‘El hombre detrás de la máscara’, un documental a dos de tres caídas

Estreno: El hombre detrás de la máscara, ¡ya en cines!

Director: Gabriela Obregón

⭐⭐

Sinopsis

El 70 aniversario del natalicio de El Santo, una de las más grandes leyendas deportivas, cinematográficas y culturales de México, así como el debut de su hijo como luchador marcan el punto de partida para que El Hijo del Santo nos permita entrar a su historia, a una herencia que va más allá del ring y que a través de recuerdos y archivos personales, nos acerca a su infancia con un padre que tenía doble identidad y que continuamente estaba ausente del hogar. Se abre el telón para presenciar el descubrimiento del «héroe» en casa y a los motivos para querer dar continuidad a este legado.

Habrá quienes cuestionen la forma en que el Hijo del Santo decidió darle continuidad al legado de la leyenda más grande de la lucha libre mexicana e icono indiscutible de la cultura popular, quizás de forma mucho más llamativa y brillante con su paso por los cuadriláteros —poniéndose al nivel en cuanto a recursos y logros— que en lo referente a la cuestión mediática. Pero de lo que no hay duda es del profundo respeto y admiración que siempre le ha profesado.

Y es precisamente eso en lo que se enfoca El hombre detrás de la máscara, documental que a dos de tres caídas se convierte en una emotiva declaración de amor de un hijo a su padre, quien da la casualidad que usaba capa y mallas, luchaba todos los domingos, hacía películas y era un superhéroe de carne y hueso para muchas generaciones.

Entrañables secuencias que develan parte de su relación con el hombre detrás de la célebre máscara de Plata, en contraste con la que tiene con su propio hijo —quien actualmente es el tercer eslabón de la dinastía y ya se da a conocer cómo Santo Jr.—, son bien aprovechadas a nivel dramático dentro de una propuesta que evita la tercera palmada y se limita a seguir los lineamientos más básicos del género.

Es una lástima que en cuanto a contexto se quede corto y el punto de vista con respecto a otros temas más delicados que apenas se apuntan en El hombre detrás de la máscara, no se contraste y se instale en una sola postura.

Estamos ante una producción que, a pesar de que nunca se decide a subirse a la tercera cuerda para lanzarse y planchar al oponente, cumple con su cometido a ras de lona recopilando testimonios y acomodándolos con el suficiente sentido para enganchar y por momentos conmover.

Veredicto

El hombre detrás de la máscara, un documental atractivo para aficionados al cine de luchadores y el llamado arte del pancracio, así como entretenido y a veces hasta interesante para el público en general.

Por Jesús Chavarría