Mentes peligrosas, el thriller juvenil que causó furor en Asia

Se estrena Mentes peligrosas (Bad Genius o Chalard games goeng) una película tailandesa inspirada en hechos reales.

Director: Nattawut Poonpiriya

Actúan: Eisaya Hosuwan, Chanon Santinatornkul, Thaneth Warakulnukroh

Duración: 130 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

 

Sinopsis

Inspirada en hechos reales, esta película cuenta la historia de un grupo de adolescentes que estudia en una de las mejores preparatorias de Tailandia y que aprovecha las fallas en el sistema educativo, primordialmente los exámenes, y lo convierten en un “sindicato” de trampas.

La industria cinematográfica tailandesa ha estado en crisis en los últimos años en términos de ingresos, calidad y falta de variedad. Contra esto GDH 559 Studio, una casa productora de dicha nacionalidad que cuenta con una amplia base de fans, y cuyos títulos están enfocados principalmente a adolescentes, y con una gran producción de películas feel good, nos trae de la mano del director Nattawut Poonpiriya una cinta al puro estilo de Ocean’s Eight en versión flick, Mentes peligrosas (Chalard games goeng).

Con una narración simple y una edición tensa, la película es rápida y emocionante gracias a la trama efectiva que resuena en diferentes grupos demográficos —reflejados explícitamente—, y conectan bien con las audiencias jóvenes.

Al tener como mensajes principales la desigualdad económica, el juicio de la sociedad sobre calificar a un individuo por un puntaje y el sistema escolar corrupto que nos condena a un destino injusto del futuro educativo, y por lo tanto del por venir de la vida, la cinta de momentos te hace sentir algunas fuertes bofetadas.

Los valores de producción están a la altura de los estándares internacionales y se adaptan perfectamente al género del thriller, muy bien ajustado para un público juvenil y alternativo. Además, el elenco está por encima de los que se ven normalmente en el cine tailandés, particularmente gracias a las habilidades de los actores principales.

Pese a los méritos, esta producción no está exenta de fallas, como su estilización exagerada; por momentos las escenas pueden volverse demasiado “ingeniosas” y pierden autenticidad. También, a pesar de que entrega satisfactoriamente mensajes importantes sobre la responsabilidad de optar por el camino correcto en la vida, deja de ser impresionante y no deja al público ese sentimiento de aventura de sobreponerse a las consecuencias morales.

Mentes peligrosas funciona por su ágil “robo”, y el equilibrio entre los riesgos y las recompensas. Pero también disfrutarás a sus protagonistas, quienes a pesar de que no van por “el camino correcto” van desdibujando la línea de la moralidad y finalmente se salen con la suya. Todo impregnado con un toque de humo bastante digerible.

Veredicto

Una vez que aceptamos la censura moral como carga cultural, Mentes peligrosas es disfrutable por el diseño sonoro, su ágil edición, y esa identidad rebelde que permea en cada momento. Tienes que verla si en ti vive o vivió el odio al sistema educativo y sus métodos.

Por Jackie Orihuela

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