Los Epic Fails de Star Wars

Como todo lo que nos encanta, Star Wars no es perfecta, y no se trata sólo de Stormtroopers torpes: hay errores de los que nadie quiere ni hablar.

Star Wars es quizá lo mejor que le ha pasado a la industria del entretenimiento. Casi todo en ella es entrañable: desde sus inolvidables personajes —ya sean humanos (digámosles así), criaturas o droides—, pasando por la historia de una “familia real” gracias a los designios de los midiclorianos, siguiendo por una orden místico-guerrera con un poco de trasfondo católico-budista-celta-new age.

Hasta el aspecto económico, dentro del cual el mismo filme se vuelve una obra de culto al tiempo que una marca comercial altamente rentable, sin perder ni una pizca de la emoción original: la que, en el cada vez más lejano 1977, causaba que al terminar la función de “La guerra de las galaxias”, los otrora niños exigieran a sus padres comprarles una “espada láser”.

Una parte importante de su encanto son sus ingenuidades y sus errores, los cuales suelen disculparse debido a tanta maravilla que nos regala, pero que cada tanto regresan a torturar la memoria, como aquel gazapo fundacional del Episode IV cuando uno de los Stormtroopers se golpea la cabeza mientras su equipo busca a los fugitivos Luke Skywalker, Han Solo, Chewbacca y Leia Organa, quienes se ocultan en el triturador de desechos.

La plataforma YouTube está llena de tops y demás conteos que dan cuenta de los detalles de continuidad y errores técnicos de las dos trilogías, de los Episodes VII y VIII, de Rogue One y de Solo: A Star Wars Story. Puedes buscar los sables de luz polvorientos de A New Hope, al soldado asesinado por Darth Vader que flexiona la pierna para ayudar a los Stormtroopers a levantarlo en The Cine Strikes Back o al Ewok que deja ver los ojos del actor que lo interpreta en Return of the Jedi, además de varios detalles de la trama que se contradicen o le restan solidez a la historia.

Lo que sigue ahora es el recuerdo de algunos detalles que van de lo entendible a lo lamentable, pues en determinados casos, a pesar de no poder calificarlos como errores, tienen una cercanía muy grande con los horrores.

Los personajes del cómic original

Los Epic Fails de Star Wars
Marvel Comics

Como todos saben, en 1975 George Lucas le pidió a Ralph McQuarrie que ilustrara el guion galáctico que buscaba llevar al cine. El artista fue el responsable de imaginar el aspecto visual de la mayoría de los personajes, mismos que al llevarse a la realidad cinematográfica resultaron tener comprensibles cambios. “Una cosa es la que sueñas y otra la que puedo darte”.

Con la cinta en plena producción, la gente de Fox —el único estudio que decidió confiar en la locura de Lucas— pensaba que sólo una buena campaña de marketing podría vender la, en ese entonces, extraña película: la campaña publicitaria podría comenzar con un cómic bajo un acuerdo con Marvel Comics.

Howard Chaykin, ya en esos años un reconocido dibujante de cómics, fue llamado como ilustrador de la saga. Además se le pidió un cartel para promocionar el filme en la Comic-Con de San Diego de 1976, titulado “Star Wars Corp. Poster 1”. En él vemos el aspecto casi final de la estética de A New Hope, con algunos cambios en el casco de Vader, cierta dureza en los rasgos de los actores y las naves no del todo como las conocemos; pero digamos que es fiel.

Lo verdaderamente desconcertante, aunque comprensible, es el resultado final de la serie de cómics, que comenzaron su publicación en 1977 y terminaron 107 números después, en 1986, cuando Marvel perdió la licencia. Los primeros seis números adaptan el Episode IV, con guion de Roy Thomas y lápices del propio Howard Chaykin. Si puedes googlearlo, échale un ojo a un Luke bastante más mayor que Mark Hamill en esa época, a la frondosa Leia, al militarizado Han Solo y al simiesco Chewbacca, más cercano al Yeti que al entrañable guerrero-perro-faldero que conocimos al final.

Star Wars Holiday Special

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Lucasfilm

Antes de The Cine Strikes Back, antes de Return of the Jedi, fue Star Wars Holiday Special. No tienes que imaginar Star Wars, el Musical: ya existe. Era 1978 cuando el primer spin-off de la saga vio la luz. Señor Lucas, lamentamos informarle que su hijo nació tarado.

El programa de más de hora y media de duración fue dirigido por Steve Binder, famoso por sus éxitos en especiales musicales de TV, y se transmitió por única ocasión el 17 de noviembre de aquel año en los canales CBS (estadounidense) y CTV (canadiense). La pésima crítica y la baja aceptación por parte de las nacientes legiones de seguidores de Star Wars hizo imposible que se retransmitiera o se lanzara en formatos caseros, lo cual, por fortuna, de paso logró que Lucas y compañía enmendaran por un tiempo el camino de las secuelas y optaran por un mayor apego al concepto épico-heróico original, pues ese alejamiento del concepto principal fue la causa del fracaso del especial. Como si aquellos primeros espectadores necesitaran la fantasía guerrera con causa y no fortalecer los valores familiares. Me explico…

La historia es sencilla: trata de los peligros que enfrentan Chewbacca y Han Solo cuando buscan visitar Kashyyyk, el planeta natal de Chewie, para celebrar el Día de la Vida, algo así como la Navidad-Acción de Gracias Wookiee, en medio de la persecución por parte de las tropas imperiales.

Los cazadores de anécdotas de la saga encontrarán aquí algunas joyas, como la primera aparición de Boba Fett, en animación y con tal vez la historia más importante que ha protagonizado (por supuesto, el estreno de The Mandalorian vendrá a modificar esta afirmación). También se presentan los aborrecibles padres de Chewbacca: Itchy y Malla, y al hermano Lumpy, de quienes después se supo que sus verdaderos nombres son Attichitcuk, Mallatobuck y Lumpawarrump, respectivamente.

El programa incluye a varios personajes y actores principales además de Solo y Chewbacca, como Luke Skywalker, C-3PO, R2-D2, Darth Vader y la princesa Leia, a quien podemos oír cantar; además cuenta con música de John Williams y de otros compositores de menor talento, presenta una de las primeras animaciones de Star Wars y un tema de Jefferson Starship.

Lamentablemente el Holiday Special comete el pecado de restarle importancia a la trama y la lucha de los rebeldes contra el Imperio para dar paso a una serie de números musicales, participaciones de celebridades y rutinas de comedia y acrobacia que promueven los “buenos valores” y de paso arruinan para siempre la historia del origen de Chewbacca.

Donde había un lugar extraño y fascinante, como la cantina de Mos Eisley en Tatooine, los autores de este desastre ponen algo parecido a la Villa del Grinch; donde había criaturas maravillosas como Greedo, las sustituyen por maquillaje, pelucas de colores, trajes con brillantina y efectos de video de música disco; donde había una princesa rebelde que tomaba las armas y era fiel a un ideal a pesar de la destrucción de su hogar, tenemos a una celebridad que ahora promueve la paz por medio del canto.

¿Podría ser peor? En 1979, el libro infantil The Wookiee Storybook insistió en el tema, tratando de poner el festejo Wookiee Día de la Vida como una fuente de inspiración familiar; y en la tira de periódicos The Kashyyyk Depths, del mismo año, con un tomo de mayor acción, ofreció una aventura de Han, Luke, Leia y Chewie en Kashyyyk para el Día de la Vida.

Los Epic Fails de Star Wars

Insisto, ¿podría ser peor?

Los Epic Fails de Star Wars
Marvel Comics

En 2005, en la cuestionable Revenge of the Sith, Lucas trata de lavarle la cara al desastre Wookiee causado por el Holiday Special al poner a esta raza guerrera a enfrentar valientemente al Imperio al lado de los Jedi y las tropas de la República, pero a pesar de la tecnología y la sofisticación en los paisajes sobrevive aún la misma sensación que al mirar a los Ewoks: imaginar a salvajes con resorteras contra los marines estadounidenses.

Caravan of Courage: An Ewok Adventure y otros horrores

Los Epic Fails de Star Wars
Lucasfilm

La aventura fílmica de Star Wars se pensaba concluida con el Episode VI, y sin una claridad de hacia dónde llevar un negocio tan redituable se dio paso a contar una historia ubicada en Endor y estelarizada por los lindos ositos que derrotaron al Imperio. Así nació The Ewok Adventure, título con el que se conoció en un primer momento este filme.

Era clara la intención de Lucas de llevar el universo extendido de Star Wars hacia un público infantil, por ello escogió la historia de un par de chicos varados en Endor que deberán encontrar a sus padres secuestrados por el monstruo Gorax. La película se desarrolla antes de los eventos de Return of the Jedi.

Tal fue el esfuerzo de llegar a los bolsillos de los padres de familia que la cinta tuvo una secuela en 1985 llamada Ewoks: The Battle for Endor y una serie animada titulada simplemente Ewoks, con una segunda temporada que cambió su nombre por The All New Ewoks y llegó hasta 1986. Por si fuera poco, en 1985 también se lanzó la animación Droids, de apenas una temporada de 13 capítulos, con estelares de R2-D2 y C-3PO.

Si bien en estas obras Lucas no deja de lado los valores de producción, el ideal que lo llevó a incluir a los Ewoks en Return of the Jedi no fue suficientemente sólido ni siquiera para justificar su estancia en el final de la saga, y pretender seguir contando la historia de la República contra el Imperio a través de estos peluches le restó grandeza a lo logrado con la trilogía.

Es decir, se sabe que Lucas deseaba demostrar que hasta los más pequeños tienen una función en la gran obra social que es la libertad, pero pese a la proclama, su ayuda para derrotar a un Imperio militar liderado por seres capaces de matar con la mente y de tener armas que destruyen planetas, fue narrativamente complicado.

Los Ewoks originales eran insoportables estéticamente hablando, inexpresivos, que no movían la boca la hablar, y si se le suman en sus nueva aventuras a villanos que no generan miedo, por lo general monstruos de los bosques de los que cualquier Jedi derrotaba en segundos, además de un reparto que sólo sabe ofrecer actuaciones planas, es no sólo comprensible, sino hasta loable, el que estas obras no pertenezcan al canon oficial de Stars Wars.

Jar Jar Binks y la era Digital De Star Wars

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Lucasfilm

Para el cine hollywoodense ninguna otra década aportó tantos avances a la “magia” como la década de los años 70. Nunca antes los efectos especiales fueron aliados que aportaban credibilidad a la narrativa como en aquellos años, y para comprobarlo sólo hay que mencionar Star Wars e Industrial Light & Magic.

Para A New Hope, John Dykstra, Dennis Muren, Richard Edlund, Joe Johnston, Phil Tippett y otros especialistas supieron desarrollar sistemas que mezclaban la animación, el maquillaje, las maquetas, las computadoras, los títeres, el stop motion, el montaje y una larga lista de recursos cinematográficos a favor de una historia.

Para esta franquicia, la vida antes del croma era el paraíso. Con estos antecedentes, el mundo se cimbró cuando en 1999 se anunció The Phantom Menace. Con los ojos puestos en los billetes, Lucas descuidó aspectos fundamentales de la continuidad de la saga y dio paso a un sinfín de traspiés lamentables, tanto de la hechura de las cintas como del relato. En la trilogía original, cronológicamente posterior a la segunda, ¿alguien se dio cuenta que R2-D2 puede volar? ¿O que el supuesto contrabandista Chewbacca, en apariencia un vividor al lado de Han Solo, había defendido previamente a la República?

Estos traslapes de continuidad van acompañados de un largo etcétera de sinsentidos, pero lo peor fue el uso CGI y el diseño de los personajes. El nuevo juguete digital de Lucas nunca logró igualar la grandeza de los anteriores efectos especiales que habían envejecido con tanta dignidad. Si bien algunos paisajes y batallas son espectaculares, por desgracia las fallas en el guion y la pobre aportación de los recursos digitales en momentos clave, como el duelo en Mustafar, le restaron suficiente calidad a la segunda trilogía.

Además, ¿qué necesidad había de poner como protagonista a una criatura medio jamaiquina-afroamericana-torpe? Su nombre es Jar Jar Binks y desde que lo conocimos lo aprendimos a odiar. ¿Y qué decir de Boss Nass? La torpeza en la animación fue capaz de casi echar a perder diseños fabulosos, como el de Sebulba y el General Grievous.

Por fortuna para los odiadores de Jar Jar, en la novela Aftermath: Cine’s End nos enteramos ayudar indirectamente a la creación del Imperio, Jar Jar regresa con los gunganos, donde es repudiado y termina sus días como payaso callejero.

Pero lo peor del CGI cobró una víctima mayor de Star Wars: la primera trilogía. Claro que ésta tenía fallas y aspectos que pudieron enmendarse o mejorarse, como el Exogorth, aquel gusano oculto en un asteroide que casi devora la nave de nuestros héroes en The Cine Strikes Back, el cual siempre tuvo cierto parecido a un títere de calcetín, aunque por desgracia Lucas se dedicó a modificar escenas que, si bien no eran perfectas, se aceraban mucho a lo ideal.

Lo guardamos para el final: la fallida sustitución de Darth Vader por Anakin (Hayden Christensen) en los fantasmas del final de The Return of the Jedi, eliminando a Darth Vader, y vestido como el Obi-Wan de la vieja trilogía, siendo que nunca vistió así en las cintas.

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