The Sun is Also a Star (El sol también es una estrella) – reseña
Contenido
Llega a los cines de todo el mundo el drama juvenil The Sun is Also a Star, adaptación del best-seller de Nicola Yoon.
Director: Ry Russo Young
Actúan: Yara Shahidi, Charles Melton, John Leguizamo
Duración: 90 minutos
★ ★ ☆ ☆ ☆
Sinopsis
Dos jóvenes neoyorquinos de familias migrantes, se conocen un día antes de que ella sea deportada. Él quiere demostrarle que el destino existe y que pueden enamorarse en un solo día.
Ry Russo-Young leyó el guion de The Sun is Also a Star y sintió que nunca había visto una historia así en el cine.
Nosotros sentimos que la hemos visto varias veces, en películas de los 1990s como Only You (1994) y Before Sunrise (1995) o hasta las del nuevo milenio como Serendipity (2001) y Like Crazy (2011). Cuando mencionamos las referencias, la directora acepta el parecido: “El libro definitivamente me las recordó. Creo que también la novela se inspiró en esas películas, así que todo es redondo. Volví a verlas porque me gusta saber qué vamos a reinventar, y qué estamos referenciando a conciencia.”
La novedad no es la trama, ni los personajes opuestos que se atraen —él, idealista y soñador, ella, pragmática y cínica.
Lo original, es que las culturas de donde vienen, Jamaica y Corea, no tienen nada que ver, pero encuentran intersecciones interesantes entre ambas. Éste es el mayor acierto de la película.
La cineasta platicó con la autora del libro, Nicola Yoon, y su esposo, cuya historia de amor es la base de la novela.
La diferencia más grande entre realidad y ficción es que para ellos no había un reloj de tiempo, ella no sería deportada.
“Al conocerlos comprendí que la esencia de la historia es que ella aprendiera que el amor existe y que cosas buenas pueden pasar aún en las peores circunstancias. Los dos personajes están atrapados, tienen que seguir un camino que les impusieron y que no quieren. Al conocerse escapan el uno en el otro, se liberan entre ellos mismos.” Explica.
Varias escenas parecen sacadas de las películas ya mencionadas, en especial de la trilogía Before de Richard Linklater, quizás la mayor inspiración de la directora, que también favoreció la improvisación de sus actores.
Lástima que no se lograron las conversaciones que hicieron de Julie Delpy y Ethan Hawke, una pareja de culto del cine indie. The Sun is Also Star huele a Hollywood en toda su extensión, es un producto formulado para provocar suspiros adolescentes cuando se presenta a Daniel (Melton) mostrando su six-pack mientras estudia, o cuando suelta líneas hiper-construídas que deben parecer espontáneas, mientras su puchero derrite a más de una.
Esto no es culpa del actor. De hecho, Melton es uno de los aciertos más grandes de la cinta. Un galán carismático por sí mismo, y con presencia de estrella que seguro despegará a lo grande. Pero el guion y la cámara lo vuelven cliché. Por su lado, el “cinismo” de Natasha recae en que, referenciando el título de la cinta, asegura que no hay poemas escritos sobre el sol. ¿En serio? Dickinson, Whitman, Thoreau, Rilke… ¿le seguimos?
Shahidi representa bien el papel de la niña disque difícil, que todos sabemos, va a enamorarse en un par de minutos, por más que se resista: el retrato básico de nuestras fantasías Austinianas. Pero la pareja se siente un poco forzada—como sus diálogos—y sus coincidencias carecen de la magia de Serendipity o Only You, porque no son creíbles.
Veredicto
The Sun is Also a Star está hecha para complacer de forma sencilla y sin riesgos. Es una cinta muy comercial, que desperdició a dos actores con madera de estrella, porque el guion los lleva a caer en situaciones falsamente endulzadas. La intersección cultural es novedosa y fresca, y aunque de momentos nos recuerda a algunos clásicos, en comparación, sale perdiendo.
Por Doly Mallet
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