Veredicto

Quienes den la oportunidad a las extravagancias exageradas de su guión, encontrarán en Knife + Heart un homenaje al cine de bajo presupuesto, pero con una fascinante atmósfera surrealista y erótica.

Por Lalo Ortega

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