Solteras, lecciones para no conseguir marido

Se estrena Solteras, comedia que pese a abordar el género más socorrido en el cine mexicano contemporáneo, logra superar varios clichés.

 

Director: Luis Javier Henaine

Actúan: Cassandra Ciangherotti, Gabriela de la Garza, Sophie Alexander, Irán Castillo

Duración: 95 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

 

Sinopsis

Entre la depresión causada por una ruptura amorosa y la presión por casarse antes de los 30, Ana (Ciangherotti) se mete a un curso para encontrar a su “otra mitad” y decir pronto “sí, acepto”.

https://youtu.be/Wt6LVEcyj-A

En estos tiempos, la premisa de esta producción no es sólo bastante inverosímil sino hasta ridícula. Después de una terrible decepción amorosa, una chica muy cerca de convertirse en treintañera (Ana, en piel de Cassandra Ciangherotti) sede tanto a la presión social como a la de sus propias inseguridades. Ella decide meterse a un anticuado taller enfocado en enseñar a mujeres desesperadas a conseguir una pareja y tener la boda de sus sueños, lo que le lleva a cambiar su perspectiva de la vida.

Sacada de esos conceptos ubicados dentro del universo al que parecían pertenecer todas las comedias románticas ochenteras —muy funcionales en aquel tiempo, pero hoy bastante gastados—, y a los que el cine mexicano aún se aferra en recurrir con tal de conquistar la cartelera —sin lograrlo en la mayoría de los casos—, dicha premisa representa el primero y principal escollo que enfrenta Solteras, y del que sorprendentemente sale bien librada.

Si Luis Javier Henaine (Tiempos felices) logra esto con su segunda cinta es gracias a que la mencionada idea simplemente le sirve como punto de partida, pues conforme avanza la trama encuentra variados matices que van otorgándole otro sentido a los lugares comunes.

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Lanza apuntes sobre los convencionalismos propios de las relaciones, ofrece una reflexión ligera con respecto a las trampas del romance prefabricado, también de las implicaciones del compromiso y el peso de las verdaderas consecuencias.

De inicio, las situaciones y algunos de los chistes son algo predecibles, pero las cosas suceden sin demasiados rodeos y pronto comienzan a darle la vuelta a la fórmula, encaminándose a una conclusión agridulce y poco usual.

Pese a que los roles son en su mayoría estereotípicos y algunos de las actores llegan a repetirse —dígase Flor Eduarda Gurrola y Juan Pablo Medina, por ejemplo—, se agradece que estos no se toman demasiado en serio y por momentos se permiten cierto grado de autoparodia, entendida y asumida con honestidad.

Pero sin duda lo más destacado de todo el asunto es el desempeño de la protagonista, una Cassandra Ciangherotti que lleva ya un buen rato dejando testimonio de su versatilidad y talento, y aquí no es la excepción.

La actriz entiende y maneja a la perfección los tiempos de la comedia. Además de que, sin necesidad de encajar del todo en los estándares propios del género, luce un carisma innegable que le sirve para sustentar incluso los diálogos menos afortunados, otorgándole frescura y naturalidad a un personaje que adquiere una entrañable e inesperada complejidad conforme se desarrolla.

Presentada en el pasado Festival de Cine de Guadalajara, Solteras —con un guion colaborativo entre el propio Henaine y Alejandra Olvera Ávila— no engaña a nadie, pero se trata de una de las más llamativas y mejor logradas de las propuestas de cine mexicano que tienen como prioridad el entretenimiento.

Veredicto

Solteras es una comedia romántica que aunque no evita del todo caer en los tópicos y recurre a la receta más que conocida, logra superarse a sí misma para convertirse en una agradable y divertida sorpresa del cine mexicano, amen de que ya sólo por el desempeño de su protagonista vale la pena darle un vistazo.

Por Jesús Chavarría

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