En las buenas y en las malas, la misma fórmula probada

El cine mexicano sigue recurriendo a la comedia romántica como estrategia para ganar la taquilla, por eso llega la película En las buenas y en las malas.

Director: Gabriel Barragán Sentíes

Actúan: Zuria Vega, Alberto Guerra, Macarena Achaga

Duración: 100 minutos

★ ★ ☆ ☆ ☆

 

Sinopsis

Sebastián y Valeria tienen 3 años juntos y una relación aparentemente estable y feliz. Un día Valeria se entera que está embarazada y después de decírselo a Sebastián, él decide pedirle matrimonio y formalizar su relación.

Durante un tiempo todo parece perfecto, pero conforme se acercan a la fecha todo se complica debido a Pamela, una joven que trabaja con él y que está empeñada en seducirlo.

La sombra del compromiso y la insistencia de Pamela, pondrán a Sebastián en una situación de la cual no podrá salir fácilmente y llevarán su relación al borde del colapso. Al final, será el amor lo que lo llevará a encontrar el camino hacia la felicidad.

En su ópera prima, Gabriel Barragán Senties tiene toda la buena intención de tomar los elementos comunes de las comedias románticas para experimentar con la fórmula.

Sí, es una historia de amor meloso pero vista desde la perspectiva masculina; sí, hay bodas de por medio, pero no como las imaginarías; y sí, hay un asunto del tipo “chico conoce a chica”, pero esa dinámica no encaja precisamente con la pareja protagonista, digamos que a ellos los conoces cuando están un poquito más allá.

Todo gira en torno a Sebastián (Alberto Guerra), un músico sensible, de ideas aparentemente liberales y que no cree en el matrimonio, y también de Valeria (Zuria Vega), una fotógrafa en ciernes, de familia conservadora, que trabaja en un restaurante para mantenerse en lo que alcanza sus sueños.

Cuando la noticia de que pronto se convertirán en padres y la incursión de Pamela (Macarena Achaga), la becaria de Sebastián, todo se pone de cabeza.

Con un guion original de Guillermo Amoedo, en trabajo colaborativo con Nicolás López y Ángel Pulido, Barragán Senties busca, a través de su protagonista, romper con paradigmas y estigmas de género; tanto en las acciones individuales del día a día, como al ser miembro de una relación.

Se agradecen estas intenciones, pero las situaciones en las que Santiago demuestra su masculinidad desestigmatizada lucen tan forzadas y los diálogos parecen tan inconexos, que todo se percibe artificial. Tampoco ayuda la actuación de Guerra, que salvo los momentos románticos al lado de Vega, tiene una presencia débil.

Pero sin duda, lo que más choca con la aparente intención de En las buenas y en las malas por llevar a la pantalla roles masculinos más acordes a los tiempos actuales son las conversaciones y “chistes” de los personajes secundarios, pues no sólo no aportan nada a la historia, además resultan sosos y un tanto arcaicos, especialmente los diálogos que hacen referencia a la comunidad LGBTTTIQ.

Con varios altibajos en su guion, ritmo y tono, el filme sobrevive por algunos de sus momentos, su notable y cuidada producción, y porque, aunque artificiosas, sí entrega unas ráfagas de frescura para el género.

Veredicto

Puedes ver En las buenas y en las malas un domingo, como opción para una cita. Te gustará ver el arco de los protagonistas y las decisiones que toman como individuos, pero no esperes una romcom inolvidable; queda a deber en risas, solidez y actuaciones.

Por Anaid Ramírez

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