El giallo italiano: la historia de un subgénero

Con el reciente remake de Suspiria, nos remontamos al origen del giallo italiano, el subgénero cinematográfico que sirvió de fondo para la creación de la obra original de 1977.

Por Luis Daniel de León

El giallo italiano es un subgénero que comparte muchos paralelismos con el cine noir norteamericano, sin embargo, a pesar de su no ser tan recordado, sí logró evolucionar e influir de tal forma que se considera en la actualidad como un precursor de otros subgéneros cinematográficos del terror.

Ahora con el próximo estreno del remake de Suspiria dirigido por Luca Guadagnino, puede que sea una excelente oportunidad para los interesados a ahondar un poco más en las raíces de esta tendencia del cine italiano entre las décadas del sesenta y setenta.

El verdadero origen del giallo italiano

Igual que las “historias pulp” derivan de revistas conocidas por estar impresas en papel barato y rústico hecho con pulpa de madera, el término “giallo” hace referencia a publicaciones realizadas en Italia en la década de los años veinte llamadas “Il Giallo Mondadori”, que resultaron ser muy exitosas entre los lectores de novelas de misterio.

La publicación se enfocaba a las traducciones de relatos detectivescos de autores ingleses o norteamericanos y recibió su nombre a raíz del color predominante en las portadas, siendo el significado de “giallo” el de “amarillo” en italiano.

Luego, la palabra pasó a ser usada coloquialmente como un sinónimo para el misterio. El director Mario Bava haría lo que se considera como la primera aportación cinematográfica del giallo italiano con La chica que sabía demasiado (La ragazza che sapeva troppo) de 1963. Un homenaje directo a Hitchcock.

Elementos recurrentes

Pero quizás los elementos clásicos del subgénero no terminarían por cristalizarse en su totalidad hasta el estreno de Seis mujeres para el asesino (6 donne per l’assassino) de 1964 también de Mario Bava, en donde se muestra una serie de asesinatos perpetrados por un misterioso asesino sin rostro a las mujeres de una casa de moda.

Mucho de lo que se muestra en aquella cinta; el asesino enmascarado con guantes de cuero, el énfasis en el erotismo y el uso de la violencia grafica, serian luego elementos recurrentes en la subsecuente filmografía de Bava y que marcarían una tendencia entre otros cineastas.

Gracias al uso de película a color Bava se aprovecharía para crear sangrientos asesinatos en pantalla grande pero con una puesta en escena enfocados a tener un nivel de apreciación artística, enfatizando la iluminación con colores vibrantes y llamativos como el verde, morado y por supuesto, rojo.

Este tipo de iluminación serviría para crear atmósferas surrealistas que serian tomadas como referencia por Dario Argento que le agregaría una nueva dimensión estética, no solo enfocándose en luces sino también en la arquitectura y decoración del espacio.

El éxito de Dario Argento

Después de Bava, el segundo exponente más importante e incluso mayor responsable de la popularidad del giallo italiano seria por supuesto, Dario Argento. Posiblemente el director que más películas de este tipo haría durante su carrera y el principal punto de partida para muchos aficionados.

El pájaro de las plumas de cristal (L’uccello dalle piume di cristallo) de 1970 seria la opera prima de Argento y fue gracias a su éxito que en los sesentas más que nunca el subgénero gozó de popularidad. Esta primera película marcaría el inicio de la trilogía de los animales que continuaría con El gato de las nueve colas (Il gatto a nove code, 1971) y culminaría con Cuatro moscas sobre terciopelo (4 mosche di velluto grigio, 1971).

Algo a destacar sería que luego muchas de estas películas eran dobladas al momento de su estreno para dirigirlas a un mercado más internacional y a partir de aquí, se haría un mayor énfasis en la desnudez y explotación de la violencia, incluso adoptando el uso de la cámara subjetiva desde el punto de vista del asesino.

Pero la filmografía de Argento no se limitaría a solo asesinos con mascaras, también adoptaría elementos sobrenaturales como en el caso de Suspiria en 1977. La historia envuelve a una estudiante de ballet norteamericana transferida a una prestigiosa academia en Alemania, pero tras una serie de misteriosas muertes logra descubrir que todo está conectado con la antigua historia del lugar e involucra un aquelarre de brujas.

Suspiria muchas veces tiende incluso a no clasificarse dentro de las muestras del giallo italiano convencional por tener tan presente una amenaza fantástica en su trama, sin embargo, es imposible desligarla por completo en vista de la relación directa que guarda su realizador con el subgénero. Además que también es un resultado de la influencia artística de Mario Bava.

El legado

Aunque el giallo quedaría casi en el olvido después de los ochentas, su influencia en las películas slasher como Halloween, Viernes 13 y Pesadilla en la calle Elm, lo mantendría en cierta forma vigente. Teniendo en común el uso de asesinos con mascaras, victimas femeninas jóvenes con escenas de desnudez y muertes muy sangrientas.

Gracias a directores como Nicolas Winding Refn e incluso Guillermo del Toro también podemos ver un renacimiento en la creación entornos surrealistas y fondos coloridos en historias que involucran fantasmas o asesinatos. Ahora el caso más reciente es el remake de Luca Guadagnino, que aunque guarda sus distancias con el clásico original de Dario Argento no deja de ser en sí misma una forma de homenaje.

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