‘Cara de ángel’, para quien resiste las historias crudas

Cara de ángel ¡Ya en Cines!

Director: Vanessa Filho

Actúan: Marion Cotillard, Alban Lenoir, Ayline Aksoy-Etaix

Duración: 108 minutos

★ ★ ★ ☆ ☆

Sinopsis

Marlène (Cotilliard) es una mujer inestable que, tras una noche de excesos y encontrarse por primera vez con un hombre, decide abandonar a su pequeña hija, Elli (Aksoy-Etaix). La niña se confronta así a los demonios de su madre, la orfandad y a la madurez forzada.

“Infancia es destino”, las experiencias que se tienen de niño, la forma en la que se resuelve una crisis o no, tienen un impacto irrefutable en la personalidad y el modo de manejarse en la vida. Esa premisa universal es lo que intenta reflejar la cineasta Vanessa Filho con el personaje central de su Cara de ángel (Gueule d’ange), Elli (Ayline Aksoy-Etaix).

Elli, tan sólo tiene ocho años, está bajo el cuidado de Marléne (Marion Cortillard), su madre, una mujer irresponsable, autodestructiva, capaz de desvanecer los momentos de felicidad sin ninguna razón aparente. La pequeña, a quien llaman “cara de ángel”, se dedica a imitar el comportamiento que ve en su entorno: comienza a beber, tomándose los restos de los tragos que deja su progenitora, se perfuma y se pinta como una mujer de la vida galante, incluso podría remitir a Brooke Shields en Pretty Baby.

Elli ama a su madre pese a todo, y con eso nos referimos también pese al momento en que Marléne, por una noche de copas con un hombre, decide abandonar indefinidamente a su retoño. En medio de esta situación, la pequeña debe subsistir y se apoya en un hombre con el que se siente afín, pues él también ha sido rechazado por su padre.

Pese a tener una premisa interesante, y a haber estado en la sección Una cierta mirada en Cannes 2018, el guion deambula sin llegar a ningún lado; es disperso en muchos sentidos, los cuestionamientos que plantea no son resueltos, quedan más preguntas que respuestas y su recta final cae en lo absurdo.

Por otro lado, Marion Cotillard carece de fuerza en la piel de Marléne. La actriz logra el cometido de entregar a una mujer poco empática con el espectador, pero su desempeño no tiene solidez, cae un poco en la caricatura y en lo insulso, con certeza no alcanza los niveles obtenidos en filmes como Dos días, una noche o De metal y hueso. Su contraparte en el filme, Ayline Aksoy-Etaix se mueve con soltura y es quien debe lidiar con vicisitudes como el bullying, el abandono, la infancia pérdida y la búsqueda del amor. Una protagonista pequeña en edad pero grande en pantalla, pues sabe sopesar bien con el peso de la historia en sus hombros. Adrián Ruiz

Veredicto

Vela cuando te sientas resistente a las historias crudas. En la historia se puede hallar ciertas similitudes con The Florida Project que te van a conmover fácilmente; sin embargo hay deficiencias en su contenido, falta solvencia dramática, matices y profundidad.

Por Adrián Ruiz