‘La casa lobo’: entrevista con los directores Cristóbal León y Joaquín Cociña

Desde Chile llega La casa lobo, una animación con una historia tipo cuento de hadas… pero a la vieja usanza. Conversamos con sus directores Cristóbal León y Joaquín Cociña.

Por Anaid Ramírez

Los chilenos Joaquín Cociña y Cristóbal León tienen muy claro que no le temen a los perros silvestres. Digamos que para un director de cine las pesadillas podrían ser otras. “Cuando terminamos la película y estábamos estrenándola en los primeros días (en la Berlinale de 2018), teníamos miedo de que la mitad de la sala se saliera a los 10 minutos”, cuenta León sobre su primer largometraje, La casa lobo.

Los dos realizadores compartían ese sentimiento porque estaban muy conscientes de lo que estaban por mostrar. “Creemos que es una película muy rara y la hicimos lo más radical que pudimos”, agrega. “Cuando la empezamos, todo mundo nos decía ‘qué lindo, qué artístico… pero creo que será muy difícil que alguien la vea’”, recuerda Cociña.

Lejos de los pronósticos y los recelos, La casa lobo “ha sido una sorpresa”, como lo define Cristóbal. A lo largo de su recorrido por festivales ha ganado premios de alta categoría como el de Mejor largometraje, en el Annecy International Film Festival —el festival de cine de animación por excelencia— y en el Anifilm, en Třeboň, República Checa.

Este último reconocimiento se les entregó un día antes de que se encontraran con Cine en la alfombra roja de los Premios Platino, en mayo pasado. “Nos enteramos ayer. Y fue muy lindo ganar ahí porque Jan Švankmajer, que es el artista que todos los animadores citan cuando ven nuestra película, es de la República Checa, y dijimos. ‘Ok, tiene sentido’, al menos para nosotros”, dice Joaquín Cociña entre risas.

 

Además de las animaciones surrealistas de Švankmajer, La casa lobo tiene referencias al cine de David Lynch —“nos inspira mucho, creo que es el artista que hasta ahora ha estado más presente en nuestras conversaciones”, detalla Cociña—, de la dupla de artistas suizos Fischli y Weiss, algunas obras de Rembrandt hasta Francis Bacon, incluso encontrarás familiar la obra visual de Violeta Parra. 

Si esa combinación te parece rara y te hace comprender un poco de las preocupaciones del par de directores y artistas visuales, espera a descubrir la historia: María huye de la Colonia Dignidad —que existe realmente en Chile y fue fundada por un exmilitar nazi— para evitar un castigo por liberar unos cerdos de la granja, así que se refugia en una casa dentro del bosque, donde se encuentra de nuevo con los cochinitos y empiezan una relación maternal bastante siniestra. 

Pero éntrale sin miedo. Además de ganar el reconocimiento de los jurados más exigentes y especialistas en la materia, “en los tres festivales chilenos donde se ha presentado, ha ganado el Premio del público”, afirma Joaquín. Créenos que no querrás abandonar la sala a los 10 minutos.

La casa lobo está en salas de cine mexicanas desde el 26 de julio de 2019. No dejes de leer nuestra reseña en este enlace.