Stuber: locos al volante, o qué pasaría si Drax viniera a la Tierra

Stuber: locos al volante, una comedia llena de acción que vale la pena si no eres muy exigente.

 

Director: Michel Dowse

Actrúan: Dave Bautista, Kumail Nanjiani, Iko Uwais, Michael Dowse

Duración: 93 minutos

★ ★ ☆ ☆ ☆

 

Sinopsis

Después de una cirugía de ojos, el rudo policía Vic Manning (Dave Bautista) recibe una pista para atrapar a su némesis, el dealer de heroína Tadjo (Iko Uwais), pero sólo tendrá esa noche para hacerlo. Sin poder ver claramente aún, fuerza a un enmorado conductor de Uber, Stu (Kumail Nanjiani), para que lo llevé, pero el plan no saldrá como pensaba…

 

La dupla de un policía rudo y un comediante sin remedio es una de las parejas ya conocidas de Hollywood, pero el esfuerzo del director Michael Dowse sirve aquí para empareja la violencia de Dave Bautista y el humor seco Kumail Nanjiani como su conductor de Uber.

La película comienza con una escena del detective del Departamento de Policía de Los Angeles, Vic (Bautista), enfrentándose al villano apenas bosquejado de Iko Uwais, estableciendo así la búsqueda obsesiva del policía.

Luego Stuber avanza sigue un tanto melancólico hasta que Nanjiani aparece. Él es chofer de Uber en las noches y en el día intenta poner un negocio con su crush de toda la vida, Becca (Betty Gilpin); cuando un temporalmente ciego Vic se vuelve su pasajero y el viaje se convierte en uno lleno de tiroteos, una parada estricta a un club nudista (con un giro efectivo), hasta que el chofer consiga las cinco estrellas que tanto necesita como conductor de esa empresa.

Hay un tinte distópico en el hecho de que Stu siente que tiene que arriesgar su vida por su calificación, pero esto se ve minimizado por ser la moneda de cambio de dar un buen servicio.

Vic, en esencia, es Drax pero después de unas cuantas líneas, aunque Bautista a veces no se ve tan cómodo con algunos de los matices del personaje — lo cuál es una lástima porque es el chico indicado en un papel querible.

Irónicamente, eso lleva a que Nanjiani tenga que llevar mucho del peso de la película, dramáticamente hablando, mientras que su colega fornido sólo golpea personas y cierra los ojos fuertemente.

Stuber nunca va lo suficientemente lento para permitir que los personajes creen un vínculo real, pero a pesar de eso, ellos logran una amigable química entre las miradas de dolor.

Veredicto

La cinta es un tanto desequilibrada y no logra alcanzar el balance correcto entre risa y risa, pero el carisma de los dos actores —en especial de Nanjiani— logra sobrellevarla. Es una lástima que Uwais tuviera un papel tan limitado.

Por Helen O’Hara

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