Entrevista con Gael García Bernal, director de ‘Chicuarotes’

Conversamos con Gael García Bernal sobre su segunda película como director, Chicuarotes.

Por Ana Lucía Altamirano

“Yo no conozco la desesperanza”, dice Gael García Bernal. “Es decir, la he sentido, pero no conozco la desesperanza de un chavo que dice ‘aquí ya todo valió madre, ya me quiero ir y quiero irme con dinero’”, aclara el actor que ahora, tras más de una década, vuelve a ponerse tras las cámaras para dirigir un largometraje. Chicuarotes es una cinta que él define como una fábula, un relato de aventuras de chavos pero, sobre todo, un clavado profundo, duro y necesario al origen de la violencia.

Según le cuenta a Cine, el texto de Chicuarotes llegó a sus manos 10 años atrás, gracias a Carlos Cuarón, Kyzza Terrazas, Mauricio Katz y algunos amigos que puntualmente le dijeron “este guión te va a encantar”. En ese momento, Gael buscaba una historia que hablara de la juventud, y el texto de Augusto Mendoza lo sacudió, no sólo por sus personajes adolescentes y sus aventuras, sino porque explora un universo sombrío, mucho producto de sus orígenes carentes de amor, en un San Gregorio que a muchos nos parece ajeno.

Chicuarotes, nombre de la película y gentilicio de los habitantes del pueblo de San Gregorio, donde se filmó, cuenta la historia de “Cagalera” (Benny Emmanuel) y “Moloteco” (Gabriel Carbajal). Ambos buscan salir de la situación de carencia en la que viven, pues son payasitos en los camiones y no dudan en robar cuando no hay otra salida. La cosa cambia cuando un amigo que les habla de la posibilidad de comprar una plaza en el sindicato de electricistas para, con eso, asegurar su futuro.  

https://www.youtube.com/watch?v=d37xycwqPzs

 

Pero el propósito de la cinta va más allá de la simple exposición de las condiciones de vida de algunos sectores; además se habla sin concesiones de un entorno violento, del gran desamor y también la falta de empatía al grado de la deshumanización.

“Quería irme a fondo en esa contradicción y la apuesta, un poco provocadora, no es acerca de la pobreza, sino de una narrativa instalada del cortar todo como una salida. ¿Y cómo se sale?, pues con dinero. ¿Y cómo conseguir el dinero?, pues a costa de lo que sea”, explica el cineasta.

“Por más estructuras que sostengan a una sociedad, si en la familia existe un desamor brutal o no existe una canción de hogar que te permita ver más allá, y tener una libertad y poder decir que el camino del escape no es el único sino que hay muchos más, pues posiblemente esos hombres y esas mujeres van a salir atrofiados emocionalmente y de forma violenta. Quería provocar eso: decir que no es acerca de la estructura, de lo que el gobierno pueda hacer, es un rollo de amor”, asegura Gael García Bernal.

Arropado por el trabajo brutal de actores como Dolores Heredia, Enoc Leaño o Daniel Giménez Cacho, y la joven Leidi Gutiérrez, este drama movió a “el Charolastra” para contar una historia que también busca iluminar.

“Es lidiar con lo más profundo de la violencia, que sí es muy jodido ver, más con todo lo que vivimos todos los días pero, por otro lado, tenía ganas de verlo de frente. Creía que es importante porque, de alguna manera, teníamos que saber de dónde chingados nace la violencia pero también guardar una esperanza. Creo que si no existiera eso no conectaría filosóficamente con la película”, concluyó Gael García Bernal.

Lee también: Gael García Bernal presenta Chicuarotes en México