‘Obsesión’: si eres poco exigente, te puede parecer un tanto entretenido el filme











SINOPSIS

Tara (Jaimie Alexander) está felizmente comprometida con Michael (Cam Gigandet), hasta que en su viaje de despedida de soltera conoce a Patrik (Wes Bentley), un sexy bartender. Los sentimientos de la joven no cambian después del encuentro, pero el tipo que apenas conoce está dispuesto a seguirla en cada movimiento y hace lo imposible por quedarse con ella, incluso es capaz de cancelarle la boda.

Apunto de casarse, Tara (Jaimie Alexander) se encuentra en el clásico viaje de despedida de soltera con sus amigas, en Nueva Orleans. Una de esas noches de copas conoce a un enigmático pero atractivo sujeto, Patrick (Wes Bentley), al que no puede resistirse y termina teniendo sexo con él.

Por desgracia, a la mañana siguiente, descubre que el asunto no es del todo de su agrado y decide catalogarlo como un “error”; aunque Patrick no está dispuesto a aceptar el rechazo y por ello comienza a acosarla a niveles enfermizos. 

Hasta este punto, la historia de Obsesión (Broken Vows, su título original) no parece ser muy original —Fatal Attraction y Misery son ejemplos maestros del tema— y créeme, conforme avanza la trama, no hay ni rastro de que pueda aportar algo en el tema.

Sin embargo, ese no es el principal problema del primer largometraje del también productor Bram Coppems —antes dirigió el corto Mcdollars—, a final de cuentas, como dicen por ahí: “En estos tiempos hay muy pocas cosas nuevas bajo el sol”. Pero al recurrir a toda clase de estereotipos y recorrer la mayor cantidad de lugares comunes relacionados con los dementes obsesivos, la nueva cinta reduce cualquier posibilidad de sorprenderte.

Hay que reconocer que el cast es muy conveniente. Los actores se esfuerzan por cumplir y convencernos de que hay tensión en la trama y hasta química demuestran. Igualmente, la película encuentra puntos a su favor en los aspectos técnicos, la creación de atmósferas y su ritmo consistente.

Pero eso es todo. Incluso la supuesta carga erótica que promete en sus primeras escenas, brilla por su ausencia en el resto del relato. Además de lo predecible que resulta en términos generales y lo molesto de algunas acciones extravagantes, que si llegan a sorprenderte es porque son un tanto escandalosas y no porque estén elaboradas con calidad. 

Veredicto

Una producción menor, cuyo estilizado estilo visual no alcanza a disimular la mediocridad del tratamiento y lo vacío de su propuesta. Aún así, la manufactura cumple con los estándares mínimamente requeridos y, si eres poco exigente, te puede parecer un tanto entretenido.