La monja: cine de terror que huele a madres

Cine habló con el elenco y equipo técnico de La Monja (The Nun), que ahora estrena en cines. Fue algo aterrador.

Por Owen Williams

El universo Conjuring viaja en el tiempo en La Monja

Saliendo del museo de lo supernatural y alojada en el sótano de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, The Conjuring, de James Wan, ha engendrado silenciosamente un floreciente universo de horror cinematográfico. Hasta ahora, eso incluye una secuela numerada y un par de spin-offs de la muñeca asesina Annabelle, obteniendo una taquilla mundial impresionante: 1,200 millones de dólares. El Hombre Encorvado (The Crooked Man), a quien vimos en The Conjuring 2 podría también ser protagonista de un proyecto futuro, pero primero, aquí llega La Monja (The Nun).

La primera vez que vemos a la Monja es 15 minutos después de que empieza la Conjuring original aunque podríamos perdonarte que no notaras la foto poco relevante en la pared cerca de la puerta del archivo embrujado de los Warren. Esa foto está también en la última escena, reflejada en la tapa espejada de la espeluznante caja musical. Pero fue en The Conjuring 2 donde se volvió exitosa, cuando Wan decidió al final del día agregar más sustos en las tomas extras. Allí se reveló que era la encarnación del demonio Valak, tomando una forma blasfemaque deliberadamente se burlaba de la fe católica de Lorraine Warren (Vera Farmiga). James decidió que quería un nuevo monstruo y ella le vino a la mente, dice Bonnie Aarons, quien entonces como ahora porta una toca trenzada (y quien previamente era mejor conocida como la vagabunda indeleblemente aterradora detrás de Winkies Diner en Mulholland Drive, de David Lynch). No quería irme de la audición hasta que me dieran el papel. ¡De ninguna jodida manera alguien iba a ser más malvada que yo!”.

Pronto resultó obvio que esta monja tenía pinta de franquicia. El guionista y productor ejecutivo Gary Dauberman dice que había un “vértigo inmediatoal darse cuenta del potencial tanto del personaje como de la actriz. “Hay algo icónico en ella. Sabíamos que tenía otra película dentro”.

Esa película ha resultado ser una historia sobre su origen y que se desarrolla en un convento rumano en los 50, revelando que el disfraz de la Monja predata varios años los encuentros de Valak con Warren. Después de varios acontecimientos extraños en la abadía y el suicidio de una joven novicia, el Vaticano manda al padre Burke (Demián Bichir), un exorcista experto, y a su asistente novicia, la hermana Irene (Taissa Farmiga, hermana de Vera, nomás para mantenerlo en familia) a investigar si el lugar sigue siendo sagrado. Naturalmente, es todo menos eso.

El periodo, el lugar donde se desarrolló y su alcance nos remontan a películas de horror clásicas, de la vieja escuela y chorreantes de sangre, reflexicona el director Corin Hardy, quien con esta película asciende a los estudios grandes después de The Hallow, película irlandesa independiente ganadora de un Cine Award. “Y me encanta que la historia fuera un misterio cuyo motor era el personaje así como una película de horror. Hay mucha historia dentro de la historia mientras lo que ocurre se desarrolla. Si hubiera estado ubicada en el Los Ángeles de 2017, y se tratara de una pareja atemorizada por La Monja, seguramente me habría interesado menos, pero esto es justo lo que yo buscaba, dice. O eso cree. Quizá, sólo quizá, Valak buscaba a Corin.

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