Obra maestra Cine: ‘Who Framed Roger Rabbit’

Con Who Framed Roger Rabbit, Robert Zemeckis mandó al diablo los límites en las historias animadas.

Por Olly Richards

Todos los involucrados en la realización de Who Framed Roger Rabbit debieron rendirse antes de que rodaran las cámaras o los pinceles se mojaran en pintura. Todo el esfuerzo no podría valer la pena. Como reto de realización, Roger Rabbit está al lado de algunas de las más lunáticas de la historia, tan loca como Cleopatra, Waterworld o Avatar. Como dijo una vez Robert Watts, uno de los productores de la película: “Who Framed Roger Rabbit es una película épica. No porque tuviéramos un ejército de 15,000 personas y voláramos todo un pueblo en una toma, sino porque tratábamos de que un conejo animado levantara una migaja”.

Lograr que esa migaja terminara entre los dedos cubiertos por un guante amarillo requirió el trabajo de varios cientos de personas (solo los animadores eran más de 300) y fue una toma tan compleja que incluso 30 años después, nunca ha sido intentada al mismo nivel otra vez.

El libro de 1981 de Gary K. Wolf, Who Censored Roger Rabbit?, fue cinematográfico para cualquiera que lo leyera. Un misterio de asesinato medio negro que se desarrolla en un mundo donde los personajes de tiras cómicas viven entre humanos de carne y hueso captó el ojo del director de Disney, Ron Miller, quien puso a los guionistas Jeffrey Price y Peter S. Seaman a trabajar para adaptarlo. Naturalmente, siendo Disney, convirtieron a los personajes de cómic en caricaturas animadas y replantearon la trama para que no fuera tan oscura, aunque de todos modos muy adulta. Mantuvieron el concepto de Wolf de Toontown, un pueblo de ‘bujos’, una ciudad donde los personajes de caricatura vivían vidas reales y donde también vivía el detective privado Eddie Valiant, pero cambiaron a Roger de víctima de asesinato al acusado: el principal sospechoso de la misteriosa muerte de Marvin Acme, el dueño de Toontown. Crearon una industria donde los cortos de caricatura son dirigidos como películas live-action, con bujos como actores trabajando y lleno de personajes tanto inventados —la absurdamente bomba sexual Jessica Rabbit; el infante que fuma puros Baby Herman— como clásicos, desde Mickey Mouse de Disney hasta Bugs Bunny de Warner Bros. y Betty Boop de Fleischer Studios.

El guión estuvo listo en 1982 (seis años antes del estreno), pero a nadie se le ocurría cómo realizarlo. Animar sobre pietaje live-action ya había sido hecho, pero no a esta escala y pocas veces sobre pietaje en movimiento (tradicionalmente, parabas la cámara para darle a los animadores cuadros fijos en los que trabajar). ‘Iluminar’ a los personajes animados para que las sombras cayeran en ellos como en los humanos era extraordinariamente complicado, al igual que hacerlos interactuar con objetos live-action. Eso sin mencionar la pesadilla contractual de persuadir a estudios de animación rivales para que le prestaran a Disney a sus personajes principales. Sólo un hombre podía lograrlo.

‘Who Framed Roger Rabbit’ (1988). Walt Disney Pictures.

Para 1985, Steven Spielberg era ya un realizador candente y todos querían trabajar con él. Cuando le pidieron a su compañía, Amblin Entertainment, que produjera Roger Rabbit, todo comenzó a caer en su lugar. Spielberg podía persuadir a los estudios que le prestaran a sus íconos. Robert Zemeckis, quien había pedido dirigirla en 1982 pero fue rechazado por su falta de éxitos, estaba que ardía por sus recientes Romancing The Stone y Back To The Future (producida por Spielberg) y fue llamado como director. El animador ganador del Oscar Richard Williams comenzó pruebas para incorporar caricaturas en el mundo real usando algunas de las mismas técnicas que ILM usó para las persecuciones de speeders en Return Of The Jedi. La película iba a realizarse, aunque sería tan difícil como todos habían anticipado.

Para la mayoría de las películas de efectos especiales, es siempre mejor no saber nunca cómo lo hicieron porque la respuesta suele ser menos emocionante de lo que uno imagina: gente frente a una computadora moviendo unos y ceros o a tipos brincando en leotardos verdes o grises. Sin embargo, en Roger Rabbit los métodos hacen que todo sea aun más maravilloso. Cada escena involucra una variedad de inventos para hacer que un puro aparezca como si fuera sostenido entre los dedos regordetes de un bebé, o el agua salpique como si fuera obra de una nutria malvada. Los animadores tenían que cambiar los movimientos de los personajes para ajustarse a líneas visuales cambiantes. En algunas escenas Roger llegaba de puntitas o saltaba para ponerse a la altura de la mirada de Eddie (Bob Hoskins). No son cosas que notas cuando ves la película porque están incorporadas a la perfección, pero una versión del filme sin la animación final seguiría siendo muy divertida. A ese grado es el compromiso a los detalles. Cuando Jessica Rabbit conoce a Valiant, no es esencial que le agarre la corbata. De todos modos habrías notado su sensación de confusión libidinosa sin que ella lo tocara, pero ese pequeño detalle tan complicado de animación crea el momento.

La magia técnica no es suficiente para asegurar el estatus de película de culto; si lo fuera, todavía estaríamos hablando de Final Fantasy: The Spirits Within. Lo que Zemeckis aportó a Who Framed Roger Rabbit, además de paciencia con habilidad técnica, fue la misma sensación de deleite en la fantasía y la habilidad de dibujar mundos complicados como hizo en Back To The Future. Hay mucha energía en la película, una libertad de que cualquier cosa puede ocurrir y que muestra el proceso difícil que fue. Tiene el mismo ethos que Roger: que cualquier dolor vale la pena si hace que alguien más ría.

El guión de Price y Seaman es una cosa hermosa. El diálogo es un deleite —“No soy malo, sólo me dibujaron así”— y su historia es a la vez una locura de caricatura, un drama emocional sobre la pérdida y los rencores, una sátira de la industria del cine, un film noir perfectamente estructurado y un comentario directo sobre el capitalismo y el cuidado del medio ambiente (no te vayas). El final revela que todos los asesinatos ocurrieron porque un lunático quería construir una autopista y estaba preparado a arrasar con el único Toontown para hacerlo. Se ha convertido en una favorita de la familia, pero no es una tontería de niños.

Puedes ver Who Framed Roger Rabbit cien veces y seguir descubriendo cosas nuevas, porque es una película donde todos los involucrados sabían que estaban haciendo algo único y pusieron todo en ello. Los animadores escondieron detalles por todos lados. Es una verdadero trabajo de amor que resultó exquisito. Cada gota de sudor, cada noche sin dormir y cada ataque de nervios está en la pantalla. Se necesitó un ejército para lograrlo, pero vaya que levantaron esa migaja.

 

La película está disponible en DVD, Blu-ray y descarga digital.

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