‘Mamma mía! Vamos otra vez’: tan contagiosa como lo fue hace una década

Estreno: ¡Ya en cines!

Director: Ol Parker

Elenco:  Lily James, Amanda Seyfried, Meryl Streep, Dominic Cooper, Pierce Brosnan, Stellan Skarsgård, Christine Baranski, Colin Firth, Cher, Andy García

⭐⭐⭐

Sinopsis:

Cinco años después de los eventos de Mamma Mia!, Sophie (Amanda Seyfriend) planea reabrir el renovado Hotel Bella Donna con una fiesta que reúna a su familia y amigos. Casi 30 años antes, una joven Donna (Lily James) se aventura a unas vacaciones veraniegas que le cambiarán la vida y la llevarán a los brazos de sus tres grandes amores y la isla griega Kalokairi.

Con un elenco multiestelar (¡Streep! ¡Firth! ¡Brosnan!), un kitch sin piedad y un soundtrack de éxitos de ABBA, Mamma Mia! podría ser El Padrino de los musicales tan fresas que se convierten en clásicos. Felicidades, entonces, al director-guionista Ol Parker (The Best Exotic Marigold Hotel) por presentar la secuela aptamente titulada Mamma Mia! Here We Go Again como su El Padrino II —parte secuela reuniendo al elenco original, parte precuela contando para empezar los eventos del verano que llevaron a Donna (Meryl Streep) a Kalokairi, Grecia—.

En sus mejores momentos, Parker recaptura la diversión y energía libres de la primera —la joven Donna, Rosie y Tanya (Lily James, Alexa Davies y Jessica Keenan Wynn, todas excelentes) quitándose sus togas de graduación para revelarlas en mallas y boas de plumas con el número que abre “When I Kissed The Teacher”, de una manera gloriosamente boba que tonalmente se empalma justo donde terminó la película original de Phyllida Lloyd.

James, a quien le dieron el nada envidiable papel de continuar un rol originado por Meryl Streep, está llena de vitalidad y convincentemente canaliza su espíritu libre de onda hippie. Pero a pesar de los energéticos esfuerzos del elenco, la trama demasiado larga de la precuela termina necesitando un ajuste —la primera película ya había contado lo básico sobre la fila de romances veraniegos de Donna, así que sabes exactamente a dónde se dirige y su paso exhuberante se siente como una media hora muy holgada.

Por el contrario, la trama de la secuela pasa demasiado tiempo en una velocidad muy baja antes de arrancar hacia su final complaciente para las masas. Un peso emocionalmente innecesario deja a Sophie (Seyfried) —tan despreocupada en la primera— estresada, cansada y triste casi todo el tiempo. Demos gracias entonces por Julie Walters y Christine Baranski (la jugadora más valiosa como lo fue la vez anterior) como sus mejores amigas, quienes hacen que las cosas se muevan con un constante flujo de risas (Baranski tiene además el mejor diálogo del año) y el número musical más chispeante: “Angel Eyes”. Cuando la trama amenaza con alejarse demasiado al territorio sombrió, Firth y Stellan Skarsgård navegan al rescate, literalmente trayendo la fiesta con ella y dándole a la película un levantón muy necesario. Y hablando de rescates, a Brosnan no se le pide cantar mucho aquí —y eso es bueno o malo dependiendo de tu gusto por el entusiasmo o lo desafinado—.

El tiempo en pantalla de Streep desilusiona por lo corto, así que hay necesidad de una toma de poder estelar, y esperando está ni más ni menos que Cher interpretando a la temible abuela de Sophie y un cameo extendido de última hora, aunque su parte es también muy breve y su dueto con Andy Garcia cantando “Fernando” no es tan bueno como necesitaba ser.

Mientras que la trama de Here We Go Again desafina a veces, otro soundtrack con éxitos de ABBA da en el blanco casi siempre. Con casi todos los grandes éxitos de ABBA usados la vez anterior, algunas canciones mejores pero menos sonadas se han colado aquí (¿te acuerdas de “Andante Andante”), pero cuando el canto y baile están a todo lo que dan, con todo el elenco interpretando “Super Trouper” —recordando la jubilante secuencia de “Dancing Queen” de la primera película—, resulta tan contagiosa como lo fue hace una década.

VEREDICTO:

La primera Mamma Mia! con frecuencia se sentía atrapada en unas vacaciones de canto y baile de edad-medieros (pero de buena manera). Diez años después, este segundo viaje se siente más viejo y más sabio, para bien o para mal, y a pesar de lo desafinado que cantes de pie cuando lleguen los créditos, ¡que venga Mamma Tres! en 2028! 

Morirás de risa con el genial diálogo de Christine Baranski cuando Meryl canta “My Love, My Life”, y cuando todo esté dicho y hecho te sentirás tentado a repetirla.