‘The Curse of La Llorona’: ay, mi hora y media
Contenido
Basada en la popular leyenda mexicana, The Curse of La Llorona expande la mitología del universo de The Conjuring.
Estreno en México: 18 de abril
Director: Michael Chaves
Actúan: Linda Cardellini, Marisol Ramirez, Raymond Cruz, Patricia Velásquez
Duración: 93 minutos
★ ☆ ☆ ☆☆
Sinopsis
Tras ignorar las advertencias de otra mujer, una trabajadora social y sus hijos son acechados por La Llorona, un alma en pena que depreda niños.
The Conjuring Universe es, nada más, una de las franquicias de terror más taquilleras. Y hay que decirlo: la primera entrega no fue lo más original en la historia del género, pero los sustos estuvieron tan bien ejecutados que garantizaron su popularidad en 2013.
Es normal y natural buscar que la máquina de dinero siga funcionando. Seis años después, la franquicia tiene una secuela y varios spin-offs de variable calidad, independientemente de su éxito con el público. Tras abarcar muñecas poseídas y monjas rumanas malditas, es fácil ver el pensamiento detrás de The Curse of La Llorona.
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Es un hecho confirmado que en América Latina nos encanta el terror. Si a una exitosa franquicia del género se le añade una de las figuras sobrenaturales más conocidas de nuestro folklore, debería ser suficiente rodar la película y esperar que lluevan billetes verdes.
Ese pareciera haber sido el enfoque. Este spin-off presume el logo de The Conjuring en su póster, pero le falta la efectiva ejecución de su predecesora.
El guión comienza con un básico flashback al siglo XVII, y nos presenta los detalles esenciales en la leyenda de La Llorona (Marisol Ramirez): la mujer que, tras matar a sus propios hijos en un ataque de ira por el abandono de su marido, queda condenada a vagar por la eternidad.
Trescientos años después, en 1973, seguimos a Anna (Linda Cardellini), viuda y madre de dos pequeños. A su vez, ella es la trabajadora social que supervisa a una madre soltera, Patricia (Patricia Velásquez), y sus dos hijos. Cuando su errático comportamiento hace a Anna sospechar de maltrato infantil, los niños son retirados por el Estado, lo que conduce a su misteriosa muerte. A partir de entonces, Anna comienza a notar que los extraños eventos en su casa tienen paralelos con lo que sucedió a Patricia.
En adelante, The Curse of La Llorona se desenvuelve bajo la fórmula de la predictibilidad. Cuando esperas que La Llorona se aparezca, lo hace. Cuando un personaje le dice a otro que no haga algo peligroso, ¿qué sucede? Justo lo contrario. Incluso cuando la causa de todos sus problemas se vuelve evidente, la protagonista se mantiene ignorante porque en algo se tiene que ir hora y media.
Lo dicho: seguir las convenciones del género sin desviarse no es necesariamente malo, si se ejecutan bien. El asunto es que, en este caso, los sustos no sólo están demasiado esparcidos por la trama, sino que se sienten hechos al vapor.
Esto es particularmente notorio en el abordaje de La Llorona: para todo efecto y propósito, cualquier otro fantasma genérico podría tomar su lugar. Parece como si el guión hubiera querido establecer paralelos entre ella, Anna y Patricia, pero no profundiza en ningún momento.
Por el contrario, lo que obtenemos es un gratuito, insulso e intrascendente guiño para hacernos ver que, efectivamente, la película está conectada al resto del Conjuring Universe. El guión podría existir perfectamente sin ese innecesario momento, pero claro, el vago sello de la franquicia tenía que estar en algún lado.
Veredicto
The Curse of La Llorona podrá ser parte del universo de The Conjuring, pero carece de todo su impacto y pasa por todos los clichés en el manual de cine de terror.
Por Lalo Ortega
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