Reseña GIFF 2019 – ‘El despertar de las hormigas’

El despertar de las hormigas, de la directora costarricense Antonella Sudasassi, se presentó en la competencia de largometraje internacional de ficción en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) 2019.

Estreno en México: 20 de julio de 2019 (GIFF 2019)

Director: Antonella Sudasassi

Actúan: Daniela Valenciano, Leynar Gómez

Duración: 94 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

Sinopsis: Isabel es una joven modista, esposa, y madre de dos niñas. Las presiones de la familia de su esposo por tener otro hijo, serán el inicio de una silenciosa pero inevitable y poderosa rebelión.

 

En años recientes se pueden citar a varios filmes que abordan la experiencia femenina desde la cotidianidad. Basta pensar, por mencionar el ejemplo más obvio, en Roma (2018) de Alfonso Cuarón; o en la también mexicana La camarista (2018), de Lila Avilés (premiada en los Ariel). Pero si nos salimos de nuestras fronteras, también nos encontramos con la boliviana Eugenia (2017) de Martín Boulocq. O más atrás en el tiempo, la peruana La teta asustada (2009) de Claudia Llosa.

El despertar de las hormigas (2019) se une a esta lista desde Costa Rica, y al compartir ciertos ejes temáticos, estilísticos y continente de origen con las antes mencionadas, pone de manifiesto las asfixiantes vicisitudes de ser mujer ante el machismo arraigado de América Latina.

La premisa de la cinta, escrita y dirigida por Antonella Sudasassi, es tan anecdótica que roza con la banalidad. Sigue la vida de Isabel (Daniela Valenciano), quien vive con su marido, Alcides (Leynar Gómez de Narcos), a quien ayuda con pequeños encargos como modista, y con quien tiene dos pequeñas hijas.

Entonces somos testigos de situaciones comunes, como la suegra haciendo la pregunta de para cuándo el próximo nieto. O del esposo sentado a la mesa mientras la mujer hace malabares con las hijas y el sartén para servirle. O la ilusión rota de tener un negocio propio para sentirse realizada más que como madre y esposa.

Son situaciones tan rutinarias que resultan reconocibles desde la frontera del Río Bravo hasta la punta de la Patagonia. Y sí, en papel puede que no suenen particularmente emocionantes, pero Sudasassi construye a su alrededor una tensión creciente y contenida, representada con magistrales sutilezas de Valenciano. Éstas son captadas por una cámara austera pero efectiva, igual de impávida ante sus momentos más privados, placenteros y alegres, pero también lo más amargos y trágicos.

Acorde a su título, el guión construye esa tensión a paso de hormiga a través de esos momentos de íntima cotidianidad, implicándonos de tal forma que la frustración de Isabel crece con la nuestra. Es imposible no estar con ella cuando llega el punto de romper ese silencio tácitamente impuesto. Esperemos que ese efecto trascienda la pantalla y las salas de cine.

Veredicto

Con El despertar de las hormigas, Antonella Sudasassi logra un filme que se siente discreto, pero poco a poco se convierte en un grito que evidencia el absurdo anacronismo de la América Latina machista, así como la satisfactoria ruptura de una protagonista en la que pueden verse mujeres de todas las naciones.

Por Lalo Ortega

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