Salvaje, la condición masculina a revisión

Se estrena Salvaje (Sauvage), una película francesa cuyo tema usa como pretexto la prostitución masculina para profundizar sobre el hombre del siglo XXI.

 

Director: Camille Vidal-Naquet

Actúan: Félix Maritaud, Eric Bernard, Nicolas Dibla

Duración: 99 minutos

★ ★ ★ ★ ☆

 

Sinopsis

El joven Leo es un sexoservidor en una ciudad francesa indeterminada. Su vertiginoso ritmo de vida está mellando poco a poco su salud, mientras él, sin algún plan a la distancia, va de aquí para allá entre calles oscuras y los brazos de diferentes hombres.

Después de dos cortometrajes, el realizador francés Camille Vidal-Naquet estrena en México su ópera prima, que a través de la caótica andanza de Leo (interpretado por Félix Maritaud), nos muestra un lado nada romántico de la prostitución masculina.

El filme es explícito. Durante la hora y media de duración vemos no sólo desnudos, también somos testigos de muchas escenas sexuales que lejos están de ser sugeridas. No obstante, la desnudez no es la que se encuentra directamente expuesta en la pantalla, más bien se trata de la develación del alma de un joven simple, sin muchas aspiraciones en la vida más allá de tener un abrazo íntimo.

Aquí radica la importancia del largometraje. Salvaje en el título se refiere no a la furia o a lo intempestivo del personaje de Leo, lo que en realidad señala es el interior de éste, quien a todas luces muestra una serie de emociones no cultivadas o poco sofisticadas, ásperas incluso.

Lo salvaje se encuentra en su manera de relacionarse y de entender que lo único que necesita es cariño de otro hombre que lo mire como igual y no únicamente como el elemento que puede utilizar para un placer frío, efímero.

Félix Maritaud, quien debutó en 120 latidos por minuto (Campillo, 2017) y que recientemente participó en La daga en el corazón (Gonzalez, 2018) y Lux Æterna (Noe, 2019), entrega una interpretación dura, corrosiva, perfecta para los propósitos de un filme que basa su valor en la experiencia más allá de la narración apoyada en acciones causales.

La película se compone a través de las emociones del joven protagonista, quien avanza sin saber bien hacia dónde se dirige, ni a qué se enfrenta. Leo se va a inmiscuir en situaciones que, a cada tanto, lo hacen tocar fondo.

El tándem Vidal-Naquet/Maritaud es explosivo pero al mismo tiempo emocional, tanto que la carrera hacia el abismo de su joven salvaje cala hondo en el espectador. Por un lado, tenemos a un cineasta interesado en la corporalidad, pero a las implicaciones emocionales que conllevan las decisiones que tenemos sobre nuestros cuerpos; por otro lado, chocamos de frente con un actor muy consciente de las posibilidades de su expresión corporal y facial, quien además tiene un lado activista en pro de los derechos de la comunidad LGBTTI+.

La prostitución masculina es aquí una manera de asomarnos a las relaciones que un hombre de siglo XXI mantiene, con todas las contradicciones y complejidades que incluyen al machismo, la cosificación de los seres humanos, las debilidades psicológicas, las obsesiones sentimentales, los deseos de estabilidad.

Veredicto

Salvaje es un filme atmosférico lleno de emociones palpables. No contiene una línea narrativa clara, pero su dinamismo hace que se convierta en una experiencia intensa y atractiva, tanto visual como referencialmente.

Por Julio César Durán

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