The Predator: diversión sangrienta ochentera

Estreno:  The Predator, ¡ya en cines!

Director:  Shane Black

Actúan: Boyd Holbrook, Jacob Tremlay, Keegan-Michael Key, Olivia Munn, Sterling K. Brown, Alfie Allen

⭐⭐⭐

Sinopsis

Después de los eventos de Predator y Predator 2, la humanidad sigue siendo cazada, pero una organización gubernamental secreta llamada Project Stargazer está atenta a las visitas del coleccionista extraterrestre. Después de capturar a una de las criaturas, les sorprende descubrir que tiene ADN humano y está siendo cazado por otro depredador más grande y terrible.

Hay una circularidad agradable en el hecho de que la primera persona que vimos asesinada por el Depredador de Jim y John Thomas en 1987 haya regresado 31 años después para escribir y dirigir su propio capítulo de esta serie aparentemente inmortal. Shane Black (quien fue el desafortunado Hawkins) ha sido abierto respecto a que tomó el trabajo de escribir y dirigir The Predator para recobrar algo de su juventud perdida, lo cual significa que esta cuarta entrega en la serie es un ejercicio de nostalgia.

Cómo respondas a eso determinará más o menos cuánto disfrutes de la película. El guion de Black y Fred Dekker está lleno de cosas de la primera película. En una escena, Olivia Munn (como la bióloga evolutiva Casey Bracket) invierte la exclamación de Arnold Schwarzenegger cuando ve al cazador extraterrestre sin máscara (Eres un hermoso hijo de puta); en otra, Nebraska (Trevante Rhodes) apunta a una hilera de Harley-Davidsons convenientemente ubicadas y grita: “¡Corran a las Choppers!”.

La historia inicia en una jungla (como en la primera película) y luego se mueve a la ciudad (como en la segunda). Se centra en un equipo de tipos rudos, unos ex soldados conocidos como Los Locos, y como los filmes previos, es brutalmente violenta y extremadamente sangrienta.

Como alguien que alguna vez se encontró en el otro lado de la navaja, Black aprecia la necesidad visceral de volar. Y volar es algo que hacen libremente y con frecuencia, en una narrativa de persecución que comienza con fuerza cuando Los Locos se hacen amigos del tirador rebelde Quinn McKenna (Boyd Holbrook) y del cabeza de huevo Munn para atacar al alienígena del espaciodel título y al megadepredador que va tras él y que desafortunadamente depende de CGI.

Pero hay una alegría maliciosa en la violencia que plaga la historia mientras se desata la carnicería. Es una cosa que los Depredadores fileteen y evisceren a la gente por doquier, pero mostrar a McKenna asesinando a un hombre a sangre fría con un dardo tranquilizador disparado a su globo ocular a quemarropa frente a su hijo pequeño (Jacob Tremblay), para colmoy después bromear al respecto, muestra una sospechosa falta de empatía.

Hay también una discontinuidad descuidada en la acción que hace que secuencias posteriores carezcan prácticamente de sentido. Black corta y zigzaguea tan frenéticamente que los detalles finos son borrosos y las partes potencialmente buenas (incluyendo a la que involucra al personaje que carga el cañón de hombro de un Depredador) pasen casi desapercibidas. Se está divirtiendo tanto como adolescente ochentero fanático del gore que se olvida que la audiencia necesita conocer y seguir su juego.

Sin embargo, The Predator se beneficia de un intercambio sardónico y sórdido en la interacción de los personajes (aunque un tanto retrógrada en su actitud frente a cuestiones mentales), con un elenco de reparto sólido que incluye a Sterling K. Brown como cazador de Depredadores que no tiene el tiempo en pantalla que merece. Y Black y Dekker se basan en la tradición de una manera tan intrigante que los fans podrán apreciar el respeto de los guionistas respecto a la original.

Veredicto

Desigual, ocasionalmente insípida y a veces frustrantemente confusa, pero hay suficiente diversión sangrienta ochentera en The Predator para que los fans de hueso colorado la aprueben.

Por Dan Jolin