‘Naked Normandy’: cotidianidad al desnudo

Protagonizada por François Cluzet, Naked Normandy es una comedia dramática que retrata la cotidianidad y el arte en un pequeño pueblo francés.

Estreno en México: 18 de abril
Director: Philippe Le Guay
Actúan: François Cluzet, Toby Jones, Arthur Dupont
Duración: 105 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

Sinopsis
En un pueblo francés, el alcalde intenta convencer a los habitantes de posar desnudos y en masa para un famoso fotógrafo, y así atraer atención a la crisis ganadera.

Cerca de 20 mil mexicanos posaron desnudos para una fotografía masiva en 2007, y siete años después sucedió algo similar en San Miguel de Allende. Sin duda, la desnudez colectiva y el artista que la inspira, Spencer Tunick, ya son viejos conocidos de nuestro país, además de otras ciudades como Barcelona, Bogotá y Sídney que han sido testigos de su trabajo, entre la fotografía y el happening.

No es exactamente Tunick a quien el cineasta Philippe Le Guay lleva a Mêle-sur-Sarthe, un pequeño pueblo en Normandía, Francia. En su lugar se trata del estadounidense Blake Newman (Toby Jones), cuya nacionalidad e intereses artísticos hacen imposible no relacionarlo a su congénere de la vida real.

Tras viajar por Francia buscando locaciones para trabajar, Newman se dirige al aeropuerto cuando queda atrapado en la carretera bloqueada, y por fin capta el prado ideal para su próxima fotografía. En tanto, los campesinos protestan, con poco éxito, por las bajas en el precio de la carne local, lo que amenaza con dejarlos sin trabajo.

Cuando el fotógrafo pide permiso para retratar al pueblo desnudo, el alcalde Balbuzard (François Cluzet) decide que ésta es la mejor forma de atraer atención a la crisis ganadera, por lo que intenta convencerlos a todos de participar. Lo que sigue es una serie de viñetas de los lugareños, desde el carnicero que se niega a que su esposa se desnude, a las disputas territoriales entre dos ganaderos, o la familia citadina que llega a vivir a un campo muy diferente a lo que habían imaginado.

Por sí mismas, cada una de estas venas narrativas plantea cuestiones relevantes de la vida en el campo, como su idealización por parte de quienes lo desconocen, el descuido de la industria local ante el mercado global, hasta el arraigo histórico y absurdo de los rencores y vendettas. Naked Normandy tiene todavía más de estas pequeñas y personales tramas, y de ahí viene una segunda y menos literal lectura de su título.

naked normandy resena
‘Naked Normandy’ (2018). Nueva Era Films.

Muchos de estos episodios resultan muy entretenidos por virtud de las cómicas actuaciones, pero no esperen mucha profundidad en los personajes, sus historias o sus problemas: el guión suele brincar de uno a otro y, en los casos más graves, hasta vale preguntarse si sirven algún propósito, como el ciclista melancólico de Arthur Dupont.

Igual que en una obra de Spencer Tunick, los individuos acaban perdiéndose en la masa comunal y el paisaje, lo cual está perfecto para una fotografía que nos plantea cuestiones sobre el cuerpo, la moralidad y lo privado. Pero para una película menor a las dos horas, apenas da espacio para desarrollar a cada uno de sus personajes y hacerlos interesantes.

Veredicto

Naked Normandy tiene momentos hilarantes gracias a su elenco coral, pero aborda demasiadas subtramas de forma tan somera, que ninguna llega a importar de verdad.

Por Lalo Ortega

Si te interesa Naked Normandy, lee también: Cine de arte: ¿qué es y por qué lo llamamos así?